Tyler
Ya todo está bien, observo la sala; compre nuevos muebles para remplazar los que había dañado, está perfecto, como si hubiera pasado nada. Me siento un mi nuevo sofá, es rojo y va a juego con los dos más chicos, también con la mesita de centro de madera barnizada con un color rojizo.
Pienso en mi conversación con Natalia, fue de ayuda, pero también me dejo con dudas.
Cinco horas antes
—Me sorprendió que llamaras, regularmente solo vienes los días de tus citas—comenta Natalia mientras me siento. Ella es una señora de treinta y cinco años, piel morena, cabello castaño liso, ojos negros y una figura elegante, al igual que ella. Es hija de una de las amigas de mi abuela, se casó el año pasado, la conocí desde hace ocho años; me ha ayudado mucho.
—Necesitaba hablar con alguien y eres la persona en quien tengo más confianza—la miro, ella quita unos papeles de su mesa y se concentra en mí.
—Me siento honrada que confíes en mí, sabes que más que un paciente te estimo como si fueras un hermano, hasta un hijo—y siempre agradeceré ese sentimiento—. ¿Qué fue lo que paso?
—Mi padre fue a visitarme, estaba feliz ya que era la primera vez, pero solo fue porque quiere que asista a una cena que dará y de paso me consiga una buena chica de dinero para que sea la próxima señora de Fray—Natalia me mira asombrada.
— ¿Casarte? Si eres muy joven, apenas tienes veinte años—habla— y ya tienes una novia. Mira, sé que una persona como tu padre buscaría un buen partido para su hijo, pero él no puede decidir en tu futuro, tienes todo el derecho de casarte con cualquiera persona y tomar tus propias decisiones.
—Eso es lo que no entiende. Si solo me hubiera invitado a celebrar el aniversario de su compañía no tendría algún problema en ir, pero esas no son sus intenciones. Lo peor fue que comenzó a insultar y menospreciar toda mi vida; mi carrera, el lugar donde vivo, universidad, a Tany. Trate de controlarme pero cuando dijo cosas sobre ella ya no me pude aguantar y le restregué que ella era mejor que él, sin importar que no tenga dinero para tirar por el aire como él.
—Esos perjuicios solo le traerán desgracias, no se da cuenta de que todo lo que hace tarde o temprano regresa—Natalia suspira y vuelve a hablar—sigo pensando que deberías contarle de tus crisis, quizás eso ayude a que cambie—rio con tristeza.
— ¿Sabes que me dijo? Mi padre hubiera preferido que yo hubiera muerto—ella me mira con tristeza.
—cuanto lo siento Tyler, pero no te dejes vencer, has logrado avanzar mucho.
—Claro que no lo hare, tengo la esperanza de que algún di solo sean recuerdos.
—Siempre te he admirado, desde ese día que entraste por la puerta, un niño con miedo y triste por todo lo que vivía en ese momento, pero me sorprendió cuando te presentaste y me regalaste una sonrisa. Hasta en las noches más oscuras hay luz. A medida que pasaron los años fuiste mejorando, te convertiste en un joven valiente y bueno; algún día seré madre y mi único deseo es que mis hijos sean como tú—sonrió, por eso la adoro, me muestra todo lo bueno. De algún modo la quiero como una madre, ella llego como un ángel en mi momento más oscuro.
—Yo también te quiero y de seguro serás una gran madre; tus hijos serán muy afortunados de tenerte en sus vidas al igual que yo—ella me dirige una mirada cálida, de esas miradas llenas de sentimientos, creo que sería como la que mi madre me dirigiría en estos momentos
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My Destiny (Borrador)
Teen Fiction¿Has escuchado hablar del destino? Mucho no creen que sea cierto que las personas están destinas.... Tyler y Zeth si creen. El destino cruzara a dos corazones tan iguales como diferentes, uno siempre ha huido, el otro siempre a estado reprimido, pe...