My Destiny (Borrador)

Capítulo 33

Zeth

— ¡Feliz cumpleaños! — Escucho el grito de Zara antes de sentir el impacto de ella al lanzarse a la cama para darme un fuerte abrazo asfixiándome, le devuelvo el gesto y la aparto un poco antes de que me mate; a simple vista ella se ve delicada, pero llega a ser muy ruda y fuerte.

—Si me vuelves abrazar así me mataras—le cometo. Me alegra que este aquí aunque no me dio oportunidad de objetar, debido a que anoche apareció en mi puerta con una mochila y sin darme tiempo a preguntarle algo entro a mi casa y se fue acomodando, cuando ella noto que la veía sin comprender, me miro como si fuera obvio lo que hacía, dijo que se quedaría a dormir para que cuando despertara fuera ella la primera persona en despertarme. Adorarla seria poco, yo la amo tanto como uno puede amar a una amiga o hermana. Siempre tuve el miedo de volver a confiar en alguna persona, aprécialos porque no quería volver a pasar por lo mismo del pasado, pero con solo verla a ella me doy cuenta que no debí cerrarme tanto solo porque algunas personas me traicionaron.

Los chicos han sido lo mejor que me ha pasado en los últimos años y es emocionante como personas que nunca pensaste conocer pueden ser tan importantes para mi ahora, ahora sí puedo creer que encontré las verdaderos amigos, esos que se consideran familia.

El chico de los ojos turquesas desde aquella vez que me choque por accidente con el supe que representaría mucho en mi nuevo cambio.

La angelical Tany, la persona más buena que he conocido y que he traicionado.

Clary la que tiene transmite una gran confianza y un gran carácter.

Zarita, ella es como un tornado de colores, arrasa con todo a su paso haciendo que su presencia se note y no la olvides. La persona que siento como mi alma gemela y esto solo pensé sentirlo con la persona que amara, pero es algo diferente, se podría decir que si la llegara a perder sería peor que todo lo que he pasado.

Trevor quien es una parte amarga en mi vida es también lo mejor de lo que pensé que había perdido.

Mar es la versión que me hubiera gustado ser, pero mejor no decirle esto o si no su ego se engrandaría.

Julián es divertido aunque lo que diga la mayoría de las veces sean estupideces. Me alegra que este con Zara.

Después de todo na fiesta de cumpleaños con las personas que me han ayudado de distintas manera no está mal.

—Es que estoy feliz ¿Cómo no estarlo? Cumples años y será el primero que pasemos juntos, después será el mío, quizás vallamos a las fiestas de Halloween disfrazados como Pinki y Cerebro, como mi mejor amigo estas obligado. También cuando te cases nombrarme como madrina y tus hijos me llamaran tía, cuando estén en la etapa de rebeldía vendrán a hablar conmigo, yo les diré cosas buenas tuyas. Tienes que saber que por el resto de tu jodida vida yo estaré junto a ti, porque aunque no llevemos años conociéndonos agradezco que estés aquí y perdóname pero si yo decidiera sobre la vida no hiera cambiado nada de tu pasado porque si las cosas no fueran como son no te huera conocido, sé que es muy egoísta y esto está siendo muy cursi que me levantare a traerte el rico desayuno que te prepare—Al decir las últimas palabras se levanta rápidamente y sale corriendo de la habitación.

— ¡Te quiero! —le grito.

— ¡Yo también a ti! —Responde.

Sonrió, me alegra a ver conseguido el tipo de amistad que aparece en los libros que he leído, quizás algún día escriba uno de mi vida así como hiso mi madre.

Reviso mi celular el cual estaba en la mesita de noche, no hay ninguna llamada de mi madre algo muy raro. Hay mensajes de los chicho y de algunos compañeros de clases, los leo todos y les agradezco, pero me siento un poco decepcionado al notar que no hay alguno del chico de ojos turquesas. El sentimiento de vacío desaparece cuando entra Zara al cuarto con una gran bandeja de comida, termino de restarle importancia al mensaje que no está y me ocupo en degustar el delicioso desayuno, jamás me cansare de la comida de Zara.