Capítulo 13: La Aldea Ridhea

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“Señor que controla el tiempo, tú creas el tiempo, y por cuanto controlas el tiempo, montas el espacio, te pido, protégeme del abismo que oculto está en el vacío”
—Canto de piedad al Lord del Vacío Espacio-Tiempo.

Hoy es un día como cualquier otro en la aldea de Ridhea, como siempre, a primera hora del día tuve un rápido desayuno para luego alistarme a mi deber. Como parte de esta aldea, ayudo en la seguridad de esta como la mayoría de los hombres. Para mala suerte nuestra, la Aldea de Ridhea esta al norte del Continente Umbral, específicamente en las Montañas de la Muerte cercanas a la Costa de la Muerte. Es bastante molesto el nombre, pues ambos llevan “muerte” en él, pero eso solo enfatiza lo peligroso que es este lugar.

Este bosque altamente peligroso, es conocido ampliamente por las Bestias Mágicas que habitan en él, estas no son pocas y mas bien, son muchas. Desde pequeños Duendes a las cercanías de la aldea, hasta grandes y peligroso Kramadums, conocidos también como Troles de Hielo. Hay miles de bestias que superan el rango B, llegando al A+.

Por ello, mantener una pequeña aldea no es tarea fácil, y básicamente necesita de una constante vigilancia por parte de los habitantes. Por suerte, somos cercanos al Pueblo de Farion, con quienes comerciamos la mayoría de las veces. Otra cosa, es que, pese al alto peligro del lugar, muchos integrantes de la Unión Guerrera y Aventurera vienen en grandes lotes solo para tratar de cazar en la zona. La Unión de Guerra es algo así como un gremio que emplea personal para distintos trabajos, que en su mayoría son de guardia o traslado de carretas y demás. Mientras que la Unión Aventurera se encarga de minimizar la población de Bestias Mágicas en el continente, muchos también los conocen como mercenarios.

En fin, gracias a que estos guerreros y aventureros vienen con frecuencia, nuestra aldea construyo bastantes posadas donde alojar a estas personas y ganar un poco de dinero de paso. Con el tiempo, una Casa de Ventas se fundo en la aldea para que los aventureros vendiesen sus cazas y otras cosas útiles que luego venderíamos a los miles de comerciantes que viajan de todas partes del reino con tal de comprar estos materiales altamente famosos. Si, se podría decir que el Bosque Maldito es un lugar lleno de riquezas, y de peligros.

Un lugar donde los aventureros ponen a prueba sus capacidades en batalla, y donde también los cazadores vienen con frecuencia para cazar a los caros Ciervos de Cristal, de los cuales sus cuernos son vendidos por altos precios en la Ciudad de Holydel, la ciudad más cercana en kilómetros de viaje.

Con un poco de sueño por la noche anterior, bostece alineándome con mi compañero de hoy, Hernán, un viejo conocido de la Aldea y también un amigo de tragos en la taberna. Él hoy llevaba su típica armadura de cuero y espada de hierro (un poco desgastada) colgada en su cintura.

Como ya es costumbre nos posicionamos a ambos lados del puente que conecta con el Bosque Maldito, después de todo el gran Rio Galates abre sus venas por este sendero.

—Parece que no fui el único en desvelarse anoche —rio mi amigo, quien en realidad es bastante viejo con cuarenta años siendo su edad.

Sonreí amargamente. —Muchos aventureros llegaron ayer, y entre ellos vinieron muchas chicas lindas —suspire riéndome un poco—. ¡Para nada perdería mi oportunidad de lucirme!

— ¡Jajajaja! —rio estrepitosamente el viejo—. ¡Típico de ti, jajaja! —al igual que él reí un poco para distraernos un rato, de vez en cuando algunos aventureros pasaban saludándonos con espadas en mano, al igual que algunos cazadores quienes se adentraban en lo profundo del bosque—. Y entonces, ¿paso algo? ¿encontraste a tu bella dama o fuiste súbitamente rechazado por todas?

Juego de Héroes: La venganza del Dragón Blanco ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora