Capítulo 12: El pueblo del bosque.

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¿Quién como tú? Oh santo y poderoso abismo, que has caído y te has levantado. Sea tu poder como tinta en un pincel, pues has de renacer y traer el fin.

—Textos antiguos, viejo Libro del Fin, Canto al Fin.

Autor anónimo.


Weiss.

Luego del accidente del desgraciado lobo, le pedí a Airis me enseñara su habilidad de ver Estados, que resulto se llamaba ‘Análisis’ y como su nombre indica, analiza las cosas que veo y me muestra una ventana con el análisis completado. Esta claro que no puedo analizar cosas que son mas fuertes que yo, pero por suerte para mí, tal y como dijo Airis, no hay muchos monstruos fuertes.

Ah, un cangrejo morado, a ver…

[Cangrejo Helo Mayor —NV:36, Rango: C+.]

[Posee habilidades como: Tenaza de Hielo, Trampa de Hielo y Lanza de Hielo.]

[Un valioso cangrejo de hielo que vive en las peligrosas costas del Bosque Maldito, sus tenazas son grandemente valoradas en los distintos reinos.]

Oh, ¿su color morado significa mayor? Bueno, no tiene muchas diferencias mas que su color. Pero veamos… solo tiene una habilidad mas que uno común, ¿Tenaza de Hielo? Eso suena peligroso… ¿Zonas… peligrosas? ¡¿Bosque Maldito?!

Nueva información, actualmente estamos en una “zona peligrosa” conocida como Bosque Maldito, ¿Qué bien? ¿no? Temblé un poco para mí y me volteé a la chica que ahora recolecta bayas en los distintos arbustos del bosque.

—Oye Airis, según mi Análisis, ahora mismo estamos en una zona peligrosa —le dije cruzado de brazos. Si ella ya hizo un análisis, me imagino que sabía de esto… en serio, ¿acaso no puede esta chica decirme las cosas?

Ella volteo masticando una baya con su ceño fruncido.

—Por el tono de tu voz, ¿estas enfadado?

—N-no es que este enfadado, solo me molesta que no me adviertas de estas cosas —le dije evitando su mirada.

—Um, no es que no te quiera advertir, es solo que no veo peligro en decírtelo. Digo, lo mas extraño que he analizado hasta ahora es al pequeño perro, que era rango B.

No era un perro… era un lobo, ah, tengo una sensación de deja-vu. ¿Acaso no Ophis dijo algo así hace mucho tiempo? Ha… que recuerdos.

—De todos modos, como tu compañero, debes avisarme de cosas como esta. Puede que no hayas encontrado amenazas, ¿pero será así cuando nos adentremos mas en el bosque? Ahora mismo estamos en la costa, puedo imaginarme que en el bosque existirán bestias más poderosas. —le hable con calma, mirándola de reojo.

Ella solo hizo un puchero llevando a su boca otra baya. —*masticar* Esta bien *tragar*… no quería preocuparte, cariño.

Suspire acercándome a ella, para luego acariciar su cabeza.

—No pasa nada, solo confía en mí, ¿está bien? —levantando su rostro por la diferencia de altura, sonrió, asintiendo.

Lo que me lleva ahora a…— ¿Esas bayas son comestibles?

—Según mi análisis, sip, ¿quieres?

—No, no, ya comeré uno de esos cangrejos… o lobos…

***

Con los soles en lo alto, Airis y yo partimos de la costa en dirección del bosque de pinos. Como esperaba, la fauna y la flora aquí son increíbles. Hay una gran variedad de hongos a donde sea que vea, al igual que arbustos grandes y frondosos, cercanos a los altos pinos que ocultan el cielo en su mayoría. Pese a todo esto puedo ver la tierra oscura a mis pies, cubierta por una fina capa de viejas ramitas y hojas secas provenientes de quien sabe qué, en un estado semihúmedo.

Juego de Héroes: La venganza del Dragón Blanco ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora