Capítulo 15: ¡Apuros!

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«Y cuando el abismo llore, y los tiempos se detengan; cuando el destino fallezca, y no haya luz, cuando los justos caigan y reine el caos, llegara. He que viene algo terrible, y no habrá salvación, más que aquel, que lleva el dolor de dos. Ven, va y viene, sea pues, el fin. Ven, va y viene, Apoteosis final.

—Libro del Fin»

WEISS.

Bueno, ¿Dónde estoy? Mire a mi alrededor tratando de comprender, puesto que yo debería estar durmiendo junto a Airis. No obstante, ahora mismo no sé dónde estoy. ¿Cómo lo sé? Pues, gracias a que estoy en una completa nada, en un lugar oscuro. Ni siquiera puedo ver el piso bajo mis pies, todo es de una total negrura que me está poniendo los pelos de punta. Mire mis manos, y luego mire a la distancia, o a lo que creo que es la distancia. Trate de caminar, y note esa sensación de flote, como cuando nadas. Y aun así, puedo respirar con facilidad.

¿Qué demonios?

—Weiss —una voz, ronca, profunda, y conocida resonó en todo el espacio negro. Lo recuerdo, recuerdo esta voz. Fue aquel que ahora me guía, y creo, es el dueño de mi sistema de puntuación y más. Con miedo busque por el lugar, pero solo hay negro—. Whinne está en peligro, ve y ayúdala.

— ¿Q-quién eres? ¡¿Dónde estoy?! —pregunte temeroso, a lo que el espacio en negro brillo de morado, y frente a mí, una neblina oscura hizo presencia. Y junto a ella, un hombre entre sus veinte le acompaño.

—En la nada —sus ojos violetas, como un abismo sin fin me vieron con calma, como si rebuscaran en mi alma. Un temblor se apodero de mí, a lo que no pude decir nada ante la persona, o cosa, que está frente a mi—. Whinne es importante, tanto para ti como para mí, será mejor que la protejas. O, ¿acaso quieres ver sufrir a Airis?

Un click, como si algo dentro de mí se hubiese roto, resonó. Todo aquel miedo desapareció por completo, y una gran furia se apodero de mis sentidos al escuchar sus palabras.

— ¡¿Qué demoni...?! —pero fui callado, una presión tan siniestra se apodero de mi cuerpo, debilitándolo por completo. Y algo mucho peor que miedo le siguió, dándome a entender, que esta persona frente a mi... es un demonio por completo.

—Hoy mismo, así tengas que mover cielo y tierra, te quiero con Whinne. Hazlo, o de lo contrario enviare a tu amada al abismo total. Ve Weiss, talvez recuperes tu memoria en el proceso, Erenzal.

— ¿Qué...? —y con sus últimas palabras, todo este mundo oscuro se disolvió, y mi mente escapo finalmente de aquella aura siniestra.

***

— ¡Airis! —con un grito me levante de golpe, sintiendo un sudor frio correr por mi cuerpo. Un miedo instintivo hizo girar mi vista a la persona que debería estar a mi lado, y que, por suerte, dormía con tranquilidad.

Suspire de alivio, viendo que ella se encontraba bien. Su cabello lavanda, de varias tonalidades corría por las blancas sabanas de la cama de paja, la cual es un poco incomoda, pero no tan molesta como dormir en el suelo frio de una cueva. De hecho, hoy dormí como nunca, puesto que todos estos años había estado durmiendo en el suelo, o en alguna cama improvisada. Dando grandes bocanadas de aire me calme, acariciando a la bella durmiente que no se había despertado por mi grito.

Aun así, ¿a qué se refería ese... hombre? El sueño que recuerdo es bastante vago, pero aun así las partes importantes las recuerdo a la perfección. Y sin dudas, me acaban de obligar, salvar a Whinne. ¿Qué le estará sucediendo? Pero lo peor de todo, es que debo de hacerlo antes de mañana... o de lo contrario Airis pagara las consecuencias.

Juego de Héroes: La venganza del Dragón Blanco ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora