Capítulo 32

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Tyler


—Sabes amor, estos días han sido perfectos. Los chicos felices y nosotros juntos; todo me hiso recordar los días en que me decías que nunca serias feliz—comenta Tany enredando sus piernas con las mías.

—Y tú me decías que todos merecíamos ser felices, que todo siempre pasa—la mira, veo esos ojos llenos de amor y una luz que es capaz de hacerte olvidar todo el mal—juraste que compartirías tu alegría conmigo para que los dos fuéramos felices.

—Fue un buen objetivo que se planteó una niña de catorce años—sonrió. La abrazo, uno de esos que van cagan con muchos sentimientos miedo, tristeza, aprecio, negación, fe, gratitud y esperanza de que nada termine mal. Todas mis decisiones son pensando en ella...

Pienso como seria si Zeth no estuviera, aunque es algo que probablemente se hubiera dado de distintas formas, Zeth solo fue el detonante y aunque no entiendo como no puedo estar completo con tantas cosas que tengo, de alguna manera me gusto darme cuenta porque ahora no estoy engañado en algo, ahora solo busco algo más que mi felicidad, busco ser feliz a la persona que me ha iluminado mis días grises, la persona que siempre busco a la mía.

Sacrificar mis sentimientos hacia Zeth por Tany lo valen y es en lo que me empeño en creer; lo que me causa pesar es el chico que vive en mis pensamientos, no tendría que haber aceptado mi propuesta, pero también soy egoísta y estoy feliz que de alguna forma estaré cerca de él.

—Tany, ya me tengo que ir—me separo de ella y me levanto de la cama donde aviamos estados recostados por minutos recordando el pasado; muchos recuerdos que me dicen que lo que sacrifico vale la pena por ella.

—Ay, no. Quisiera que te quedaras conmigo—pide.

—Sabes que no puedo. Además no creo que a tu compañera de cuarto le agrade—y también que no podría, por muchas razones que tienen nombre.

—Está bien. Maneja con cuidado—le doy un beso en la frente antes de salir.

Ya afuera de la residencia entre en mi auto y me dirijo hasta mi hogar.

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— ¡Hermano, espérame!—Grita Trevor. Me giro y lo veo esquivar algunas personas hasta alcanzarme.

—Esto sí que es un milagro, el señor Trevor llegando temprano a clases—en ninguno de estos años lo había visto a tempranas horas por la universidad.

—Hoy me levante y me dije que era un buen día para compartir con mi mejor amigo—habla alegre.

— ¿Estas bien? —creo que se enfermó.

—Claro. Hoy iremos de compras—está claro que comparte mucho con Clary.

— ¿También querrás ir al salón de belleza? —jodo y espero ver una cara e disgusto, pero no.

—Y al spa, Clary me hiso ir con ella hace unas semanas, me hicieron unos masajes súper relajantes—algo me dice que no juega, pero su emoción me contagia.

Él sigue hablando de su día planeado toda la mañana hasta que salimos y nos despedimos de los demás para ir a nuestro día, según él.

Pude arrepentirme cuando me hiso probar toda la ropa que decía cuando fuimos de compra o cuando me hizo entrar a ese salón de belleza donde las señoras querían acabar con mi apreciado cabello o cuando fuimos a ese spa donde me dejaron más adolorido que cualquiera ves que entrene o cuando lo vi pelear con una niña por el libro que quería, pero esto sí que me supera.

My Destiny  (Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora