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El primero en levantarse fue Roberto quien al acostumbrarse a la luz de entraba de la ventana, se incorporó en la cama donde tallo sus ojos y miraba hacia todos lados.

¿Por qué estaba en su habitación? Solo recordaba que Víctor le había enviado un mensaje ya después no lograba recordar nada más, sintió un movimiento a su lado dándose cuenta de la otra persona.

Giro su rostro con algo de temor pero suspiro aliviado al encontrarse con Diego, quien aun seguía dormido; bostezo dándose cuenta que apestaba a alcohol ¿había salido en la noche dejando solo a Diego? Que irresponsable era, pensó Roberto.

Con flojera se dispuso a salir de la cama pero una mano en su muñeca se lo impidió, giro mirando como Diego le miraba a los ojos y se dio cuenta que le miraba con enojo.

-¿Buenos días?- pregunta confundido Roberto.

Rápidamente Diego se incorpora en la cama sentándose mientras aun sujeta la muñeca de Roberto, quien aun esperaba ver una respuesta de su parte.

-¿Donde estabas anoche?-

Pregunta por fin Diego hacia el mayor.

-No recuerdo, solo se que Víctor me mando un mensaje- responde quitando la mano del menor.

-¿Mensaje? ¿Qué clase de mensaje?-

Terminando de preguntar, Diego intenta quitarle su celular pero es detenido por Roberto quien le reclama por aquello.

-No tienes permitido tomar mi celular, era un mensaje normal y ya-

-Como sea-

Finaliza el menor saliendo de la cama mientras es seguido por el mayor, quien al darse cuenta que es seguido intenta correr pero es sujetado por los hombros y dado vuelta para estar frente a frente.

-¿Qué mierda te pasa?- pregunta alterado intentado liberarse.

Roberto solo se mantiene callado mientras rápidamente comienza a buscar en el cuerpo del menor marcas de algo que temía sospechar, Diego por su parte siente cosquillas por aquello pero aun así se sentía algo incomodo.

-¡Ya suelta me!-

Grita molesto empujando al mayor de el logrando separarse.

-¡¿No te hice nada malo verdad?!-

Pregunta desesperado Roberto hacia Diego.

Este al no entender al inició, capto rápido a lo que se refería y sonrió internamente ya que eso le parecía divertido y más lo sería con lo que estaba apuntó de hacer.

-Oh...anoche regresas te todo ebrio, entraste a mi habitación buscado me y te montaste encima de mi-

Habla sin mirarle pero miro de reojo como este le daba toda su atención, sonrió un poco al ver su rostro de horror al pensar que algo malo le hizo mientras estaba en estado de ebriedad.

-Te pregunte que hacías conmigo, pero simplemente no respondías ante mis dudas...tuvimos sexo-

Finaliza y se encierra en el baño con seguro para después soltar leves risas pero en bajo para no ser descubierto por el mayor, el cual quedo estupefacto ante todo aquello que revelo el menor.

A pasos torpes bajo a la sala donde se acostó en el sofá, rápidamente lágrimas comienzan a bajar de sus mejillas logrando que comience a respirar muy rápido por la culpa que sentía al haber tocado al menor la noche anterior.

ADOLESCENTE PROBLEMÁTICODonde viven las historias. Descúbrelo ahora