Capítulo 17: ¡Un dragón blanco!

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«Oh, Edad de Muerte, tu que diste inicio al caos. Abriste paso al Descenso, y liberaste al Abadon. Gloriosa tu era que hizo llorar al vacío, y trajo consigo lo material. Fuiste tú, la Sonata del Comienzo en este oscuro futuro que ha de llegar.

Libro del Fin»

«¡Airis, ve y asesina a esos desgraciados! ¡Nos dejes que nadie sobreviva! ¡Mátalos y haz que sufran!» —esas fueron las palabras que, por primera vez, escuche venir de Weiss.

—P-pero... —montada en su espalda junto a la llamada Whinne, quise instigarlo a irnos y poner a salvo a la pequeña. No obstante, puedo sentirlo, puedo sentir el odio viniendo de nuestra conexión de alma.

«¡Solo haz lo que te digo!» —tuve que tragarme mis preocupaciones, y responder con un "si". No sin antes, colocar bien a la niña para que no cayese por error de la espalda de Weiss. Sin decir mucho, salte de allí con mi arco en mano, en dirección de los presuntos maltratadores de la pequeña.

«Es la primera vez... que veo este lado de Weiss. Es como si estuviese siendo controlado por la ira, algo muy diferente a su calmado ser. Desde que lo conocí hace años en la isla, siempre fue una persona calmada, con la meta de volverse fuerte. Y eso, de verdad lo aprecie mucho. Pero, ¿Qué es lo que Weiss me oculta? Primero, ¿Quién es esa niña? ¿Cómo sabia el nombre de Weiss al verlo? ¡¿Por qué son tan parecidos?! Las tonalidades de sus cabellos son lo mismo, el color de sus ojos también... ¿Qué me está ocultando?»

No voy a mentirme a mí misma, estoy molesta. Estoy frustrada y enojada ahora mismo. Siempre he tratado de mantener la calma, o mas bien, siempre lo estoy. Las veces que me he molestado por algo son bajas, pues, siempre trato de verle el lado positivo a las cosas. ¡¿Pero que tiene de positivo todo esto?! Sin darme cuenta, me encontraba luchando contra ese tipo.

Bueno, tengo que seguir las ordenes de Weiss... aunque no quiera. Digo, desde aquí, puedo ver como esa madre protege a sus dos hijos, y una pequeña niña... la verdad, no me importa matarlos... pero... al ver a su madre... me hace pensar que algún día yo también lo seré, ¿acaso yo...?

— ¡Que mierdas estás hablando! ¡Desgraciada! ¡¿No tienes ideas con quien hablas?! ¡Yo soy el Conde Holydel, yo...! —cortando mi línea de pensamientos, sin reparos dispare una flecha cargada de maná a ese molesto sujeto. No obstante, ese hombre de nuevo detuvo la flecha.

Tsk... maldita sea. De verdad quiero irme y tener una buena platica con Weiss... solo déjenme matarlos y acabemos con esto. Seguí atacando al sujeto, disparando cada vez más rápido las flechas hechas de maná sólido. En mis ataques, él comenzó a hablar conmigo tratando de buscar una distracción, distracción que no hare posible. Pero,

— ¡E-escucha! ¿P-puedo preguntar porque hacen esto? —su reciente pregunta, me desenfoco un poco.

No pude evitar bajar mi arco y levantar una ceja, preguntándome, ¿Por qué hago esto? Si bien parece que la situación es crítica, bien podría tomar a la niña y ponerla a salvo. Para mas tarde, vengarnos de estas personas con un mejor plan... además, aun no sé quién es ella... urggg...

Weiss siempre me ha ocultado cosas, y de verdad, ya me están comenzando a molestar...

—Umm, ¿talvez porque ese humano de allí le hizo daño a uno de los nuestros? No perdonare a los que le hicieron daño a Whinne —fue lo único que pude pensar, si Weiss conoce a Whinne, es obvio que se conocen, por lo tanto, ella deber ser una especie de dragón, creo.

Arg, ¡voy acabar esto de una buena vez! Levante mi arco y sin darme cuenta, mis emociones comenzaron a fluctuar a través de mi maná. Una gran cantidad de energía se vertió en la flecha, haciéndola brillar de todos los colores. Fije la trayectoria hacia la familia... y dispare.

Juego de Héroes: La venganza del Dragón Blanco ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora