MERYL'S POV
Y ahí estaba yo, con el famoso Kyle Brown, cogidos de la mano, dormidos, con mi cabeza sobre su hombro, y su mano alrededor de mi cintura. Sé que estarás pensando. Que tenemos algún tipo de relación amorosa. Pero te voy a ser sincera, no me gustaría del todo. Kyle es mi mejor amigo, y salir sería maravilloso, pero, ¿y si cortáramos? No quiero perder al único amigo que tengo en quién puedo realmente confiar.
Empiezo a notar cosquillas en mi nariz, y suelto una carcajada, y abro los ojos.
Kyle me está haciendo cosquillas con su nariz en la mía. ¿Por qué es tan tierno? Yo me río y él continua. Me aparto de él con una sonrisa traviesa en la cara, y él me mira, interrogante.
- Sé qué significa cuando haces esta sonrisa, Meryl. Cuéntame la "maravillosa" idea que se te acaba de ocurrir - su tono de burla me obliga a darle con el codo. Él pone los ojos en blanco y se deja caer en la cama. - Empieza.
- Sé cómo entrar en la Selección sin pedir la ayuda de tu madre. - me siento a su lado, y él me mira, con aquella intensa mirada azul que tiene - Y va a ser muchísimo más fácil.
- Dime cuando y cómo. - él se frota una rodilla. Yo sonrío, y le susurro en la oreja.
- Ahora. Conmigo.
JAYSON'S POV
Mamá se pone el anillo en el dedo anular, lanzando un suspiro que yo no entiendo. ¿Qué? ¿Cómo? ¿Alguien le ha regalado por envío a mamá un anillo de matrimonio? Me paso una mano por el pelo, confuso.
A mamá se le cae una lágrima. Pero no parece una lágrima triste. Parece una lágrima que ha estado sufriendo duranto demasiado tiempo, pero, que, al final, ha encontrado una brisa de esperanza. Mamá lo hace girar en su dedo y se le escapa otra lágrima de felicidad.
- Oh, Dios. Dios mío. Dios. Madre mía. Oh, Dios.
No para de repetirlo, y hasta suelta alguna carcajada. Los músculos se me tiensan. Jamás en mi vida había oído a mamá reír. Su risa tiene... Un cierto encanto. Seguramente fue por eso que el rey Maxon la seleccionó. Y, en sus tiempos, Kriss Ambers había sido una belleza de admiración - ahora, Kriss Woodley - , cómo me cuentan todos los hombres de mediana edad que en su época de oro habían intentado cortejarla. También me cuentan que era más dulce que la miel - ahora me parece más bien un chiste - , la llamaban Lady Kriss, la dulce. Era cariñosa, agradable, simpática, un poco tímida y elegante. Material de reina.
¿Cómo pudo acabar así, si era tan bonita y simpática, y todo el mundo la adoraba? ¿Qué fue lo que se interpuso entre su historia de amor con el rey Maxon? Conozco la respuesta. La reina America.
Su pensamiento me lleva a otro. A su hija, la princesa Eadlyn, conocida por su imprevisible carácter, por su lacio y brillante oscuro pelo, por aquella mirada rebelde, y aquella sonrisa de mariposa que atrapa a cualquiera. Mamá me quita los pensamientos de la cabeza cuando noto su boca contra mi oreja.
- Tengo que marcharme. - su pequeña mano está agarrando un papel, no, un papel cualquiera no, una carta. Yo alzo una ceja y extiendo un brazo.
- Déjame ver la carta.
- ¿Des de cuando tú me das órdenes, jovencito?
- ¿Des de cuando tú eres así? ¿Dónde está Kriss Ambers?
A ella se le escapa una irónica sonrisa, y se aparta de mí, y dice en un susurro.
- Muerta.
KRISS' POV
Enciendo la vela, y luego la soplo. La vuelvo a encender. Soplo. Enciendo. Soplo. Me siento en la silla. Suspiro. Enciendo.
Hace media hora que le he dicho que la antigua Kriss está muerta. No os penséis que lo dije de verdad, literalmente muerta, sino que aquella dulce personalidad ya no existe. Así de claro.
Me tapo con la manta granate de lana, y abro un libro. Jayson es una aficionado a la lectura. Por qué será. Sonrío ante el pensamiento. Tiene el aspecto y el romanticismo de su padre, pero le gustan las mismas cosas que a mí. Cómo por ejemplo, es un amante de la lectura, cómo yo. O es un adicto a los pepinillos, cómo yo. O...
Oigo la risa de Meryl. Tiene una risa preciosa. Me recuerda a mi madre. Tiene sus ojos, azul aguamarino, y el pelo que heredé de ella, marrón oscuro.
Abro el libro. Es de color granate oscuro, y está lleno de senalefas de color oro oxidado. Dejo que mis manos se muevan solas al compás de la lluvia que está mojando la hierba del jardín de casa.
Transcurren unos minutos antes que mis manos paren de danzar entre las hojas. Es un libro de poesía. Está llenos de poemas. Tyler me lo regaló el día después de casarnos. Lo recuerdo...
Estábamos sentados bajo el árbol que tanto nos gustaba, bajo el árbol que había presenciado nuestros besos, abrazos, lágrimas y miradas de amor. Tyler me cogió de la mano, y observó mi anillo. Sonrió, y de su maletín sacó un libro. Me lo entregó, y me dijo que era un libro de poesía, que fue de su padre antes que muriera. Mi papá también murió, en manos de mi madre. Bueno, no literalmente. Mamá causó, provocó que papá se muriera.
Cierro los ojos y suelto un gemido. También me acuerdo el día en qué mamá acabó de derrumbar a papá.
¿Cómo lo hizo? Con una sola frase. Trece años antes, mamá y papá se estaban discutiendo en el comedor. Había dejado al pequeño Jayson, que en aquellos tiempos tenía siete años, y a Meryl, que tenía dos, con Tyler, y yo había pasado a visitar a mis padres. Logan se había escapado y marchado con los rebeldes, y hace trece años que no lo veo... Le añoro.
Papá le pregunto si mamá lo odiaba, y ella le plantó cara y dijo, en un susurro:
- No te odio, simplemente me decepciona ver que te hayas convertido en todo lo que dijiste que nunca serías.
Las duras palabras de mamá afectaron gravemente a papá, quien se hundió en una gran depresión, y unos meses después, se lo encontraron en el mar, muerto. Hay quienes dicen que estaba nadando y una ola se lo llevó, pero mamá y yo sabemos el verdadero motivo: se tiró del precipicio. Se suicidó. Y luego mamá cambió. Se casó con un Dos, y tuvieron dos hijos; Jonathan y Roger Drakles. No la he vuelto a ver desde entonces. Mamá me envió una carta diciéndome que no la volviera a visitar, que estaría en Kent con su marido y sus dos hijos.
Abro los ojos. Olvido. Trato de olvidar. Pero no puedo. Los recuerdos son demasiado duros...
Paro un dedo, que se mete dentro del libro. Lo abro dónde lo he marcado, y veo que es el poema que me leía Tyler cuando confesaba su amor a mí, llamado Carpe Diem, de un tal Joserra Pumar. Lo leo en un susurro, y los recuerdos del pasado empiezan a mostrarse ante mí, cómo un suspiro.
Carpe Diem
No durará mucho,
un rato más...
un paisaje hermoso
un paisaje juntos,
estelas imaginarias
en sueños profundos...
Escrito por: Joserra Pumar.
Propiedad de la família Woodley.
Lo termino de leer con un beso hecho de lágrimas, que mojan la superfíce de la hoja, y aparto suavemente el libro, y lo pongo sobre la mesa.
Y me pregunto, ¿por qué nunca he conseguido olvidar...?
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La Selección - Kriss Ambers
FanficHace treinta años, la Selección de Maxon Schreave empezó, y America salió ganadora, pero hubo otra chica en la vida de Maxon... Y ésta fue Kriss, Kriss Ambers. Maxon y Kriss se enamoraron, y en el libro en el cual la protagonista es America omiten m...