Una historia paralela a Boku no Hero. Midoriya Izuku estudiante de universidad algo solitario con problemas en casa. Su madre es una jefa de una empresa exitosa y reconocida por todo el país, por lo que, permanece alejada del joven peli verde; su pa...
Para cuando desperté después de haber tenido una noche pasional con el pecoso como una pequeña reconciliación, me estiré teniendo aún mis ojos cerrados y, al abrirlos Izuku no estaba al lado mía. Recordé pesadamente lo que pasó hace tan solo unas horas y una apenas notable sonrisa se divisó en mi rostro, sinceramente en el tiempo que pasé sin él lo extrané bastante.
De un salto me levanté y caminé hacia la puerta que estaba entre abierta, antes de salir miré los pasillos, tras no escuchar o ver algo fuera de la normal pude salir con tranquilidad. Me aproximé a las escaleras y a medida que las bajaba se escuchaba una voz algo dulce soltando versos en inglés. Llegué a la cocina y me sorprendió lo que mis ojos divisaban, no quería soltar alguna carcajada para desconcentrarle pero no la pude ocultar. Eso sorprendió a Izuku que se dio la vuelta y me miró sonrojado dejando de cantar, cosa que no hacía tan mal a mi punto de vista, y también de cocinar.
- Cantas bien Izuku. - Mi tono de voz se notaba algo burlesca por el sonrojo que adornaba sus tiernas mejillas pecosas.
- ¿C-cuánto tiempo llevas viendome?
- Acabo de llegar. - Di varios pasos quedando frente a él, eché un rápido vistazo a su lado, había hecho el desayuno para las dos, que tierno.
- Y-ya veo. . .bueno, ¿tienes hambre? - Sólo asentí con la cabeza y le ayudé a terminar de servir el desayuno dejando luego los platos, vasos y la cubertería en los asientos que a continuación nos acomodaríamos.
No pasó mucho para que ambos terminaramos nuestros platos y limpiaramos. Me parecía raro que a esta hora de la mañana la entrometida no se diera a ver.
- Izu, ¿estamos solos hoy en casa? - Él terminó de limpiar la mesa y me miró asintiendo con la cabeza.
- Ujum, Uraraka y mi madre han salido.
- ¿Tu madre? - Me parecía curioso el saber que su madre estaba rondando por el lugar, ¿cuándo llegó?
- Ah, es que ayer llegó de su trabajo y lo estuvimos celebrando. - Una linda sonrisa apareció en sus labios, segundos después se borró dejando una mueca.- Etto. . .Shoto, quiero hablar sobre algo. . .
- De acuerdo, habla. - Nos sentamos en las sillas del comedor, uno frente a otro, podía notar que estaba nervioso por como jugaba con sus dedos y tartamudeaba algunas cosas intendibles, carraspeé y me miró.
- E-ehm. . .me gustaría hablar sobre lo del otro día. . .- Una pequeña sensación de incomodidad invadió todo mi ser, sin embargo mantenía la compostura pero sin hablar, no me apetecía mucho hablar sobre ese tema en concreto. - ¿V-vas a decir algo?
- Como dije ya. . .te involucré en algo que ni siquiera tenía pensado que estuviera en mis planes. No puedo se más sincero.
Luego de tales palabras dichas por mi un silencio sepulcral invadió el lugar. Izuku bajó la cabeza hacia abajo, mirando el suelo, mierda, ahora soy yo el que quiero que hable. Mi cola se movía un poco rápido y de un momento a otro golpeé la silla con esta, mostrando el mal humor que tenía en esos momentoa; en eso, Izuku levanta la cara mostrando su gran sonrisa tan linda como el primer día que la vi con un pequeño rubor en sus mejillas pecosas.
- Me alegra que lo digas. . .pensé que el problema era yo.
- Tú nunca serás la causa a mis problemas, eres la solución que está ahí siempre, la necesite o no.
No sabía cuando o como pasó pero tenía a Izuku sentado en mis piernas rodeando mi espalda con sus brazos manteniendo su rostro oculto en mi cuello, tardé unos segundos en reaccionar y rodearlo también con mis brazos apegando del todo su cuerpo al mío.
- Izu. . .
- Perdón, tus palabras me han emocionado. . .
- No te disculpes pequitas. . .
Una adorable risilla salió de sus labios, supuse que era por el mote cariñoso que le puse. Nos quedamos callados por un largo tiempo, esta vez, el silencio era cómodo. Llevé mi mano a su espalda y la acaricié lentamente provocandole un escalofrío, sonreí y tomé su mentón haciendo que dejara mi cuello y nos unieramos en un lento beso que se tornó subido de tono ante la intromisión de su lengua a mi boca, parecía que la timidez la dejó de lado. Bajé mis manos recorriendo su extensión de piel hasta su trasero al cual di un suave apretón, él rompió el beso jadeante y dejó su cuello a la vista que enseguida ataqué dándole lamidas y mordidas.
- S-shou-chan ah. - El apodo más el gemido me hizo perder la cordura que me quedaba. Lo tomé de los muslos y lo puse en la mesa dejando sólo su espalda apoyada, me acomodé entre sus piernas sintiendo de inmediato un movimiento de caderas.
- Más. . .- Ordené con la voz ronca de excitación, el delicioso frote de ambas pieles me volvía loco así que acompañé sus movimientos con simulaciones de embestidas sacando gemidos de su parte y jadeos por la mía.
- S-se siente bien Shou-chan. . .- No aguanté, quería más de mi pecoso, le bajé el pantalón de pijama que llevaba y alcé la camisa, iba a continuar atacando sus rosados pezones pero antes de hacer algo ambos giramos a la puerta de la cocina, había sonado un pequeño rechinido.
- ¡¿Qué demonios es esto?!
Una voz femenina penetró nuestros oídos, una cabellera verde se vió aparecer acompañada de una castaña, no sabía que hacer, me quedé paralizado.
- ¿¡M-mamá?! - Izuku se tensó bajo mía.
Mierda.
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╭─► ‧₊ 「Continuará.-;;」 ⇢ ╰─────────✧
Me temo que alguien morirá. Ese compa está muerto.
