Día 6

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Akashi Masaomi estaba realmente feliz, aquel día, su primogénito, Akashi Taiga acababa de contraer nupcias con un bello doncel castaño, Furihata Kouki, este chico había llegado a transformar la vida de la familia Akashi. Su esposa Shiori estaba encantada con él, y él aún más, pues fue gracias a Kouki que nuevamente logró que sus hijos y él fueran nuevamente unidos, y que su hijo menor, Seijuuro volviera a ser el mismo chico amable que fue antes. El logró entrar en el corazón de cada integrante de apellido Akashi... Más en el de cierto pelirrojo que en definitiva, no disfrutaba ver a su hermano casándose con quién amaba.

...

Aún recuerda la vez en que Taiga llegó de la mano con él, dejándole maravillado por tan hermoso ser frente a él, y con esas bellas y largas piernas y ese firme trasero, después de tratarlo, sé enamoró de él. Pero era el novio de su hermano ¡Por Dios! No podría hacerle eso a Taiga, por eso nunca se confesó y guardó esos sentimientos durante años, hasta que se casaron.

Intentó amar a alguien más, por eso ahora estaba en una relación con Kuroko Tetsuya, que al igual que él sufría de amor por Taiga, parecía ir bien su relación, no negaba la belleza que el peliceleste, pero algo faltaba. No era Kouki

Una tarde, su hermano le habló pidiéndole de favor que fuera a visitar a su pareja, pues el se encontraba fuera del país por negocios. Aunque quiso negarse, al final aceptó y ahí se encontraba, frente a la puerta del apartamento de Taiga. Tocó el timbre y pudo escuchar los pasos apresurados, cuando al fin se abrió la puerta pudo apreciar la esbelta y sexy figura de su cuñado con una enorme camiseta, que sabía perfectamente no era de él, Kou se veía realmente sensual.  

-Sei, Taiga me dijo que vendrías, pasa porfavor- le dijo finalmente el castaño, dando paso al pelirrojo - ¿Gustas algo de tomar?
-No, solo venía a ver si no necesitabas algo y si estabas bien...- por más que intentaba desviar la mirada no podía, menos ahora que el castaño se sentó frente a él cruzando sus piernas dejando ver sus lindos muslos y causándole un pequeño problema en su parte baja, problema que notó Kouki y le hizo sonreír.
-mmm... Verás- se puso de pie, contoneando sus caderas al caminar hasta quedar frente al Akashi menor -Si hay algo que quiero y necesito, Taiga ha estado fuera por más de un mes...  Y yo...- dejo la frase al aire y con una sonrisa coqueta se sentó en el regazo de su cuñado -Quiero ayudar a Sei y que el me ayude a mi- dijo finalmente para mover sus caderas sobre el pelvis del pelirrojo, Seijuuro estaba sorprendido, pero esa situación más que incomodarle le gustaba. Sonrió complacido, y sujetó las caderas contrarias con fuerza.

-Espero no te arrepientas después, Kouki- dijo mirando directamente a esos ojos castaños.

-Te aseguro que no, Seijuuro-nii -

Y es que, desde hace un par de meses, cada vez que Taiga salía de la ciudad, el acompañaba a su querido y lindo cuñado, a hacerle compañía.

31 Días de Akafuri (Cancelada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora