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Diego despertó y se dio cuenta que aun Roberto no llegaba, sintiéndose mejor se paro para acomodar su ropa baja; pero antes dio un vistazo a su trasero dándose cuenta que este estaba algo rojizo aún.

Termino por arreglarse y camino en dirección hacia la cocina, tenía hambre así que buscaría algo de comer; reviso por todos lados pero no había nada que le gustará.

Miro por la ventana dándose cuenta que Roberto estaba aparcando el auto, sintió un frío recorrer le la espalda y trato de tranquilizarse. Escucho como la puerta principal era cerrada y pasos se aproximaban hacia la cocina.

Intento huir pero la voz de Roberto le hizo detener.

-¿A donde vas?-

Preguntó serio mirándole desde el marco de la entrada de la cocina.

Giro lentamente su cuerpo en dirección hacia donde estaba el, le miro con algo de temor pero se dio cuenta que tenía en sus manos varias bolsas.

-¿Qué tienes ahí?-

Pregunto acercándose un poco, pero estando aun alejado de el.

Roberto se dio cuenta de lo que hablaba y coloco las bolsas en la mesa, mientras saca un pantalón de ahí.

-Esto, es tu ropa...fui de regreso al centro y te compre al final siete cambios, dos pares de zapatos y tenis-

Habla sacando todo mientras lo dejaba en la mesa, miro de reojo a Diego quien miraba atentamente la ropa con un poco de brillo en sus ojos.

-Mañana te la pruebas, es tarde así que...¿quieres cenar afuera?-

Pregunta Roberto rascando su nuca algo nervioso, aun recordaba lo de hace horas atrás

Diego giro su rostro para verle, este asintió así que ambos salieron del departamento cerrando detrás; entraron al auto donde Roberto avanzo.

-¿Qué te gustaría cenar?-

Pregunta Roberto mirándole de reojo.

-No lo se, lo que sea esta bien

Habla en bajo volteando hacía la ventana.

Roberto se dio cuenta que este le trataba de evitar, se sentía aun arrepentido por haberle castigado de esa forma pero era la única para hacerle entender que estaba mal lo que había hecho.

-Vamos por unas hamburguesas ¿esta bien?-

Hablo posando su mano en la pierna de este, Diego se tenso provocando escalofríos en su cuerpo cosa que lo noto Roberto haciendo que quite su mano.

Suspiro un poco para no preocuparle, se sentía raro que le  colocará una mano en la pierna así que abrazo sus piernas reposando su cabeza en la ventana.

Después de manejar varios minutos llegaron al centro donde ambos bajaron, Diego tomaba distancia con el mayor ya que no quería estar cerca de éste. Roberto intentaba acercarse para tener una conversación pero le era imposible.

Llegaron a un puesto donde Roberto pidió las hamburguesas, Diego se había ido a sentar para tener apartado donde cenarían; aun pensaba en lo que paso en la tarde, cada vez que cerraba los ojos recordaba a Roberto darle fuerte nalgadas en su trasero.

-No pienses en eso...no pienses en eso

Se repetía así mismo mientras daba pequeños golpes en su cabeza.

Desde lejos Roberto miraba su comportamiento, maldecía ya que lo que le estaba pasando era su culpa, pago con su tarjeta y después camino hacía donde estaba el adolescente con la cena en manos.

-Aquí tienes-

Habla dejando las cosas en la mesa.

Diego mira la comida con algo de emoción, tenía hambre así que comenzó primero a comer, Roberto le miro y sonrió un poco.

Carraspeo llamando la atención de este.

-Debemos hablar...lo que paso ahora solo olvida lo, no lo volveré hacer

Habla apenado mirándole a los ojos.

Rápidamente las mejillas de Diego se tornaron de un rojizo por la vergüenza, desvío su mirada hacia otro lado para no verle; pero al sentir la mano de Roberto encima la suya tuvo que voltear.

-Lo siento-

Muerde su labio por el tacto entre ambos, la entrelaza para después asentir con la cabeza y seguir comiendo. Eso hizo sonreír a Roberto quien de igual forma comenzó a degustar la comida.

ADOLESCENTE PROBLEMÁTICODonde viven las historias. Descúbrelo ahora