Más que amigos... [MarkHyuck]

Eight

El lunes siguiente, ya en clase, ambos se echaban alguna que otra mirada atrevida, que solo ellos entendían, pero les bastaba con eso al ser todo lo que pretendían. Mark solía ser el que más picaba a Donghyuck.

Ese día no echaron mucha cuenta durante las diversas clases, por no decir que no atendieron nada.

Ambos se deseaban, como era normal en dos adolescentes con las hormonas completamente revolucionadas. Pero sabían perfectamente que si querían seguir escondiendo su secreto no podrían hacer nada mientras se encontraran en el lugar.

Aunque, a Mark se le fue un poco de las manos...

Tocó el timbre que anunciaba el descanso, y todos salieron del aula lo más rápido que pudieron para intentar coger las mejores mesas, pero el canadiense se plantó frente a Donghyuck, y cuando la última persona abandonó los pasillos, lo besó.

Allí en la clase, solos los dos, sin que nadie los viese.

O eso pensaban...

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[Cinco minutos antes...]

Sonó el timbre, y todos salieron salieron rápidamente del aula. Wooyoung no se lo pensó y corrió a por la mejor mesa.

Cruzó los pasillos hasta llegar y ver como la cogían. Frunció el ceño. Un poco decepcionado con sí mismo, tomó una de las mesas libres que quedaban, pues, almenos ahora tenían una mesa.

Salieron todos, y se percató de la ausencia de sus dos amigos: Donghyuck y Mark. Recordaba haberlos visto entrar esa mañana, deberían de haber salido de la clase. Pensó en la posibilidad de que, con los despistados que eran, se hubiesen perdido. Pero, el camino era corto y sencillo, eso era imposible, así que la descartó.

¿Les habrá pasado algo? Su mente se llenó de dudas, estaba preocupado por sus amigos. Aunque le doliese tener que dejar la mesa que había conseguido, lo hizo para comprobar qué les había pasado.

Entró en el establecimiento, subió las escaleras, y giró a su derecha. El camino era fácil. Corrió hasta el final del pasillo, donde se situaba su clase. La puerta estaba abierta.

Se acercó a ella para ver si se encontraban allí, y para su sorpresa, le dolió haberlo podido comprobar.

Ante sus ojos, estaba Donghyuck sentado sobre su mesa, y Mark inclinándose sobre él, juntando sus labios en un atrevido y excitante beso.

Por supuesto, Wooyoung supo que los dos chicos no se habían percatado de su presencia. Salió sigilosamente del aula.

- Yo ya sabía que tenían algo raro- dijo para sí mismo- son unos enfermos, no les volveré a hablar nunca, qué asco.

Así comenzó a bajar las escaleras. Suspiró. Por su expresión, cualquiera podía darse cuenta del enfado, asco y desorden mental que le había dejado la imagen de sus dos amigos en la clase.

Cuando llegó afuera, se encontró con Jiwoo, que estaba sentada sola en un banco.

-¿Qué os pasa hoy?- rió la chica- No os había visto a ninguno de los tres antes. ¿Os estáis escondiendo de mí?

-Bueno... Ellos no salieron así que entre a buscarlos. Se estaban besando- dijo esto último con una mueca de asco.

-¿Y a qué viene esa cara? Son sus decisiones, son sus vidas. Si son felices así, tú también deberías estar feliz por ellos. A mí no me parece mal, pero si era un secreto no deberías habermelo dicho a mí, ni a nadie más.

-¿Que eso está bien? Estáis todos fatal, no sabéis lo que decís- contestó Wooyoung ofendido.

-¿Saben que los has visto?

-No.

-Pues no vallas a decirles nada, actúa como si nada hubiese pasado para no preocuparlos- desde luego, la chica deseaba lo mejor para todos, no podía ser más linda. Era muy cuidadosa con cada palabra que decía.

-¿Pretendes controlarme?

-Pretendo hacer lo mejor para todos, aunque después de todo es solo mi opinión... Tu tendrás otra y la respeto... Pero así como quieres que yo respete tu opinión deberías respetar tú la de los demás, te lo digo antes de que hagas nada- y con estas palabras se levantó del banco y dejó a su amigo, algo pensativo, sentado en él.