Zeth
—Tyler, mírame—pongo una mano en su rodilla—por favor mírame.
Nunca vi a alguien en este estado, me causa más dolor que sea él; su cabeza esta entre sus rodillas mientras las abraza fuertemente, tiembla y no reacciona.
—Tyler, reacciona—lentamente agarro sus manos separándola y uniéndolas a las mías, siento sus escalofríos, me agacho frente a él.
Cuando llegue a su departamento la puerta estaba abierta, mientras entre pude ver unas cosas tiradas en el suelo, pero nada comparado con la escena que vi; él en una esquina, así como ahora, me dio miedo, pero no como el que siempre he sentido, es un tipo de miedo que te rompe el corazón.
—Tyler, tengo miedo—acaricio sus manos lentamente con mi pulgar, pero sigue sin reaccionar. Siento como si sangre se calienta por la impotencia de no poder ayudarlo—mírame por favor.
Él lentamente levanta su cabeza, esos ojos turquesas que me gustan admirar están llenos de lágrimas, su rostro esta rojo y su mirada perdida.
—No puedo respirar—susurra. El pánico se apodera de mí.
—Concéntrate, si puedes. Solo mírame—lentamente su vista cae en mi—los dos respiraremos juntos—comienzo a exhalar e inhalar, pero él no me sigue—Tyler, hazlo—comienza hacer lo mismo, sus manos siguen temblando, pero parece que se está recuperando.
No sé cuánto tiempo demoramos haciendo la dinámica hasta cuando percibo que está más relajado. Me quedo en silencio admirándolo, sus ojos siguen vidriosos. Él se comienza a levantar y lo ayudo, camina hasta llegar a unos de los sillones maltratados y se sienta.
— No deberías estar aquí—susurra, aun en su estado y sigue alejándome.
Camino hasta donde esta y me vuelvo agachar para quedar a su altura, lo miro directamente a los ojos.
—Claro que si—le susurro también—me preocupaste mucho.
—No deberías estarlo—su voz se escucha lejana.
—Tienes razón, no debería—contesto—, pero lo hago.
El desvía la mirada, sigo viéndolo.
—Lo que sientes es lastima, si no fuera por eso no estarías aquí—habla y me vuelve a mirar.
—No, me preocupo porque eres importante para mí—su mirada me da a entender que no me cree.
—Solo te preocupaste porque me encontraste en un mal estado—sus palabras son como dagas, pero las ignoro. Lentamente agarro sus manos, él parece estar intrigado por mi acción.
—Siempre me has preocupado de más. Desde ese día en el lago que te vi perdido en tus pensamientos, el día que recibiste la llamada que hiso que te fueras apresuradamente, el día que apareciste con ese simple rasguño, cuando saliste corriendo por el pasillo, cuando te vi llorando en la tumba de tu madre, cuando me besaste, en la mañana que saliste enojado de mi habitación y cuando me viste besando al chico. Hoy que te vi peleando con tu padre tenía la necesidad de defenderte, pero no pude. Cuando subiste enojado no dude en seguirte y cuando te vi de una forma que jamás olvidare, algo se rompió en mí, me dio miedo.
Hasta por fin puedo sacar eso que me ha invadido por mucho tiempo, de cualquier forma se siente bien aunque este mal.
Él aprieta las manos por impulso, me observa cada parte de mi rostro.
—Perdón por haberte besado ese día—habla—fui yo el que provoco lo que paso.
—Me hubiera gustado escuchar otra cosa—le sonrió con tristeza—, pero almenos me has dicho lo que sientes.
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My Destiny (Borrador)
Fiksi Remaja¿Has escuchado hablar del destino? Mucho no creen que sea cierto que las personas están destinas.... Tyler y Zeth si creen. El destino cruzara a dos corazones tan iguales como diferentes, uno siempre ha huido, el otro siempre a estado reprimido, pe...