My Destiny (Borrador)

Capítulo 2

Tyler

Ayer fue un día largo, cuando se estaban terminando las prácticas me ha llamado mi hermana, lo que me sorprendió, ya que no hemos hablado desde hace ocho años. No me hablo mucho, se le sentía incomoda y yo solo le pregunte como se encontraba, ya que sé que después de todos estos años todavía es duro para ella; ninguno volvió hacer el mismo desde el accidente.

Ese día mi madre y hermana estaban discutiendo, Sofía quería irse de casa con un hombre mucho mayor, del cual se decían cosas malas, pero ella estaba enamorada de él, tanto que prefería irse con él a dejarlo por su bienestar. Su relación era muy toxica, mi hermana tomaba, se drogaba y en ocasiones note extraños moretones en su cuerpo, ese hombre la influenciaba tanto, ella estaba muy segada para darse cuenta. Mi madre paso horas hablando y rogándole que se diera cuenta, Sofía estaba tan cerrada que ni importancia le tomaba a sus palabras. Sus gritos se podían escuchar por toda la casa, la servidumbre ni se atrevía a intervenir o decir algo, trate de pedirle también a Sofía que se quedara conmigo, que no nos podía abandonar porque éramos su familia y las familias deben permanecer juntas, ella solo me dijo—Tú no entiendes, eres un niño—era verdad, yo solo era un niño, pero sabía lo que era bueno y malo, su futuro con ese hombre nunca hubiera sido bueno y lo más probable es que hubiese regresado años después pidiendo perdón. Pasaron horas peleando hasta que la tragedia se hizo presente, nuestra madre de un momento a otro cayo al suelo, nunca en mi vida sentí tanto terror, corrí hacia su cuerpo, el cual no reaccionaba a mis llamados; grite, llore...pero no sucedía nada. Sofía dejo de empacar cuando escucho mi grito, en ese momento reacciono, se arrodillo junto a nosotros y después mi mente se perdió, la preocupación me invadió, mi madre nunca había estado mal, ella era la mujer más fuerte y con tanta vida que se hubiera conocido. Pequeños fragmentos en un corto periodo son los que tengo; Sofía levantándome del frio piso, el largo pasillo blanco, mi vista en mis manos temblando hasta que reaccione por el rechinar de las puertas en el momento en que mi padre llego, lucia ansioso, desesperado, abatido, nunca lo había visto tan mal, sus gritos preguntando por mi madre atrajeron la atención de las personas en la sala. Solo podía escuchar el llanto en silencio de Sofía al acercase a mi padre y tratar de explicarle lo que paso mientras se disculpaba. Rogué porque fuera algo normal, un simple desmallo por alterarse tanto, pero el verdadero dictamen lo dio el doctor; ese señor se nos quedó viendo unos momentos, como esperando a encontrar su propia voz y decir las peores palabras que he de escuchar en mi vida *Lo siento mucho, tratamos de hacer lo posible, pero la señora Sonia falleció a causa de un infarto* y esas palabras me destrozaron por completo — no, eso no podía ser verdad, esto debe ser un sueño, más bien una pesadilla— me dije hasta que mi hermana comenzó a gritar y esos gritos confirmaron lo que mi corazón no quería creer. Había perdido a mi madre, sentí que moriría de dolor y desde ese momento la familia se destruyó. Mi padre culpo a Sofía y salió huyendo, mientras que mi hermana se derrumbó en el piso, la abrase tan fuerte, esperando que fuera un mal sueño, aun cuando mis lágrimas caían sin parar, sintiéndome tan débil, no podía ni reaccionar y escuche el pequeño susurro de Sofía, acepto la culpa. Hubiera querido poder decirle que no era su culpa, pero no podía hablar, me sentía agotado y me costaba respirar. Ya no podía escuchar nada y todo se fue tornando oscuro.
Ese día perdí a una de las personas más importante de mi vida y después perdí a mi familia.

Así como una hermosa rosa se marchita con el tiempo...mi familia igual lo hizo.

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Ya en el elevador del edificio observo mi reflejo en las puertas acomodando las puntas de mi cabello, cuando las puertas se abren veo a Zeth; lleva puesto un suéter gris, jeans negro con botas del mismo color y el cabello despeinado.