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Diego despertó por un fuerte estruendo proveniente de la planta baja, se levantó apurado para ver que pasaba pero al poner un pie en el suelo un fuerte tirón en su espalda baja le hizo caer al piso de cara.

-¡Mierda!- grito a dolorido.

Su trasero ardía demasiado y dolía, escuchó unos pasos apurados acercándose hasta donde se encontraba y miro que era Roberto quien le miro divertido.

-¿Quieres ayuda?- pregunta recargándose en el marco de la puerta.

-¡Yy-yo puedo solo!-

Habla intentando levantarse pero era imposible, el ardor era intenso que queriendo o no el mayor le ayudo acostarse nuevamente en la cama; le acostó dejándolo debajo de el nuevamente.

-¿Qué haces?- pregunta nervioso Diego desviando la mirada.

-Nada...simplemente observo la belleza que te cargas- elogia Roberto acariciando su mejilla.

Aquello hizo ruborizar al menor quien dejo mostrar una pequeña sonrisa en sus labios, sintió como le tomo de la barbilla obligándolo a que le mirase a los ojos.

-Te amo- comenta Roberto mirándole con una sonrisa.

-¿Mm-me amas?- nervioso pregunta sintiendo un lío en su estomago emocionado.

-Claro ¿tú no me amas?- pregunta mirando sus labios.

Diego no sabía que responder pero opto por dar un beso rápido a los labios del mayor, quien sonrió por aquella acción tan linda; aun sujetando su rostro con sus manos unió sus labios para así formar un beso cálido y lento.

Tardo unos segundos en procesar lo que pasaba pero al final termino correspondiendo el beso de igual forma, era un beso realmente único entre ambos; Roberto empujo su lengua para así comenzar una pequeña guerra donde Diego quería tener el control pero al final fue Roberto quien tomo el mando.

El aire comenzaba a faltar les  así que queriendo o no, se tuvieron que separar rompiendo aquel beso dejando un hilo pequeño de saliva pero no duro tanto la distancia de ambos porque ahora fue Diego quien tomo a Roberto por los hombros y le obligo a acostarse en la cama para seguido colocarse encima de el.

-Vaya, ¿qué planeas hacer cariño?- pregunta Roberto tomándole por la cintura.

-¿Cuando llegamos a nuestro hogar?- pregunta mientras le miraba.

-Después de lo que paso en el cuarto de Juan estuve unas horas con mis amigos y pues me aburrí así que te tome en brazos y conduje hasta aquí- finaliza Roberto apretándole por la cintura.

Diego asiente y se sienta encima del regazo del mayor, ambos se miran y sonríen para después besarse mientras el menor se frotaba encima de el.

-¿Quieres hacerlo?- pregunta Roberto rompiendo el beso.

-Tengo hambre- ríe y se baja encima de el.

Roberto ve como el menor se marcha con una sonrisa en el rostro, en cambio el solo frota sus manos en su rostro ya que se había quedado con las ganas.

Bajo hasta la cocina donde el menor estaba comiendo cereal en un tazón, se acerca hasta el y le abraza por la espalda; mira la hora en su celular y era ya casi de noche. Diego había dormido muchas horas pero lo necesitaba por lo de anoche.

Espero a que terminara ya que el menor tenía que bañarse, le ayudo a subir las escaleras y le dejo en el baño.
Estuvo varios minutos esperando al menor pero en cambio solo escucho una voz ¿muy ronca?

Camino hasta el baño donde se encontró a Diego adulto, ¡Diego había regresado a la normalidad! Roberto se le tiro encima besando sus labios mientras ambos caían detrás.

Diego le miraba extrañado ¿qué había pasado? No sabía lo que pasaba, así que una vez que se separaron Diego hablo:

-¿Qué pasa?- pregunta.

-Dios, Diego volviste a la normalidad...Te amo, no vuelvas a ser un adolescente- habla en bajo mientras le sujetaba del rostro.

¿Un adolescente?Se pregunto en su cabeza, con ayuda de Roberto se paro y fueron hasta la cama donde su pareja le contaba todo lo que paso omitiendo donde Roberto le follo en su versión adolescente.

-Dios, no puedo creer que me comporte de esa forma contigo y con mis amigos- habla apenado mirándole.

-No pasa nada, solo espero y no vuelva a pasar lo mismo-

-Por cierto...¿Por qué me duele tanto el trasero?- pregunta hacia Roberto.

Este al escuchar aquella pregunta se queda en silencio haciendo preocupar a su pareja.

-Roberto, dime que paso aparte de todo aquello- reprocha Diego apretando su Muslo.

-Yoooo...Pueeees como te lo digo -habla nervioso- En tu versión adolescente yo...¡Agh! ¡Yo te folle! -grita mirándole.

Diego le mira asustado ¡Roberto le había follado en su versión adolescente! ¡Por eso le dolía el culo!.

-¿Cc-cariño?- pregunta nervioso mirándole.

-Ni cariño ni nada, esta noche me vengare a mi forma- finaliza sujetándole por el cuello.

-¡Podemos razonaaar!- grita asustado Roberto.

-Oh no, eso no lo pensaste cuando tenías tu polla en mi culo-

Dejando aquello en claro, Diego le hizo sufrir de todas las maneras posibles en la cama dejándole en claro que el no era el de abajo.

Fin.

ADOLESCENTE PROBLEMÁTICODonde viven las historias. Descúbrelo ahora