La frase

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JAYSON'S POV


Sonrío.

Clic.

- Muy bien. - el fotógrafo me estrecha la mano - Te deseo toda la suerte del mundo, muchacho. - luego, señala a mi hermana, Meryl, quién lo mira con sus ojos cristalinos - Querida, acércate, es tu turno. ¡Qué bonita eres! Seguro que si añades una bonita y preciosa sonrisa en este bello rostro enamorarás al príncipe.

Meryl se acerca a él y sonríe un poco. Oigo la carcajada de Suzanne. Veo su deslumbrante sonrisa. Huelo su perfume de vainilla.

Clic.

Recuerdos invaden mi mente, recuerdos que no quieren desvanecerse. Los alejo cada día un poco más que ayer, pero el día siguiente se aparecen ante a mí cómo un suspiro.

También oigo la carcajada de Kyle. Una punzada de envídia recorre por mi columna vertebral.

Es un veneno sin antídoto. Duele. Pero me acostumbraré, y tanto que lo haré. Aunque tenga que vender mi alma. Aunque tenga que perderla. Que hacerla sufrir.

- Jayson.

Doy un salto por el susto. Meryl apoya una mano sobre mi hombro.

- Estás jugando con fuego. - sus ojos brillan. Conozco esta mirada. Muevo un poco mi cabeza, y los dos fijamos nuestras miradas en Kyle y Suzzane, en cómo él le da besitos en la barriga, soltando algunas carcajadas. Fijo mi vista al suelo, pero Meryl ya se ha dado cuenta, y me mira, con aquellos ojos fríos y calculadores, sin rastro de compasión.

- ¿Por qué dices esto? - mi voz parece segura. Cómo he dicho, parece. No entiendo qué sacará ella avisándome. Sólo hacer más daño. Perder. Crear sufrimiento. Sumar dolor. Multiplicar problemas. Ella fija su fría mirada en la mía, y dice, en un susurro.

- Porque perderás.

KRISS' POV

En el sueño, tengo unos diecinueve años. Tengo un libro entre mis manos, y estoy dentro de una biblioteca.

- Kriss.

Me giro. Una mujer con el pelo canoso y ojos azules se acerca a mí. Me abraza, y yo me apoyo en ella, y me muerdo los labios para no soltar un grito.

- Kriss, Dios. Lo siento. Lo siento mucho. - pasa su mano por mi pelo, y yo suelto una lágrima.

- No puedes ni imaginártelo. - mi voz se quiebra, tartamudeo. Me rompo en lágrimas. Lágrimas saladas, lágrimas de océano. Sal, mar abierto, color océano.

- Lo sé, cariño. Lo sé. - me acaricia la cabeza, y yo lloro, y lloro, y lloro aún más. La cabeza se me estalla. Todo mi alrededor está hecho de puntitos. Me siento perdida. Y asustada. Y sola.

- No te merece. - dice ella.

- ¿Quién? ¿Maxon? ¿Carter? - tartamudeo, y sus manos se cierran alrededor de mi cintura, y sus labios sobre mi coronilla.

- Ninguno de los dos. - mi madre me besa otra vez la coronilla.

- Mamá... - susurro.

- Mamá... Ya estamos en casa.

Me despierto de un salto. Kyle está sentado en la mesa, leyendo el libro de poemas que me regaló Tyler, y Meryl con las llaves de casa en su mano, y cerrando la puerta. Cómo de costumbre, me ignora, y se encierra a su habitación. 

La Selección - Kriss AmbersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora