Juego de Héroes: La venganza del Dragón Blanco ©

Capítulo 21: ¡Recuerdos del pasado!

"Él espera, que todo acabe. Hasta entonces, el Abismo es imparable
—Secretos del Abismo"

Airis.

Durante todo el tiempo que ha pasado, finalmente pude establecer una relación de madre he hija con Whinne, quien resulto agradarme mucho. Ella sin dudas es la figura mas cercana que tendré de una hija, por lo menos por ahora. Con ella, he hablado durante todo nuestro transcurso hasta la Ciudad Bestial. No digo que es malo, pero me vino bien hablar con otra persona a parte de Weiss, hablar de bueno, cosa de chicas. Aunque Weiss siempre trata de ser atento conmigo, no deja de ser un hombre; por lo que hay veces que no me puede comprender.

Como ahora, luego de mucho finalmente estamos en la Lethia, según nuestra nueva guía. Una joven chica llamada Lucy, quien pertenece a la tribu Zorros Dorados. No me sorprende mucho, esta tipa es una zorra que quiere engatusar a Weiss, ¡lo puedo ver en sus ojos! Y lo mas molesto de todo, es que es linda; ojos dorados, cabello dorado, cola dorada, ¡todo de ella es dorado excepto su piel! ¿Acaso eso es lindo? ¡No! ¡Es redundante! Tarde o temprano te cansaras de ver tanto dorado.

En fin, junto a ella avanzamos en la fila, hasta que finalmente toco nuestro turno.

Un hombre vestido con una extraña armadura plateada nos vio con sorpresa y algo de sospecha. No lo culpo, viendo a todos los demás sin dudas destacamos un poco, solo un poco. En realidad, creo a parte de Weiss y yo, no hay ningún Draconiano por la zona, ¿acaso serán raros?

—Buenos días, ¿puedo preguntar su nombre? —aunque parecía preocupado por nosotros dos, trato de mantenerse tranquilo. Sus ojos cafés vieron a Weiss, quien estaba al frente, para después mirarme a mí, y luego a Whinne.

Ah~, que pervertido, no deje pasar que sus ojos bajaron hasta mi pecho. Huh, ¿me pregunto cómo se sentirá Weiss de esto? Todas las chicas de esta fila lo han estado viendo desde las sombras, he notado cada una de sus miradas llenas de lujuria. ¡Weiss es mío! ¿Qué no pueden ver la marca en su cuello? ¡Yo la hice! Normalmente cuando una dragona nota una marca en un dragón macho, debería dar media vuelta y no buscar relación amorosa con él. ¡Pero todos aquí parecen ignorar esa regla! ¡Eso hace que me enoje! Tomen a Lucy como ejemplo, ha estado al lado de Weiss todo el rato dándole miradas discretas, ¡y cada vez que la descubro solo me guiña un ojo!

Tal vez notando eso, puedo sentir que el agarre en mi mano derecha se fortalece, lo que me hace ver a Whinne, quien solo me sonrió con timidez. Aw, esta bien, debo calmarme. Lo ultimo que quiero es que Weiss me tome como una araña trepadora, no, debo calmarme, solo un poquito.

—Buenos días, mi nombre es Weiss, como ve soy un Draconiano. A mi lado se encuentra mi esposa, Airis, y mi hija, Whinne —usando un tono de voz cortes, Weiss nos presento a ambas. Solo hice una pequeña reverencia, y Whinne por otro lado se ocultó detrás de mí.

Ella es muy tímida.

El hombre por otro lado pareció un poco sorprendido. — ¿Hija? —pregunto.

Weiss se encogió de hombros, mientras que yo entrecerré los ojos recordando nuestra cuartada. —Hay… ciertos problemas familiares detrás de eso, espero que comprenda —el hombre normalmente vio a Whinne, quien tiene unas lindas orejas de lobo y una esponjosa cola, para luego ver mis cuernos y los de Weiss, es normal que se sienta sorprendido.

Pero al ver el sorprendente parentesco con Weiss, el hombre asintió con una pequeña sonrisa.

—Ya veo. Bienvenido a la Ciudad de Lethia. Como ya deben saber, para entrar se necesita confirmar su licencia —Weiss aun lado inclino su rostro, a lo que el hombre se apresuro a decir—: En caso que no posean una, tienen que pagar una cuota para poder entrar a los muros de la ciudad; el costo por persona es de una luna, y si quieren hacer una licencia serian diez lunas por persona.