Five

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- Oye Mark- comenzó Donghyuck- yo... quiero decirte algo...

-¿Qué pasa?

-Ehm... yo...

-¿Tu..?

-Yo... Bueno... Antes... Cuando... Nos besamos... Yo...- el pelinaranjo estaba completamente sonrojado, su amigo podía darse cuenta de lo nervioso que se encontraba-. Me gustas, Mark- lo miró fijamente a los ojos, y le dijo serio.

-Yo... t-también- respondió.

Se quedaron sin decir nada durante algunos minutos. ¿Significaba eso algo? ¿Estaban saliendo? Ninguno de lo dos tenía claro que es lo que acababa de suceder, ni que pasaría después de la repentina confesión por parte de ambos.

La puerta de la habitación se abrió inesperadamente, haciendo que los chicos que hacía tan solo un segundo se encontraban sumidos en sus lejanos pensamientos se sobresaltaran. Era la madre de Mark.

<<Cualquier día nos pilla haciendo algo raro>>, pensó el canadiense.

-¿Vais a bajar a cenar?- pregunto la recién llegada-. Llevaba un buen rato llamándoos pero no os manifestábais así que decidí venir a llamaros.

- Ehm, s-si, vamos ahora, s-seguro...- ambos se levantaron rápidamente mientras pronunciaban afirmaciones ante la pregunta de la mujer.

Llegaron al comedor, pusieron la mesa y llevaron los platos. Se sentaron a comer. Ninguno se atrevió a pronunciar palabra hasta que la madre de Mark comenzó a hablar.

-¿Qué os pasa hoy, enserio?- al oír la pregunta, se miraron y se dieron cuenta del incómodo momento que le estaban haciendo pasar.

- Ah bueno- comenzó Mark-, solo estábamos pensando en cosas, mamá.

-Bien, por un momento pensé que os habíais quedado sin voz o algo parecido. ¿Qué habéis hecho?

-Antes jugamos al Animal Crossing- dijo Donghyuck sonriendo- jugar con Mark es muy divertido.

-¡Me alegro de que lo paséis bien!

Y así, continuaron conversando, más alegremente, toda la cena. Al fin habían conseguido reaccionar, después de lo sucedido anteriormente no habían tenido palabras para poder hablar.

Cuando acabaron, Donghyuck les agradeció por todo y fue a su casa. Se dió una buena ducha y se puso su pijama, para después acostarse.

Justo cuando estaba entre sus sábanas, a punto ya de quedarse dormido, se dió cuenta.

<<He besado a Mark>>. Sus ojos se abrieron como platos. No podía creerlo. <<Le he dicho a Mark que le quiero>>. Sintió cómo subía el calor a sus mejillas.

Espera un momento. Pero, Mark... ¿había correspondido?

Donghyuck llevó una de sus manos a su rostro, tapándose la boca. No se lo creía. ¿Podría ahora tan solo mirarlo a los ojos? ¿Cómo sería él capaz de presentar un trabajo en clase con Mark?

Le gustaba, pero, aquello había llegado completamente  a otro extremo.

Y así, pensando en ello, Donghyuck se quedó dormido.



❖ ── ✦ ──『✙』── ✦ ── ❖



Al día siguiente, sábado, el joven pelinaranjo despertó a las once, pronto para la hora en la que solía despertar comúnmente.

Con su pijama algo descolocado y su suave cabello revuelto, se fijó en su móvil. Estaba encendido.

Se aproximó, aún medio dormido, para ver cuál era el motivo de su estado. Al cogerlo, vió que su amado Mark lo estaba llamando. Al principio no le dió importancia, pensó en llamarlo más tarde, pero justo antes de dejarlo nuevamente sobre la mesa, se dió cuenta de las indicaciones de los iconos que aparecían en la parte superior de este: <<798 mensajes y 47 llamadas perdidas>>.

Dió un salto y lo descolgó lo más rápido que pudo.

-¿Mark?- pronunció.

-¡Donghyuck!- notó la voz del contrario agitada.

-Oye, ¿qué pasa?- preguntó- dime que estás bien...

- Donghyuck- oyó seriamente al otro lado de la línea-, asómate a la ventana antes de que se asome alguno de nuestros padres y lo vea.

Este, obedeció rápidamente.

Casi arranca sus cortinas, a su vez abría las ventanas y las persianas.

Enfocó su vista en la ventana del contrario, viendo algo que lo sorprendió y lo hizo llorar de alegría...

-Yo... Por suspuesto...













Más que amigos... [MarkHyuck]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora