Jin:
—¡Mijo!, ¡Venga acá pa' que me ayude!—grito tu madre
—Voy—dijo tu novio levantándose de su asiento para ir directo con su suegra.
Llevaban ya 3 semanas con tu familia, tu novio ya se había acostumbrado a los gritos por parte de tu madre.
—Mira mijo ayúdame a probar la masa para los tamales.
Jin agarro un poco de masa con su dedo y la probó.
—Esta rica—dijo con una sonrisa.
—Aprovechado que ya está aquí, no me haría el favor de ayudarme a untarlo en las hojas por fa', bueno si no es mucha molestia—sonrio tu madre.
El asintió y comenzó a ayudarle a tu madre.
—¡___, ¿Piensas que no vas hacer nada?, No mi reina aquí todos trabajamos!—grito tu madre con cierta molestia— ¡Mínimo ponga música pa' poder inspirarme!.
Reíste, caminante hacia ellos con la bocina.
—¡¿Cuál canción jefa?!—
—No se el nombre mija, pero dice «Y que te deseo a morir».
—¡Ah!—exclamaste—¡Ya se cual!—dijiste y reproduciste la canción.
Jin solamente sonreía y reía, aún no entendía algunos conceptos que tú y tu madre usaban o decían.
—Y yo que te deseo a morir—canto tu madre a todo volumen.
Agarraste una cuchara y comenzaste a cantar.
—¡Que importa esta es la ultima vez!—lo comenzaste a usar como mi microfono—¡el orgullo puede esperar!.
Estaban muy absorbidas en la canción que dejaron a un lado a tu novio, el no decía nada solamente reía y sonreía, mientras que agarra pedazos de comida que habían elaborado y algunas veces con una cuchara probaba los guisados.
Pero algo que marco su atención fue un pastel de 3 leches que habían elaborado tu y tu madre para el cumpleaños de tu padre, Jin nunca supo el verdadero motivo de aquel pastel pero algo tenía claro
—(Una rebanadita no le hace daño a nadie, aparte no está el Staff para regañarme por la dieta)—Sonrio ante su pensamiento.
De manera cautelosa partió una rebanada “pequeña” y la puso en un plato para comenzar a comer muestras veías como seguían cantando y riendo las canciones que se reproducian.
(........)
Los platillos y comida estaban listos, todos sentados en la mesa disgustando los platillos de los chef's a cargo de ella.
—¡Muy bien familia, Es hora de partir el pastel!—
Aplaudiste y viste a tu novio para buscar su aprobación y compartir tu felicidad, sin embargo, el se puso rojo y bajo la cabeza.
—¿Amor estás bien?—
—¿¡Quien comió del pastel!?—grito tu padre.
Todos se voltearon a mirar, ninguno mostró respuesta, hasta que que sus miradas se dirigieron a tu novio, levanto la cabeza y dijo.
—¿Por qué me miran así?—canto nervioso.
Todos rieron ante aquella declaración.
Realmente tu novio era una ternura.