Vuelve

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JAYSON'S POV

Estoy sentado en la orilla del río de Kent, pensando en ella. Meto mis pies en la fría agua del pequeño y corto río, y empiezo a caminar en él. Me voy acercando al fondo, y me doblo las puntas de los tejanos para no mojarlos. Cuando estoy al medio del tranquilo río, me limpio mi sucia cara, llena de barro y malas hierbas. Me doblo las mangas de la camisa de cuadros, y meto los brazos dentro del agua, y luego los saco. La luz del sol de la tarde realzan mis músculos, y fijo mi vista al cielo. No hay nubes. El cielo tiene un color precioso, de un azul limpio, limpio cómo el río.

Me quito la camisa lentamente, dejando que el sol me caliente la espalda, el pecho y los brazos. Cierro los ojos, y quizá sonrío.

Quizá.

Lanzo la bolsa a la hierba desde el medio del río, al lado de los zapatos y los calcetines, que están dentro de estos. Deslizo mi mirada a los árboles, ya que estoy en el medio de un bosque, y, por un minuto, me olvido de Suzanne, de Kyle, y de mi hijo, de la Selección, de mi madre, y de mi hermana.

Pero no de lo que hay dentro de la bolsa.

- ¿Jayson?

La voz interrumpe mis pensamientos, y todos los problemas me caen encima. No puedo tener ni un día sin ellos, y me tengo que acostumbrar. Me giro, y paso un brazo por encima del otro.

- ¿Sí?

- Soy Kyle. Tengo que hacerte una pregunta.

Su voz parece preocupada. Mierda. ¿Y si lo ha descubierto? ¿Que el hijo no es suyo? ¿Que es mío?

El sol ya no parece tan brillante, y en el cielo empiezo a ver pequeñas nubes.

- Un segundo. - digo, y salgo del río, arrastrándome por la corriente. Me siento en la hierba y me pongo la camisa, y me desdoblo las puntas de los pantalones, y me pongo los calcetines y me calzo los pies. Me levanto de un salto de la hierba, y le digo - Adelante.

El chico se rasca la nuca y se apoya contra un árbol.

- Verás... Suzanne y yo estábamos hablando sobre el error que ha habido en seleccionar a dos chicas en esta provinvia, cuando... - suspira, y susurra - Meryl ha desaparecido.

- ¿Qué? - mis ojos se abren. La respiración se dificulta.

- Meryl ha desaparecido - suspira otra vez, y me mira, con nerviosismo - Suzanne se ha acercado a sus amigos, ya sabes, los hermanos Valery, aquél tal Nate y las dos rubias, las primas de Nate. Le han contado que la última vez que la han visto ha sido cuando se ha alejado un poco para que le diera el aire. Yo la he estado buscando por todo Kent. Y... No la he encontrado.

- ¿Habéis avisado a alguien?

- Aún no. Verás, Jayson, estábamos esperando a que nos dieras el permiso para...

- ¡Imbécil! ¡Si hubieras avisado a los guardas o policías o cualquiera ya la habrían encontrado! ¿Y si ahora ya no está en Kent, eh? ¡Es mi hermana, joder, y tu mejor amiga! ¡No necesitas mi permiso para avisar a nadie! ¡Despierta un poco, Kyle!

- ¡Mira niñato, no es mi culpa si mientras estabas dándote un baño en plan relajante yo estaba buscando tu hermana! ¿No era tu responsabilidad? ¡Pues acéptala!

Kyle está fuera de control. Su pelo, normalmente immaculado, está revuelto,  su cara, parece una tormenta, una tormenta que en cualquier momento estallará.

Sello los labios.

No vale la pena hablar cuando todo está dicho.

KRISS' POV

Mis ojos se abren cómo naranjas. Instintivamente, deslizo mi dedo a mi anillo, al anillo del dedo anular, el que llegó por envío hace unos días. El que me devolvió Maxon.

Apoyo un brazo al borde de la mesa, e intento respirar con calma, pero es imposible, con unos ojos del color del chocolate observándome, con los brazos cruzados, y apoyando su espalda contra el borde de la puerta del comedor.

Cierro los ojos, cojo una bocanada, y susurro:

- ¿Qué haces aquí, Maxon?

Mi voz casi no se oye, y por un momento creo que ni Maxon lo ha oído, pero él mueve un poco la nariz. Es lo que hace cuando quiere decir algo que no debería, algo que no es correcto.

Se pasa una mano por el pelo nerviosamente, se acerca a mí, y cuando solamente unos centímetros nos separan, susurra, mirándome a los ojos:

- Vuelve.

La Selección - Kriss AmbersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora