𝐻𝓊𝓇𝓉 𝐻𝒾𝓂 [𝐻𝓌𝒶𝓃𝑔 𝐻𝓎𝓊𝓃𝒿𝒾𝓃]✓

◾05◾

Capítulo 05:
Fobia.

"Tu voz resuena en mi cabeza,

diciendo que lo puedo hacer

mucho mejor"

•Hyunjin•

La idea malintencionada se apareció como una luz al final del túnel, reflejándose en los papeles de la sucesión de su herencia que ahora eran no más que cenizas. Analizar no estuvo entre sus planes desde un inicio, no desde que se decidió en primera instancia desgraciarle la vida a Park JinYoung, de la misma manera que él lo había hecho hacía años por una egoísta venganza. No le llamaría revancha a lo que haría, porque en su cabeza, aquello era justicia.

Le fue fácil sacarle información a su mejor amigo que, aunque no estuvo muy convencido en colaborar con él, después de un par de vasos de Soju le dijo lo que necesitaba escuchar. La casa que antes le perteneció a sus padres, pasaría a manos de su hermano mayor, que se encargaba hacía un par de meses en renovarla para llevar su vida matrimonial a un lado de Bang Hani. Encontrársela en su vieja habitación no había sido una casualidad, no cuando Lee Minho le avisó los días exactos que la chica visitaba la propiedad para supervisar las obras.

—Me gusta los azulejos grisáceos de esta pared. —Era el cuarto comentario distraído que soltaba, detallando atentamente la decoración de la cocina ya terminaba.

La mirada punzante sobre él reclamaba ser atendida. En lo que llevaban de tiempo a solas ahí, no existió ni un segundo donde Hani le despegase los ojos de encima, juzgándolo por cada acción que si quiera había cometido. Haciéndole caso omiso a sus exigencias, siguió vagando en la nueva decoración del lugar, acertando con que el cambio le sentó bien a lo que antes tenía memoria de lo que fue la vieja cocina.

—Te he hecho una pregunta, ¿Cómo has logrado burlar a la seguridad? —Su tono de voz endurecido e inflexible no logró que se pusiese rígido en ningún momento. Hyunjin se mantuvo relajado como si nada le estuviese afectando—. Estoy perdiendo la paciencia. —La amenaza era tácita.

Una vez más, no le importó lo que le decía. Desde que salieron de su habitación, y lo dirigió a tropezones hacia un lugar retirado a donde pudiesen hablar, se habría esperado la peor de las actitudes por parte de la castaña. Entre advertencias, malas miradas e insultos dieron a parar a la cocina-el único lugar de la casa, al parecer-que no estaba repleto de trabajadores.

—Sin dudas ha quedado bonita la renovación, pero apuesto que si me hubiesen contratado a mí habría estado perfecta —Acomodándose en la isleta de pulido mármol negro en el medio del espacio, le sonrió sin despegar sus labios—. Hace poco he recibido un certificado de renovaciones de interiores, mis compañeros dicen que soy bueno. —Estaba jugando con la paciencia de la chica, y eso le causaba risa.

—Me importa muy poco si te han dado un jodido doctorado en decoración—Agitó su largo cabello, sin ocultar su desesperación—. Quiero saber cómo has conseguido venir hasta acá.

—He dicho certificado, no doctorado. —Soltó una risilla burlona corrigiéndola, sabía que desataría la furia contenida de ella.

—Si no hablas ya mismo, llamaré a la policía y te denunciaré por allanamiento ilegal.

¡Bingo!

Hyunjin meció sus piernas que colgaban un poco en la altura, y observó divertido a la chica que casi ardía de rabia frente a él.—No puedes hacer eso.

—¿No puedo? —Alzó su voz, claramente ofendida—, has entrado a mi casa sin permiso.

Antes que Hani pudiese sacar su teléfono celular de uno de los bolsillos de la chaqueta deportiva que tenía puesta, él le sostuvo la mano donde brillaba por sí solo el solitario de compromiso que alguna vez fue de Hwang Jisoo. Ella se quedó pasmada bajo el agarre delicado, mientras que Hyunjin intentaba esconder que un cosquilleo se hizo presente de sólo tener entre sus dedos la tersa piel de la castaña.