Capítulo 11

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Tyler


Cuando fui a buscar a Zeth lo encontré en un momento muy íntimo con Zara, algo en mi ser se sintió mal por ver la escena. Ya no sé qué pensar respecto a él, pero cada minuto por más que trato de ignorarlo me doy cuenta de que me atrae de maneras inexplicables, estoy mal; puede que solo sea una obsesión de momento, que todo esto que siento cuando lo tengo cerca pase, pero en estos momentos lo siento, son cosas que no debería sentir...el problema de todo esto es que es incorrecto.

Después de alejarme de la habitación regrese a la sala, los chicos estaban terminando de arreglar sus mochilas. Segundos después apareció Zara informando que Zeth estaba terminando de arreglarse.

— ¿Ya están todos listos?—pregunta mi abuela justo en el momento en que Zeth entra en la sala; lleva puesto un suéter negro, pantalón gris y unas zapatillas negras, ¿no tiene otra ropa que no sea de color oscuro?, su cabello esta despeinado como siempre. El timbre suena ¿Quién será a las seis de la mañana? —Ya llego la última persona— mi abuela sale de la sala para abrir la puerta, segundos después regresa con una invitada—. Chicos ella es Roma, sobrina de unos vecinos. Espero que no les importe que nos acompañe a las cabañas — Ahora que hay más luz la puedo ver mejor; es morena con el cabello negro, ojos oscuros, su figura no está muy marcada, pero es simpática, tiene pecas en las mejillas lo que hace que se vea adorable y un piercing en la nariz. Además tenía razón, no pasa del metro sesenta.

—Hola—Roma saluda a los chicos—, hola Tyler y Zeth.

—Hola, Roma—los dos la saludamos al mismo tiempo.

— ¿Ya se conocían?—pregunta mi abuela.
—Sí—contesta Roma—. Sin querer me tropecé con Zeth ayer.

—Esperen ¿ella es la chica que tiro al suelo a Zeth?—pregunta Tany. Los chicos miran a Zeth y después a Roma, la cual se ha puesto roja por la pena.

—Fue un accidente—se excusa Roma. Todos se ríen.

— ¿Ya todos lo saben?—pregunta Zeth apenado.

—Perdona, pero lo tuyo si es gracioso. Que ella te haya tirado al suelo no da mucho que hablar de ti—le dice Clary. Y es obvio que da risa, que una chica de menos de uno metro sesenta tumbe a alguien con la contextura de Zeth es irónico.

—Chicos nos debemos ir—Zara nos avisa. Todos agarran sus mochilas con las provisiones. Trevor y Clary son los primeros en salir, Zeth se acerca a Roma y salen juntos; parece que a él le cae bien ella. En estos momentos solo recuerdo la pregunta y el interés de Roma en él ¿a él también le interesa ella? No puede ser, lo vi hoy muy cerca de Zara. Sacar conclusiones desde antes nunca ha sido lo mío, esto debe ser por pasar mucho tiempo con las chicas.

—Zara, te van a robar el mandado—Tany le hace un gesto raro.

— ¿De qué hablas? —a Zara se le muy concentrada en todo lo que vamos hacer, ella siempre organiza todo; es una manía que tiene.

—A la tal Roma se le ve muy interesada en Zeth y a él parece agradarle—Tany está sonriendo. Yo solo escucho la conversación.

— ¿Por qué lo dices?—Tany ha logrado que Zara deje de hacer lo que estaba haciendo.

—Los segundos que ella estuvo aquí solo miro a tu amigo—Tany enfatiza cada una de las letras de la palabra amigo. Después de decir eso sale de la sala sonriendo, segundos después la sigue Zara.

Sin querer aprieto mis puños. Las cosas son muy confusas, mis pensamientos y acciones son confusos. Sueño con regresar el tiempo a los días en que todo era más fácil, más tranquilo, pero eso no lo puedo hacer; además nunca he tenido un día fácil, mi vida es más complicada y ahora estoy buscando complicarla. Últimamente mis sentimientos han estado en colapso, primero mi padre, la llamada de mi hermana, mis problemas, mi manera de ver a Tany y esto con Zeth, todo debe ser a causa de eso, mis confusiones; Natalia pidió más control en mis emociones y últimamente es lo único que no he podido manejar.

— Tyler ¿estás bien? — pregunta mi abuela. Se me había olvidado que ella no había salido, ella siempre noca cada cambio y adora preguntar— ¿te pasa algo?

—No, vamos—contesto. Ella me mira por unos segundos, siempre se da cuenta cuando estoy mintiendo, así que salgo lo más rápido que puedo.

Treinta minutos llegamos caminando, falta poco para llegar a las cabañas. Mi abuela va de primera por el sendero, después le sigue Clary, Tany y Zara quienes van sudando minino han caminado kilómetros, en verdad no pareciera que lo de porristas las ayuda. Zeth y Roma han estado hablando en todo el camino, como si se conocieran de toda la vida; tengo envidia, no debería sentir esto, pero lo hago; ella que solo lo conoció ayer ha logrado que él sonría y han hablado más de lo que he logrado yo con él.

—La italiana es linda, no es cautivante, pero tiene una belleza simple—comenta Trevor que camina a mi lado. Lo miro su cabello castaño se le pego la en la frente, él no se muestra cansado, ya estamos acostumbrados a la actividad física. Él es del mismo tamaño mío, de piel bronceada, ojos negros—. Pero creo que Zeth ya la engancho.

— ¿Por qué lo dices? —siempre que el comenta algo es porque en verdad lo cree—, por lo que tengo entendido hay algo entre él y Zara.

—Clary me dijo que no hay nada—no parecía eso en la mañana—. Además Zeth...

— ¿Además que?—pregunto con más curiosidad de la que pretendía. Trevor se me queda mirando, creo que se ha dado cuenta de que me importa más de lo normal.

—Olvídalo, no es nada importante—sonríe—Tyler ¿Cómo te cae Zeth?

Lo miro y aparto la mirada después de unos segundos, ¿Cómo me cae Zeth? Por lo que he notado es buena persona, es misterioso, callado en muchas ocasiones y siempre parece perdido en otro mundo. La mayoría de las veces pareciera que no está seguro, tiene un tipo de mirada que parece ocultar tantas cosas detrás. Logra atraerme de una forma que no logro expresar, quisiera conocerlo más de que debería, es la persona causante de mis confusiones o a quien se ha dirigido todo mi enredo. Tengo que ir a ver a Natalia.

—Crea que me cae bien ¿Por qué preguntas?

—Por curiosidad. Me adelantare, necesito hablar con Clary—no me deja responderle, ya que se aleja rápidamente. Últimamente lo he notado extraño, pero debe ser la presencia de Zeth. Sigo caminando solo hasta que mis ojos logran ver unas pequeñas cabañas y un gran lago, llegamos.

Cinco minutos después nos encontramos en las cabañas o mejor dicho el paraíso de Sofía; fue el nombre que mi mamá le puso a este lugar, era un regalo para mi hermana, un paraíso para Sofía.

—Jóvenes aproxímense a su abuela—a ella le gusta llamar nieto a todos mis amigos. Los chicos se acercan a ella.

—Como se darán cuenta solo hay cuatro cabañas, en cada una hay dos camas—las cabañas se encuentran ubicadas en una sola recta, lado a lado, de frente al lago—razón por la cual les e asignado un compañero. Tany y Clary ustedes serán compañeras, pueden ir a dejar sus cosas en la caña uno—las chicas se alejan. La cabaña uno es la primera, se cuentan de la más cerca al sendero a la más apartada—Trevor tu compañero será Zeth, les toca la cabaña dos—miro a Zeth, está enojado, lo puedo notar porque ha comenzado a tocar cada uno de sus dedos con su pulgar, es algo de lo que me he dado cuenta que hace cuando se concentra o se pone más serio de lo normal. Estoy esperando que reproche o diga algo, pero no dice nada; solo comienza a caminar con dirección a su cabaña.
Segundos después lo sigue Trevor; será una oportunidad para que arreglen sus problemas.

—Zara tu compañera es Roma, espero que se lleven bien, su cabaña es la tres y mi querido nieto será mi compañero—las chicas se despiden y se alejan—vamos Tyler, dejemos las cosas, nos espera un gran día—sonríe y comienza a caminar hasta nuestra cabaña, la última.

La sigo, solo espero que Zeth y Trevor puedan al menos soportar su tiempo de compañeros.

Mientras camino recuerdos se apoderan de mi mente; este lugar es muy especial para mí, era donde veníamos todos los años, un lugar parar relajarnos. El último año que vine con mi familia jamás pensé que sería el último, ya no escucharía los cantos de mi madre a la luz de la fogata, los cuentos de Sofía o las veces que nos reíamos de mi padre porque no lograba pescar nada.

Las cosas cambian de un momento a otro, solo tenemos que ser capaces de soportar. Las heridas físicas se curan, pero las del corazón sangran todos los días. Yo no he vencido al dolor solo me uní a él. Tengo la esperanza de que algún día todo cambie, porque por más que trato de soportar, la verdad es que mi corazón ya no aguanta.

My Destiny  (Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora