Día 9

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A Kouki le gustaba dibujar y pintar, era su pasatiempo favorito y su pasión. Por ello, no fue sorpresa para su familia y amigos que su talento lo llevase a dónde estaba ahora, el afamado joven pintor, un bello doncel, considerado un prodigio por su forma de hacer que sus pinturas reflejarán vida. Sus pinturas eran principalmente paisajes que al verlas te transportaban a esos bellos lugares, así como personas de todo tipo y nación, poco después empezó con pinturas un poco más atrevidas, como desnudos, aunque ahora no había encontrado al modelo perfecto para la imagen que tenía en mente.

Ese día, se encontraba caminando por las calles de Kioto cuando lo vio, un varón por demás atractivo, un poco más alto que él, con unos cabellos de un intenso rojo fresa, vestido con un traje que se amoldaba a su masculina y sexy figura, y esos pantalones que se ajustaban en los lugares correctos. Su respiración se cortó y su corazón latió desenfrenado cuando pudo observar su mirada hetero cromática, dorado y rojo.

Y lo imaginó, tal como llevaba pensando antes, este chico con su blanca piel y su imponente figura era perfecto en todo sentido para su próximo obra, y si de paso lograba algo más, mucho mejor.

Desde ese día, iba a la misma hora al mismo lugar solo para observarlo, siempre con su fiel cuaderno de dibujo y lápiz en mano, y el pelirrojo siempre se hallaba ahí, pero nunca le miraba mejor para mí, podría considerarme un acosador, pensó. Poco a poco, su mente indagaba en los mejores escenarios para esa pintura, hasta que por fin se decidió por uno y al día siguiente se acercó a este enigmático chico.

-Hola, Furihata Kouki, mucho gusto- saludó al tenerlo frente a él, y por Dios era mucho más atractivo de cerca.

-Akashi Seijuuro, el gusto es mio- respondió el contrario junto a una sonrisa coqueta, su voz, oh su voz concordaba con su figura imponente y varonil. Kouki mordió su labio inferior y con una media sonrisa continuó

-Te he estado observando, y me pareces realmente atractivo, un modelo ideal a mis ojos... Honestamente, me gustaría que posaras para mí, al desnudo- dijo, directo y sin rodeos mirando directamente a esos cautivantes ojos. Sin despegar la mirada, logró observar como el contrario entrecerraba sus ojos.

- Así que, Furihata-sensei quiere que sea su modelo- Kou en ese momento sintió una corriente placentera llegar a su parte baja sensei~, eso lo puso mal- Creo que será un gran honor posar para tan talentoso artista- finalmente dijo el pelirrojo

-Entonces, aquí tienes mi número y dirección, el día que puedas te espero en mi estudio- comento mientras le entregaba una tarjeta y con intención acariciaba la blanca mano -Te estaré esperando- se dio media vuelta, y mientras se alejaba contoneaba las caderas de forma provocativa.

Mientras tanto, Seijuuro no apartaba la mirada de aquel firme trasero.

...

Ahí se encontraba, frente a él, tal como lo imaginó, desnudo sobre una cama con sábanas blancas de seda, y dos que contrastaban en dorado cubriendo su parte baja pero dejando al descubierto sus piernas, y a su alrededor esparcidos en el colchón y su cuerpo, pétalos de bellas rosas rojas. Tomó su lápiz y empezó a trazar su figura en el lienzo, parecía que estaba retratando a un Dios griego, se veía tan sexy y apetecible.

- Sei, alza un poco más la mano,mírame, como si quisieras seducirme, si así- le indicó, el contrario solo obedeció, le parecía excitante ver al castaño tan serio y concentrado, dándole órdenes. Y la vista que tenía era increíble, pues el castaño solo traía puesta una camisa blanca dos tallas más grande con manchas de pintura en ella y unos shorts a medio muslo ajustados. Estaba tan ensimismado, que no se percató del momento en que este se encontraba tan cerca de él

-Sei, te dije que inclinaras un poco más tu cabeza - susurró Kouki sobre sus labios, mientras tomaba su nuca y la acomodaba en la posición deseada, Akashi sintió como si miembro reaccionaba -No es tan difícil, ¿O si?

-Sensei, ¿Acaso intenta seducirme?- cuestionó con voz ronca debido a la excitación

-Es por el arte, Seijuuro- fue la respuesta -Pero tienes razón, te estoy seduciendo, ¿Esta funcionando?- pregunto de forma inocente el pintor moviendo sus pestañas, bajo la mirada a la dorada seda y sonrió - Vaya, veo que si, que te parece si nos tomamos un breve descanso y te ayudo a aliviarte- y antes de poder reaccionar ya tenía al sexy doncel entre sus piernas dándole placer con su boca, podía sentir la le gua contraria subir y bajar, succionando y lamiendo toda su longitud y como con su mano acariciaba sus testículos, vaya que era el mejor sexo oral que le habían dado, por lo mismo no tardó en terminar y otra vez se puso duro al ver la imagen frente a él, Kouki con las mejillas rojas, los ojos llorosos y la camisa desarreglada, y en sus labios parte de su esencia, y lo mejor, ver cómo se ponía de pie y se quitaba esos molestos shorts y así quedar desnudo de la cintura para abajo.

-Sabes, desde que te vi la primera vez, me imaginé esto, tú jodiendome tan fuerte en una cama como esta, teniendote en mi interior y sentir como me llenas una y otra vez- dijo con voz sensual mientras se subía al regazo del pelirrojo y tomaba el miembro nuevamente erecto y lo dirigía a su entrada - Sei~- suspiró cuando el mismo se penetraba.

Akashi rápidamente reaccionó y lo tomó por las caderas, entrando de un solo movimiento en él, escuchando el gritó de sorpresa. Sonrió con gusto.

-Asi que sensei planeó esto, al parecer no fui el único, pero ahora no pararé hasta hacerte gritar- cambio de posiciones quedando ahora él sobre el pintor, sacando su pene y metiéndolo con fuerza una y otra vez. Las embestidas eran frenética, rudas y profundas haciendo enloquecer a Kouki, que al no poder emitir palabra alguna solo gemía  y jadeaba alto. Sentía el pene de Seijuuro invadiendo todo su interior, era tan placentero. Dio un grito cuando tocó aquel punto especial  que le hizo virar los ojos.

Seijuuro tomó sus piernas y las subió a sus hombros, haciendo que llegará más profundo, mientras lamía y mordía sus rosados pezones, Furihata estaba en su límite.

-Sei, ¡Sei! Voy a... Voy a correrme- dijo entre gemidos para finalmente venirse, un par de embestidas más bastó para sentir como Akashi se venía en su interior y sentir aquel cálido líquido en su interior.

-Sensei~, esto apenas comienza- susurró en su oído el pelirrojo para ponerlo en cuatro y penetrarlo nuevamente. Vaya que sería una larga noche, la pintura podría esperar.

31 Días de Akafuri (Cancelada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora