Capítulo 34

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Zeth


Cada segundo que pasa mientras la contemplo me hacen sentir mal, es como revivir el daño que me hizo y no logro comprender como puede estar aquí, porque vino sabiendo que lo único que he hecho estos años es sacarla de mi vida; ignore todas las veces que toco el timbre de mi casa, sus constantes llamadas, las veces que me la tope en aquellas ocasiones que salía a embriagarme por su culpa.

Ahora ver que solo representa dolor en mí es algo que nunca hubiera imaginado en los años que fuimos tan unidos, todas esas veces que me escuchaba hablar de mi padre, fui quien me apoyo en todos mis juegos, la que escucho todo lo que quería en mi futuro, fue esa persona con la que te sientes estable en los años más difíciles de llevas cuando todo es apariencia, caerle bien a los demás, cumplir con expectativas...la adolescencia para nada es facial,  pero la tenía a ella para pasarla.

Nunca creí que ella pudiera hacer algo que me lastimara tanto, pero quizás nunca pensé que romper su corazón traería gran dolor a mi vida. Me obligo a afrontar algo que no quería humillándome ante tantas personas, yo no estaba preparado para aceptar como era y lo tuve que hacer de la peor forma; es injusto lo que me hiso, porque aunque estemos en pleno siglo XXI aún sigue siendo visto por muchos de mal forma que te guste alguien de tu propio género o que tengas gustos diferentes. Las personas solo te juzgan y no piensan en lo que te pueden causar, hablan muchos como yo; siempre suque que era gay y lo oculte desde muy joven cuando escuche a mi padre decir que agradecía que nunca hubo una aberración en su familia, supe no sería fácil ser quien era verdaderamente.

—Emm...hola, soy Zara—habla acabando con ambiente tenso en el que estábamos. La mirada de Cecilia se centra en ella al igual que la de mi madre.

—Hola, tú debes ser la amiga especial que mi hijo a mencionado. Es un gusto conocerte, Soy Erica—saluda mi madre a Zara con una gran sonrisa.

—Un gusto Zara—la saluda Cecilia con una pequeña sonrisa. Noto que Zarita a un lado mío se le queda viendo, después de todo ella sabe en parte que no estoy para nada feliz con la visita.

—Zara, puedes hacerme el favor de acompañar a mi madre adentro por unos minutos—pido, ella acepta y mi madre no muy convencida la acompaña dejándome a solas con Cecilia.

Nos quedamos cayados por segundos que parecen eternos, lo único que me repito es que debo controlarme.

—Sé que no estas feliz porque este aquí, pero debemos hablar me apartaste por años sin dejarme explicarte como pasaron las cosas o al menos pedir perdón—Escucho atento a sus palabras.

— ¿Por qué será que lo hice? Destruiste mi vida, me humillaste, hiciste que me hundiera en una depresión hasta alcoholizarme todas las semanas, no pude regresar a mi vida normal por miedo—me acerco lentamente hasta quedar frente a ella y mirarla directamente a los ojos—. Eres una persona egoísta que no pudo aceptar no tener lo que quería y por eso jodiste mi vida, eres despreciable a mi vista y me arrepiento de alguna ves llegar a tenerte cariño, representas lo peor en mi vida, solo verte me resulta un absoluto fastidio.

Veo como lagrimas bajan por sus mejillas, rápidamente se las limpia. Puede que fuera demasiado cruel pero se lo merecía.

—Gracias por ser honesto al decirme todo eso. Sé que mi reacción ese día fue mal, no fui la verdadera amiga que debí ser, pero hay cosas que debes saber—suspira antes de seguir hablando —. Tienes que saber que estoy aquí para aclarar muchas cosas, lo que te diré traerá dolor y en parte yo soy culpable porque inicie todo, pero hay cosas que pasaron a raíz de eso y si hubiera sabido que todo lo que paso lo causaría yo al tomar aquella decisión no lo hubiera hecho y...

My Destiny  (Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora