ADOLESCENTE PROBLEMÁTICO

3

Por el transcurso del viaje fue en un silencio incomodo, paro el auto enfrente de su apartamento donde el primero en salir fue Diego quien lo le dirigió la palabra.

Roberto suspiro pesado y negó varias veces con su cabeza, salió del auto colocándole la alarma y camino hasta estar frente a la puerta de su hogar, pedía mentalmente que no se descontrolara hablando con el.

Entro dejando las llaves encima del mueble, miro hacia todos los lado buscándolo pero no estaba, iba hablar pero el ruido en la cocina le hizo saber donde se encontraba.

-¿Por qué?-

Pregunta desde el marco de la entrada de la cocina.

Diego le mira directo a los ojos y se voltea ignorándolo.

-¡Responde! ¡¿Por qué te comportaste de esa forma con Víctor?! Es nuestro amigo y te comportas como un mocoso-

Grita molesto caminando hacia el, Diego rápidamente cierra la puerta del refrigerador para seguidamente ser acorralado por su mayor.

Diego al ver en la situación en la que estaba se molesto y empujó hacia atrás para liberarse.

-¡No me grites! No tienes porque molestarte por como le trate-

Habla incrédulo girando los ojos mientras trata de irse de la cocina.

-¡Oh no jovencito! ¡Usted no se va!-

Habla en alto Roberto sujetándole del brazo fuertemente sentándolo en la silla frente de la mesa, iba a volver hablar pero alguien tocando la puerta le interrumpió. Miro seriamente a Diego y camino hacia esta para ver de quien se trataba.

Abrió la puerta encontrándose con Juan, su mejor amigo.

-¡Roberto!-

Habla animadamente Juan abrazándolo cerrando la puerta con su pie, Roberto se queda en shook un momento pero luego corresponde de igual forma. Diego escucho esa conocía voz y se levanta sin hacer ruido, se asoma para ver que pasaba y siente su sangre hervir del enojo.

¿Qué hacia Roberto abrazándolo? ¿Por qué ese estúpido abrazo estaba durando una eternidad? Eso se preguntaba Diego en su cabeza, miro que Juan y el conectaron miradas haciendo que este se separara de su pareja.

-¿Quien es ese niño Roberto? No me digas que te gustan menores-

Habla divertido Juan mirándole.

-¡Nn-no! Como te lo explicó...ese niño de ahí, es Diego-

-¡¿Qué?! ¡¿Ese es Diego?!-

Pregunta impresionado intentando acercarse al mencionado, pero las manos de Roberto se lo impidieron, Diego se acerca rápidamente hasta el para darle un manotazo.

-¡Hey! Eso duele Diego, lo siento Juan ahora mismo no se que le pasa...Víctor dijo que es normal en su edad comportándose de esa forma-

-Esas son mamadas, unos chingasos con la escoba y se compone-

Responde Juan divertido mirando al adolescente, quien le miraba con odio mientras abrazaba de la cintura a Roberto. Ahora los tres se encontraban en la cocina sentados frente de la mesa donde comían, Juan intentaba hablar con Roberto pero Diego se lo impedía.

-¡Diego! Por favor comportate, lo siento Juan-

Roberto apenado esconde su rostro con sus manos, Diego al ver como se puso se sintió mal así que se acerco a el para darle un abrazo.

-Ay el amor, tan lindo pero tan enfadoso al mismo tiempo-

Murmura Juan para si mismo pero Roberto le mira sonriendo de lado, antes de irse Juan les invita a una reunión en su casa que sera en tres días, Roberto cerro la puerta dejando salir un suspiro pesado y cerrando sus ojos.

Estaba cansado así que tomaría una ducha con agua tibia, camino hasta las escaleras donde descendió por ellas hacia arriba. Llego al baño donde dudo si ponerle el pestillo o no ya que antes de que Diego se convirtiera en un adolescente ambos tenían rondas de sexo en el baño, al final se lo puso ya que se sentiría extraño si este le mira desnudó con su apariencia de adolescente.

Salió del baño ya cambiado, camino hasta su habitación donde lo encontró ya dormido, sonrió y camino hasta el donde le arropo dejando una caricia en su mejilla.

-¿Por qué tuvo que suceder esto? ¿Por qué no puedes comportarte como el Diego que amo?-

Murmuro en bajo dejando salir una lágrima, la cual rápidamente quito y salió de la habitación para ir hacia la sala ya que no quería dormir con el en la misma cama.