El cielo estaba de un color rojo anaranjado y las nubes se veían grisacias con un poco de color negro en las orillas, junto a ellas con un morado oscuro que se asimilaba a la obsidiana las sombreban, los pájaros volaban con todas su fuerzas buscando alguna luz de esperanza, buscando aquella libertad que tanto los caracterizaba. Pequeños asteroides caían sin parar,una tras una, como si de gotas de lluvia se trataran caían con rapidez y sin titubear. El sol se veía de un tono mucho más asemejado al naranja rojizo que de un amarillo que en tiempos pasados hubiera sido un gusto verlo. Miraba todo con asombro y a la vez con temor,mi respiración subía y bajaba, mi frente estaba llena de una capa ligera de sudor frío, todos estos sentimientos me hicieron sentir enfermo y acorralado, no podía procesar lo que veía enfrente de mí, aquel espectáculo tan tétrico pero a la vez tan magnífico, jamás creí en el fin del mundo solo lo veía como algo que las personas decían cuando estaban a punto de fallecer pero al parecer era verdad. El fin del mundo existe y yo estaba en modo espectador viendo todo el paisaje.
– JAJAJAJA –reí con ironía para luego me sentarme en cuclillas
Mis manos se posaron en mi cabeza, sentía como mi cabeza palpitaba latentemente. Podía sentir como en cualquier momento estallaría, por un momento cerré mis ojos tratando de procesar todo y tratar de tranquilizarme sin embargo la gente gritaba fuertemente mientras huía
Como si el correr y gritar los salvaría de su estupido destino.
Apreté más mis párpados, y tomé con más fuerza mi cabello, cuando de repente escuche a un bebe llorar.
No llores
De mis ojos resbalaron lágrimas y de allí hacia mis mejillas
¡Callate!....Por favor
Las persianas se movían lentamente debido al suave viento nocturno, la luz de la hermosa luna brillaba con furor, entrando por la ventana iluminando junto con una lámpara la sala. Todo era tan tranquilo y pacifico
–Amor, si fuera el fin del mundo ¿con quien lo pasarías? –dijo mirándome a los ojos mientras ambos bailaban al unísono de la canción de I don’t want to set the world on fire.
–Sabes que no creo en esas tonterías amore mio–Rei mientras pegaba mis manos más a su cintura.
–Lo se amor, pero responde por favor–dijo haciendo un puchero
–Contigo obviamente y con nuestra pequeña– sonreí mientras me arrodillaba ante ella y posaba mis manos en su estómago le daba un pequeño beso-
Ella me sonrió para luego acariciar mi cabello.
Mi mente hizo algún tipo de corto y volteé al cielo. Ellas, aquellas mujeres fueron mi motivo de mi vida a lo largo de mi vida. Fueron aquella luz de esperanza en mi vida ya hecha una mierda.
Debería encontrarlas, llevaba mucho sin verlas. No sabía si ellas me perdonarían o al menos quisieran escucharme. Me levanté y con los puños cerrados, me dispuse a correr mientras la gente me empujaba, no sabía exactamente lo que sentía, lo único que podía saber con exactitud es que una fuerza me impulsaba a seguir. Ese momento estaba lleno de éxtasis. Estaba tan concentrado en mi objetivo que jamás me percaté de lo que sucedía a mi alrededor.
–¡Cuidado!- gritaron
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.¿Les agrada la idea de que siga?