La Selección - Kriss Ambers

Primer capítulo

Hace treinta años...

- Kriss - mamá me besa mi frente. Yo sonrío nerviosamente.

- Mamá, todo irá bien. - le aseguro - Te lo prometo. - y dejo que me abraze.

- ¿Kriss?

Logan, mi hermanito pequeño de seis años, corre a abrazarme también, y mamá se relaja y ríe un poco.

- Logan, despídete de tu hermana. La próxima vez que la veamos estará hecha una señorita. O toda una princesa al lado de su marido, el príncipe - sonríe y me guiña. Yo pongo los ojos en blanco y sonrío tímidamente.

- Lo que tú digas - digo mientras Logan, me abraza - ¡Logan, vigila, que me abrazas demasiado fuerte! - me seco las lágrimas y río. Logan se pone de puntillas y me besa en la mejilla.

- Te voy a añorar mucho, Krissie.

- ¿Cuánto? - lo cojo en brazos y le beso la nariz. Él extiende los brazos.

- Muchísimo - responde una voz grave, pero con un toque suave.

- Connor - digo fríamente. Connor es mi padrastro, que se casó con mamà cuando Logan tenía dos años, un año después de la fuga de papá. Me froto el brazo izquierdo, dónde tengo la marca de los rebeldes que me hizo papá. Papá era un rebelde, sí, lo habéis oído bien. Y ahora iba a entrar en la Selección con diez hijas de rebeldes más. Connor asiente.

- Que te lo pases bien, cariño - mamá intenta no llorar, y yo dejo al pequeño Logan al sofá para poder abrazar a mamá otra vez.

- Ya sabes que no voy allí para pasármelo bien - susurro. Mamá me coge de la mano.

- Pues es tu primer objetivo. El segundo, ya lo sabes. Pero quiero que te lo pases bien y que hagas muchas amigas, cielo. - dice ella y me separa suavemente. - Venga, vete, que ya es casi la hora.

Sonrío y salgo de casa.

- Me llamo Kriss.

La chica morena sonríe.

- Yo Elizabeth, Elizabeth O'Brien. ¿Eres una Tres también, no? - señala mi libro y yo sonrío tímidamente, mientres una criada me seca el pelo.

- Sí. ¿De qué provincia eres? - digo mientras ella se quita las gafas y una criada le pone lentillas azules.

- Soy de Fennley. Y tú de Columbia, ¿me equivoco? - sonríe y mis ojos se abren, sorprendidos.

- ¿Cómo...?

Ella señala mi libro.

- Tu libro pone que es propiedad de la biblioteca de Columbia - dice ella y yo río un poco, más relajada.

- Sí, es de la biblioteca de mi padrastro - digo, asintiendo un poco. - ¿De qué trabajan tus padres? - pregunto, para dar tema a la conversa. Ella se mueve un poco a la silla para poder verme y contestar.

- Mi padre es escritor, ya sabes, Elilaj O'Brien - dice y yo ahogo un grito.

- ¿Que tu padre es...? ¡Madre mía, madre mía! ¡Es mi escritor favorito! - exclamo, y ella ríe un poco. No me lo puedo creer... ¡Estoy hablando con la hija de mi ídolo!

- No es para tanto - ella me sonríe, y yo me voy calmando, poco a poco - Y mi madre es traductora. Ahora te toca.

- Mi madre es señorita, y mi padre... Pues, esto.... - ¿Qué le voy a decir? ¿Que es un rebelde? - Está muerto - miento, y luego continúo, como si no hubiera pasado nada - Mi padrastro, Connor, es bibliotecario.

Ella se muerde el labio y asiente.