Día 4

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Un lindo castaño de sexy figura se encontraba frente a él, vistiendo un conjunto de lencería en color negro, el torso lo tenía cubierto por una especie de corsé con transparencias que simulaba una falda que la verdad no dejaba nada a la imaginación, y sus largas y lindas piernas estaban cubiertas con unas medias que lo hacía lucir aún más apetecible.

El chico de piel canela le sonrió con picardía, se acercó lo suficiente para quedar frente a él,  con un vaivén de caderas inició la tortura para Seijuuro, veía al sexy castaño bailar de una manera muy provocativa. No podía apartar la mirada de esa figura, su miembro empezó a reaccionar, y como no, el solo ver cómo pasaba sus manos por su torso, cuando se agachaba y acariciaba sus piernas y muslos, su perdición fue cuando le dio la espalda y pudo apreciar el bien formado y redondo trasero, sus dedos picaban por tocar, quería a ese lindo chico debajo de él gimiendo su nombre.

Pareciera que su fantasía se cumplió cuando el chico se acercó aún más y se sentó en su regazo, soltando un pequeño gemido al sentir el miembro erecto del pelirrojo en sus glúteos. Empezó a mover sus caderas provocandolo aún más, acercó sus labios al oído contrario dejándole escuchar pequeños jadeos y gemidos, Akashi sentía que con solo tenerlo así lo haría correrse.

Estrujó esos suaves glúteos entre sus manos obteniendo más dulces sonidos, el mismo inicio un movimiento de cadera simulando embestidas deleitándose con el rostro sonrojado del castaño, empezó a lamer y besar el cuello contrario y con una de sus manos acarició la suave piel expuesta de sus piernas.

La temperatura del ambiente iba en aumento, Seijuuro sin poder resistir empujó el cuerpo de Kouki acomodandole de tal manera que su pecho quedara recostado sobre la mesa, dándole la impresionante vista de su firme trasero en una panty negra, se posicionó detrás de él, acariciando su espalda y repartiendo besos en esta, su miembro dolía, así que con una rápidez impresionante lo liberó y lo posicionó entre los glúteos de Furi, y empezó a moverse de atrás hacia adelante, los dulces gemidos de su amante lo hacían excitarse más.

Kouki viraba los ojos de lo bien que se sentía, estaba ansiando sentirlo en su interior, grande e imponente, el mismo empezó a mover sus caderas buscando más, realmente ansiaba que lo penetrará, que lo hiciera gritar de placer y perderse en la lujuria.  Sintió como la suave tela del panty que llevaba era apartada y como un par de dedos entraban en su interior, solo eso bastó para que terminara por correrse.

-Oh Kouki, esto apenas empieza- escuchó en su oído, antes de sentir como su interior se expandia y una ola de placer le llenaba nuevamente.

31 Días de Akafuri (Cancelada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora