Tyler
Ya dejamos a Tany en su casa, mejor dicho su residencia; en ella viven chicas de su facultad. Aunque la casa de sus padres queda cerca, ella prefirió mudarse; sus padres trabajan mucho y eso no le agrada, pero también sabe que es necesario, ya que su carrera es muy cara y sus padres no cuentan con el dinero suficiente para darse el lujo de descuidar sus trabajos. Siempre trato de ayudarla, pero en muchas ocasiones no me lo permite, sé que es porque no le gusta que le esté regalando el dinero, pero siempre tengo esta necesidad de ayudarla como ella ha hecho todos estos años. Me demostró que es fuerte y no se deja vencer, desde el año pasado trabaja diseñando vestido, la mayoría de los estudiantes le hacen encargos, tiene un contrato con la universidad; eso la ayuda mucho en sus gastos y les quita un poco de carga a sus padres.
Zeth se cambió de puesto, en el de copiloto, la cercanía me desconcentra un poco y más que estamos solo, la última vez las cosas se tornaron raras; él ha estado callado, como siempre, eso solo hace que me ponga más nerviosos, creo que lo mejor será establecer una conversación.
—Zeth ¿Qué lugares te gustaría
conocer?— es lo primero que se me ocurre.—No sé ¿Qué tal vez un museo o galería de arte?— ¿de tantos lugares quiere visitar esos?
—Me sigues sorprendiendo—confieso.
— ¿Por qué me gusta leer y el arte?
—Sí, eres la primera persona que me pide llevarlo a un museo envés de a una fiesta o algo parecido.
— ¿Y es algo malo?
—No, al contrario te convierte en una persona especial—digo.
—Todos de alguna manera somos especiales—menciona. Desvió mi vista la carretera para verlo, él está mirando por la ventana. No volvemos hablar en el resto del viaje.
Treinta minutos después ya nos encontramos en el estacionamiento del edificio, Zeth baja del carro y lo imito después, ya íbamos con dirección al elevador, pero mi celular comienza a sonar, me detengo y contesto.
—Buenas tardes, joven Tyler—dice la voz al otro lado del celular.—Hola, Tomas—él es el mayordomo de la casa de mi padre.
—Perdone que lo moleste, pero su padre no se encuentra bien.
— ¿Qué paso?
—Ha vuelto a tomar, está destrozando todo lo que encuentra.
—Ya voy, vigílalo mientras llego.
—Está bien joven—cierro la llamada. Me giro y camino lo más rápido para llegar a mi auto.
Trato de controlar mi respiración, la siento agitada, sé que me espera al llegar a la casa; arranco el deportivo y salgo a la calle, las cuales estaban llenas.
Me tomo una hora llegar a mi destino, respiro profundamente antes de bajarme del auto. Me dirijo a las grandes puertas; la mansión de mi padre es el doble de grande que la de mi abuela. Toco el timbre, minutos después abren la puerta.
—Perdón joven por molestarlo pero ya no podía controlar a su padre—dice Tomas. Él es un señor Alto y flaco.
—No te preocupes—respondo mientras entro a la gran Mansión— ¿Dónde está?
—En el despacho—asiento y me dirijo a las escaleras, el despacho se encuentra en el tercer piso; esta es una gran mansión, llena de recuerdos, tan vacía como su tamaño. Cuando ya estoy al frente del despacho deslizo las puertas.
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My Destiny (Borrador)
Teen Fiction¿Has escuchado hablar del destino? Mucho no creen que sea cierto que las personas están destinas.... Tyler y Zeth si creen. El destino cruzara a dos corazones tan iguales como diferentes, uno siempre ha huido, el otro siempre a estado reprimido, pe...