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Capítulo 07. Parte I:
Pieza de rompecabezas (너의 자리)

Al igual que cuando no podemos separar nuestras manos,

no puedo completarme sin ti.


•Hyunjin•

El humo grisáceo se dispersaba en una niebla espesa sobre su rostro, creando espirales deformes que de vez en cuando le quería busca un significado que verdaderamente no tenían. Las formas iban y venían, en un ritmo incesante justo como sus pensamientos dañinos. Su mente no le daba un respiro, maquinando una serie de recuerdos que hacía mucho no revivía, y otra serie de creencias que no podía materializar por su propio bien.

Se arriesgó esa noche en entregarle la llave de seguridad a Bang Hani, pero el poner al fuego su pellejo había valido la pena. En los ojos avellanados de la castaña lo presenció, la duda en sí debía tomar o no lo que le estaba ofreciendo bailaba fogosa dentro de ella. No era capaz de meterse en su cabeza, sin embargo, aún tenía el poder de descifrar algunos gestos simples que la evidenciaban en muchos sentidos. La esperanza se vislumbró frente a él, luego de haberse ausentado por mucho tiempo. Aún no podía asegurarlo, pero una corazonada optimista le permitía creer que sí conseguiría recobrar de a poco a la chica. 

Una sonrisa involuntaria jugaba en sus labios desde hacía rato ya, mientras intentaba conciliar el sueño en aquella habitación que era más grande que su viejo departamento. No podría pegar un ojo esa noche, lo sabía. La soledad en el espacioso lugar lo abrumaba de a poco, no lo admitiría, pero el saber que la castaña compartía cama con su hermano le estaba atormentando.

Cuando el sol se coló tras los ventanales y el cristal del balcón, él ya estaba en la ducha preparándose para lo que le vendría. Iba a ser su primer día oficial asistiendo a la empresa familiar, por fin el hijo menor de los Hwang saldría del exilio. Pero lo cierto era que, Hyunjin no sentía la seguridad suficiente para abandonar la comodidad que la sombra del anonimato le brindaba. Tener que lidiar con todo el aprieto del grupo empresarial se pintaba agobiante. Estaba conforme con su pequeño e incómodo cubículo en el estudio de diseño, no sabía si estaría listo en cambiar todo a lo que se acostumbró por muchas miradas fisgonas y críticas que no quería escuchar.

Su madre le había llamado el día anterior, pidiéndole que vistiese formal para su primera impresión con la junta directiva. Su mirada cansada se paseó reacia sobre el traje simple a raya diplomática, que tendió durante la noche en uno de sus sillones azul marino de su estar privado. El tono gris plomo era apagado, seguramente lo haría ver tan estirado que ni se podría imaginar lo incómodo que luciría. Hizo caso omiso a las pésimas decisiones de vestuario que tenía Hwang Jisoo para él, y tomando en cuenta sus gustos, se vistió casual como cada día lo hacía. Los jeans azul claro rasgados hacían ver a sus piernas más largas, y la camisa a botones blanca resaltaba sus pómulos naturalmente sonrosados por el invierno. Tomando una boina negra, y una gabardina de terciopelo marrón terracota, fue en busca de su desayuno para poder irse.

—Buen día, joven Hwang —Le saludó con una venia respetuosa el jefe de seguridad. Le devolvió los buenos días mudamente, intentando maniobrar entre su bolso de cuero y el vaso térmico de té que le comenzaba a quemar la piel—. ¿Irá a la empresa con este clima? —Paró en seco al escuchar al hombre, notando apenas que el cielo repleto de nubarrones sobre él.

El techo del pórtico le cubría de la leve llovizna fría, que sólo era un aviso del clima inconsistente que haría. Rascó su nuca un poco nervioso, sin tener un plan de refuerzo más que su motocicleta. Si la utilizaba, llegaría todo húmedo y probablemente enfermería, nunca había tenido buena resistencia para los resfriados. Sin embargo, quedarse en casa no era una opción.

𝐻𝓊𝓇𝓉 𝐻𝒾𝓂 [𝐻𝓌𝒶𝓃𝑔 𝐻𝓎𝓊𝓃𝒿𝒾𝓃]✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora