El ambiente estaba impregnado de una misteriosa oscuridad, como si la noche misma se hubiera materializado en la habitación. La única fuente de luz era la tenue pantalla de la televisión, cuyas imágenes parpadeantes arrojaban sombras grotescas en las paredes. La penumbra resaltaba las facciones suaves de Yoongi y __ mientras estaban acurrucados juntos en la cama, compartiendo un cálido edén de risas y complicidad.
__ se acomodó más cerca de Yoongi, abrazándolo mientras la película de terror proyectaba escenas cada vez más aterradoras. Pero la fatiga finalmente venció a Yoongi, y sus párpados cedieron, cubriendo sus ojos oscuros con una dulce calma.
Cada susurro suave y risa ahogada parecía fusionarse con el susurro del viento nocturno que se colaba por la ventana entreabierta. La atmósfera estaba cargada de una energía única, mezclando la emoción de la película de terror con la ternura de su conexión. El mundo exterior se desvanecía a medida que se sumergían en la trama, sus corazones latiendo al ritmo de las escenas aterradoras y los momentos de calma.__ se acomodó más cerca de Yoongi, su mano buscando la suya bajo las sábanas como si fueran el refugio perfecto contra los horrores ficticios que desfilaban en la pantalla. Pero la fatiga finalmente venció a Yoongi, y sus párpados cedieron, cubriendo sus ojos oscuros con una dulce calma. La habitación se llenó de silencio, solo roto por el susurro de la película y la suave respiración de Yoongi.
A pesar del abrazo reconfortante, __ no pudo evitar sentir que la oscuridad se cerraba a su alrededor, creando una atmósfera aún más inquietante. Cada sombra, cada ruido, parecía tomar vida propia. Pero decidida a enfrentar el miedo, __ continuó viendo la película en solitario, aunque su corazón latía con una intensidad creciente.La habitación se convirtió en un campo de batalla entre el terror en la pantalla y el terror en su mente. Cada momento de tensión la mantenía al borde de su asiento, y cada crujido de la casa parecía una amenaza latente.El silencio se rompió finalmente por el ronquido suave de Yoongi, quien se había hundido en un sueño reparador. Mientras la película alcanzaba su punto culminante, __ se encontraba sola ante el terror, sin embargo, su valentía y curiosidad la impulsaron a seguir.
Con el corazón latiendo descontroladamente, __ decidió que necesitaba un breve respiro y un vaso de agua para calmarse. Se deslizó con cuidado fuera de la cama, asegurándose de no despertar a Yoongi. Pero él notó su movimiento en la penumbra.
SCon el corazón latiendo descontroladamente, __ sintió que necesitaba un breve respiro y un vaso de agua para enfrentar la creciente ansiedad. La película había tejido un manto de tensión a su alrededor, y su garganta se había vuelto un desierto de nerviosismo. Decidida a recuperar la calma, se deslizó con cuidado fuera de la cama, donde el abrazo de Yoongi aún conservaba el calor reconfortante.
Caminó con la sigilosidad de un felino por la habitación, asegurándose de no despertar a su amado novio, quien seguía inmerso en un sueño profundo. El resplandor de la pantalla de televisión iluminaba el rostro sereno de Yoongi, haciendo que __ sonriera ante su tranquilidad.
Paso a paso, __ avanzó hacia la puerta, su mano rozando el picaporte con extrema delicadeza. La luz de la luna se filtraba a través de las cortinas, proporcionándole una guía tenue a medida que avanzaba por el pasillo. El suelo crujía bajo sus pies, añadiendo un eco inquietante a su recorrido.
Pero la oscuridad, como una manta opresiva, la envolvía mientras descendía las escaleras. La casa parecía respirar, cada sonido amplificado por la quietud de la noche. __ llegó a la cocina, donde el reflejo de la luna se deslizaba por el suelo de baldosas frías.
Fue entonces cuando decidió abrir el grifo del fregadero y llenar un vaso de agua, sintiendo el líquido fresco y calmante correr por su garganta reseca. La bebida ayudó a apaciguar sus nervios momentáneamente. Sin embargo, sabía que debía volver a la habitación, enfrentar sus temores y reunirse con Yoongi.
Sin embargo, antes de dar el primer paso hacia la escalera, __ notó que Yoongi había detectado su movimiento en la penumbra. La sombra de su figura se recortó en la entrada de la cocina, con los ojos entrecerrados, observándola en silencio, preparándose para una pequeña travesura que la dejaría sin aliento.
La figura de Yoongi se destacaba en la penumbra de la entrada de la cocina, una sombra misteriosa que parecía anticipar la sorpresa que estaba a punto de desatar. Sus ojos entrecerrados y su sonrisa traviesa eran difíciles de distinguir en la oscuridad, pero __ podía sentir su mirada en silencio, como si estuviera saboreando su pequeña intriga.
__ sostuvo el vaso de agua en sus manos, sintiendo la frescura del líquido corriendo por su garganta, ofreciéndole un breve alivio a su ansiedad. Sin embargo, sabía que debía enfrentar sus temores y regresar a la habitación, donde la película de terror aún aguardaba.
Inspirando profundamente, __ se preparó para dar el primer paso hacia la escalera que la llevaría de regreso a la cama y a los brazos reconfortantes de Yoongi. Pero justo cuando sus pies estaban a punto de moverse, una súbita sensación de que algo estaba a punto de ocurrir la recorrió.
Fue en ese preciso instante que Yoongi decidió llevar a cabo su travesura, como si la oscuridad y el suspenso de la película hubieran influido en su decisión. Con un movimiento rápido y sigiloso, se lanzó desde la sombra, emitiendo un escalofriante grito que pareció llenar toda la cocina.
El grito de __, impulsado por el miedo repentino, resonó por toda la casa, un sonido puro de terror. En un acto reflejo, su mano se alzó y conectó con fuerza con la nariz de Yoongi, quien retrocedió en un gemido de dolor. La sorpresa y el dolor se mezclaron en su rostro, y rápidamente se llevó las manos a la nariz herida.
Ambos quedaron momentáneamente petrificados por la situación, la cocina sumida en un silencio inquietante que solo se veía interrumpido por las respiraciones entrecortadas. Mientras __ lamentaba su reacción impulsiva, Yoongi, entre risas y gemidos, comprendió que su intento de asustarla había tenido un inesperado y doloroso giro.
—¡Oh, Dios mío! ¡Yoongi, lo siento tanto!— exclamó __, su miedo inicial convirtiéndose en preocupación mientras la adrenalina fluía por su cuerpo.
Yoongi, entre gemidos de dolor y risas, respondió,
—No te preocupes, cariño, fue mi culpa. No debería haber intentado asustarte—
Fue un momento en el que la tensión y el miedo se disiparon, reemplazados por risas nerviosas y una comprensión mutua de que la noche de terror que habían compartido tomaría un giro inesperado y memorable.
