-Mamá, ¿Qué son esas luces en el cielo? - preguntaba un pequeño niño de cabellos cereza mientras observaba el cielo nocturno
-Son deseos, aunque aquí se le conocen como estrellas- contesto una bella dama de cabellos del mismo color
- ¿deseos? -
-Si Sei, deseos. Cada una de las estrellas, son deseos de todos nosotros, cada una es única y tiene un brillo particular. Ves esa de ahí, es más brillante que las demás, eso significa que el deseo es uno de los más puros y anhelados con fervor, el cual pronto se cumplirá-
Tomó a su pequeño hijo entre sus brazos, alzándolo. estiró su brazo señalando el cielo.
-Cuando las estrellas caen, los deseos se cumplen, justo como ahora-
-Mira mami, la estrella que dijiste, ¡está cayendo! - grito emocionado el niño
-Así es, tu abuelo decía que cada vez que una estrella fugaz crucé el cielo, en especial en estas noches, si pides un deseo, se cumplirá-
- ¿En serio? Entonces, ¡Deseo que siempre estes a mi lado! -
La bella mujer de cabellos rojos abrazó con fuerza al niño
-Oh mi león, siempre estaré contigo, cuidándote desde las estrellas, velando por tus sueños y deseos-
…
Un apuesto joven pelirrojo observaba el atardecer desde una colina, esperando con ansias la noche y con ella, la lluvia de estrellas, desde hace 15 años iba a ese lugar una vez cada año, cumpliendo la promesa que hizo a su madre antes que falleciera.Aun sentía el vacío que ella había dejado en su vida, ella era su luz, no podía decir que su vida era mala, tenia buenos amigos que lo acompañaron desde su niñez, pero cada uno de ellos ya estaba formando su vida, y él solo anhelaba encontrar eso mismo, amor. Odiaba admitirlo, pero sentía una envidia irremediable cada vez que los veía con sus parejas. Sus miradas, sus gestos ¡todo! Era el único que no tenia a ese alguien especial. Y lo deseaba, con ansia, desde un par de años, en esas mismas fechas (y cada vez que veía una estrella fugaz) pedía lo mismo “quiero encontrar el amor, deseo hallar a mi persona especial”.
Cuando la lluvia de estrellas comenzó, sus ojos brillaron con emoción, era como volver a esos días en los que las observaba con su madre, era mágico, era… era sorprendente, nunca había visto algo como eso, el cielo brillo con más intensidad, y en un parpadeo, una luz azul y purpura estaba frente a él, llamándole, la voz era parecida a la de su difunta madre, quiso tocarla, pero en ese momento la luz se alejó y empezó a avanzar de manera rápida.
- ¡Oye, espera! - gritó aun sin salir de su asombro, siguiendo a ese pequeña e intrigante luz, no sabia a donde iba, en su mente solo estaba seguirla.
Cuando finalmente la luz se detuvo, y nuevamente quiso tocarla esta se desvaneció, parpadeo rápidamente, observando con detenimiento el lugar en el que estaba. Era hermoso, un pequeño lago de agua cristalina, rodeado de árboles, sobresaliente una gran y bello sakura, en el agua se reflejaba la luna y las estrellas, era una vista impresionante.
-Esto es lo mas hermoso que he visto- susurró mientras una sonrisa se expandía en su rostro
-Es maravilloso, ¿no? - escucho una voz. Exaltado volteo en esa dirección, encontrándose con un lindo doncel de cabellos y ojos chocolates que le sonreía – Oh, lo siento, no quería asustarle- dijo este chico comenzando a temblar levemente, pues aquella mirada rojiza lo miraba con intensidad – Etto… Soy Furihata Kouki-
-Adorable… Eh, Akashi Seijuuro, el placer es mío – Respondió finalmente el de mirada rojiza mientras tomaba la mano del contrario y dejaba un beso en el dorso de esta, viendo como el rostro de Kouki se tornaba de un precioso color rojo.
-Oh, Akashi -san, espero no le moleste mi presencia, pero suelo venir aquí en estas fechas, no creí que alguien más conociera este lugar…- lo había dicho de una manera rápida y nerviosa, la anterior acción de Akashi le había acelerado el corazón y puesto mas nervioso de lo que estaba.
Miro con detenimiento al chico, este estaba agachado observando una flor que estaba a sus pies, la luz de la luna iluminaba su rostro, era atractivo, muy atractivo, a decir verdad, eso lo había notado antes de hablarle, aunque también le pareció tierno ver como miraba maravillado a su alrededor parecía un niño pequeño, rio al imaginarlo.
El pelirrojo entonces volteó y lo que vio lo dejo perplejo “retiro lo dicho, esto si es sin duda, lo mas hermoso que he visto… él es hermoso”. La luna iluminaba al castaño, quien tenia los ojos cerrados y reía levemente, una bella risa sin duda, el viento movía sus cabellos en lo que parecía un lenta y suave danza. Tomo la flor que había que había visto antes, se acerco al chico y la coloco en una de sus orejas para después acariciar sumamente la mejilla contraria.
-Claro que no, siempre y cuando Furihata me permita verlas a su lado esta noche y que mañana acepte ir conmigo a desayunar- dijo aun con su mano en el rostro del castaño, quien por segunda ocasión se sonrojo. Ambos corazones latían con frenesí, acoplados en una suave melodía de la que solo ellos eran conscientes.
A lo lejos, una bella dama vestida de luz y estrellas observaba con felicidad y amor como dos deseos se habían cumplido esa noche, al fin su hijo encontraba el amor y ya no estaría solo, tal y como ella había deseado hacía varios años.
-Mi pequeño león, al fin mi deseo se cumplió. - poco a poco se desvaneció en un suave y brillante polvo de estrellasEs la primera vez que escribo un fanfic, espero les haya gustado ¡Daré mi mejor esfuerzo! Dudo actualizar por día, pero trataré de hacerlo rápido
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31 Días de Akafuri (Cancelada)
FanfictionOne shots y drabbles de la pareja akafuri. No terminada, me esforzaré en el próximo 😅😊