𝐻𝓊𝓇𝓉 𝐻𝒾𝓂 [𝐻𝓌𝒶𝓃𝑔 𝐻𝓎𝓊𝓃𝒿𝒾𝓃]✓

◾09◾

Capítulo 09. Parte I:
Debido a ti (단 한 사람)

"A pesar de que duele, voy a esperar

por ti, mi último amor.

Porque eres tú".

•Hwang Hyunjin•

El ronroneo que hacía el motor del auto venía siendo una especie de panacea para la incomodidad que le enfundaba, aferrándose a su cuerpo, atándole al térmico asiento de cuero que no le permitía moverse de más. En cuanto el cacharro se puso en movimiento, el arrepentimiento le revolvió las tripas, conjugándose entre el insufrible vaivén en la carretera y sus pensamientos que se preguntaban por qué aceptó ir en un viaje a solas con Bang Hani de compañera.

De por sí, no era gran amante de las idas en auto, eran inseguras y la tasa de mortalidad por accidentes eran muchísimo mayores de lo que la gente creía. Aunque fuese hipócrita, prefería su motocicleta. Toda la situación la empeoraba que fuese aquella castaña quien condujese, y podía decirlo con total razón, la chica no era la mejor chofer del universo. No obstante, no le quedó de otra que aceptar aquello cuando su madre había insistido porque ambos fuesen juntos a la propiedad de campo donde pasarían las fiestas invernales en familia. En un instante, JinYoung reprochó por la decisión, pero no tuvo una opción más lista que callarse al notar que su agenda no le permitía arribar a las realidades de Jinju sino el mismo día de Navidad. Terminó por aceptar que se fuesen juntos, sin chistar de más.

Se habría zafado del asunto de ir con la chica si no fuese porque, sorpresivamente, Seúl se cubrió de una pronta nevada y los vuelos se habían cancelado. Pensó en excusarse con su trabajo, luego recordó que tuvo que renunciar al estudio de arquitectura y no tenía una opción consistente para evadir las vacaciones decembrinas. Las palabras de Hwang Jisoo fueron claras antes de aclarar que cuidasen de todo antes que ellos llegasen "Tengan un buen viaje. Recuerden que se deberán soportar, ahora serán hermanos políticos". Le hastiaba en cantidades industriales que todos recordasen aquél fatídico hecho, que él no creía verdad, pero que se llenaba la boca repitiéndolo como si eso lo hiciese verdad. Porque la realidad era que, nunca lo serían, porque Hyunjin y ella jamás podrían considerarse familia.

En los días siguientes al altercado en el invernadero, no se dirigieron si quiera una mísera mirada. De un instante a otro, se transformaron en fantasmas para el contrario. El beso, por suerte, no había sido mencionado otra vez. Pretendía mantener su posición rígida con que todo aquello no se había tratado de un error, porque sus sentimientos decían lo contrario. Dentro de sí, se burlaba una voz chillona de lo ingenuo que fue al pensar que un simple beso haría que la chica lo viese con otros ojos. Bang Hani aún le miraba despreciablemente, y no le culpaba por aquello en lo absoluto.

-Te he traído esto. -Acomodándose el cinturón y dando un vistazo al retrovisor, le señaló el cartón de leche saborizada que compró para ella en la gasolinera. Aquella era la primera vez en horas que le dirigía la palabra, y ella no se dignó a contestarle.

Descuidadamente abrió su cartón de leche sin sabor, y ella puso otra vez en marcha el auto sin decirle nada. Al pedirle parar en la gasolinera, decidió comprar algo para ambos. Su estómago rugía en queja, y no era capaz de volver sin comprarle algo también a Hani por más que no quisiese. Prestó toda su atención a la vertiginosa vía repleta de pinos en cada lado, olvidando por completo que si quiera la castaña respiraba a su lado concentrada en el camino.

-¿La has comprado de fresa? -No la quiso ver, pero algo le decía que estaba sonriendo un poco y eso fue suficiente para que se le secara la garganta. Tomó un largo sorbo de su cartón-. Bueno, gracias. -Murmuró a regañadientes, provocándole una risa sin humor a cambio.