Una historia paralela a Boku no Hero. Midoriya Izuku estudiante de universidad algo solitario con problemas en casa. Su madre es una jefa de una empresa exitosa y reconocida por todo el país, por lo que, permanece alejada del joven peli verde; su pa...
Nada más haber salido de la casa del peli verde me encaminé a la casa de Kirishima bastante rápido para que no se preocuparan mucho aunque Denki al ser alérgico a los gatos me deja salir y no estoy todo el rato en esa maldita casa teniendo que escuchar sus gritos y peleas, aunque, también detestaba cuando estaban con aquel tono meloso y poco después los gemidos del rubio, sinceramente, en ese caso prefiero más las peleas.
Suspiré cuando vi que ya estaba en la puerta de entrada. Estaba decidido a abrir la puerta pero algunos sonidos extraños se escucharon, oh no, ni de broma entro si lo están haciendo, son más escandalosos cuando están teniendo sexo. No me quedó de otra que transformarme hasta tener la forma felina para así lograr entrar por la ventana e irme directamente a la habitación que me correspondía, apartada de la de aquellos dos pero aún así se eran capaces de escuchar algunos gemidos. Cansado volví a mi forma humana sólo para poder sentarme en el suelo dejando la espalda recargada contra la pared pensando un poco. De la nada, un olor bastante dulce y embriagador llegó a mis fosas nasales, ese olor me dejó anodado ya que provenía de la camisa de Deku. Algo ruborizado por lo que iba a hacer sólo me dediqué a tomar la camisa por el cuello y subirla hasta la nariz, ahí comencé a olerla olvidandome de todo y quedando dormido.
[. . .]
Narra Izuku.
Ya habían pasado cuatro días desde que conocí al híbrido que tanto suspiros me había sacado por su presencia faltante. Me había dedicado en esos días sólo a limpiar y soltar algunos estornudos, también había rastro de una tos leve. Eso me pasa por ni siquiera haberme cambiado luego de llegar pero no era importante ya, se me pasaría luego de varios días más y, aún así Uraraka me dijo que me quedara en casa no sin antes haber recibido sus sermones de hermana mayor sobreprotectora.
- Espero que el resfriado se pase cuanto antes, tendré demasiada tarea y trabajos. . .- Solté un pequeño bufido, encima estaba sólo ya que Uraraka se fue con sus amigas Tsuyu y Mina a dormir a casa de la última mencionada. Tan sólo me quedaba a esperar en la cama a que la pastilla que me había tomado antes de que Uraraka se fuera me hiciera efecto.
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Ya eran las siete de la tarde y lo único que había podido hacer es quejarme, lamentarme y dormir como alma que lleva el diablo. Ahora me hayaba en la cocina, sentado en una silla, delante mía se encontraba un plato de comida que recién había sacado del microondas, no tenía ganas de nada pero era mi obligación. Tomé el respectivo cubierto y antes de dar el primer bocado sonó el timbre; algo extrañado me levanté y caminé a la puerta de entrada, abrí y me llevé una grata sorpresa al ver a Todoroki ahí de pie con mi camiseta y pantalones entre sus manos.
- Todoroki, me alegra que hayas venido, te extrañaba. . .- Musité esto último por lo bajo, él no pareció oírlo, o eso creí.
- Sólo vine a traerte la ropa.- Me dijo con su frialdad que mostró el primer día, sin embargo, yo mostraba una sonrisa, me alegraba volver a verle después de tantos días. Me dió la ropa y yo la tomé aún sonriendo.
- ¿Y quieres pasar un rato? - Pregunté animadamente mirándole a aquellos heterocromáticos ojos.
- No, tengo más cosas que hacer.
- Anda. . .por favor, sólo unos minutos, Uraraka se ha ido y estoy solo. - Dije perdiendo la sonrisa dejando ver una mueca.
- Dije que tengo cosas que. . .- No sé porqué se detuvo pero actuó de la nada con nerviosismo, su cola se movió y sus orejas se alzaron, luego susurró algo que no alcancé a oir. - Creo que sí aceptaré la invitación.
Sus últimas palabras hicieron que mi sonrisa volviera y mi malestar se esfumara del todo, me eché a un lado y le dejé pasar, cuando este pasó cerré la puerta tras de mi y caminé directo a la sala, dejé la ropa ahí y miré a Todoroki.
- ¿Quieres algo de beber? - Pregunté mirándole ahora con un toque de curiosidad ya que se había quedado mirando a la ventana por unos instantes.
- Un vaso de agua estaría bien. . .- Dijo volviendo a mirarme, sólo por unos segundos, luego bajó la mirada al suelo.
- ¡Bien! ahora te lo doy. - Dicho esto fui a la cocina siendo seguido por él, tomé un vaso y lo llené con agua de una jarra, me giré a verle y de la nada me encontraba pegado a la pared por estar siendo abrazado por él, mis mejillas tomaron un sonrojo rápido. Miré a Todoroki quien miró a la ventana nuevamente alzando una ceja, no sabía que pasaba pero la situación me dió algo de miedo.
- ¿Q-qué haces?. . .
- ¿Ah? -Sus ojos se posaron de repente en los míos, me observaban con total detenimiento. De la nada, dejé la realidad atrás, no escuchaba nada, sólo me había concentrado en sus ojos y la situación, mi corazón se aceleró y mis mejillas se pusieran más rojas, me comencé a acercar a sus labios de forma lenta sintiendo su aliento chocar contra el mío, hasta que un sólo movimiento bastó para que ambos labios fuesen unidos en un beso sin maldad, noté que apenas un rubor llegó a las mejillas de él. Pero no nos separamos, es más, el mitad felino comenzó a mover sus labios mientras yo lo seguía, ambas lenguas se iban buscando a medida que entre abría mi boca; era una sensación inexplicable pero única, mi corazón latía aún más rápido que antes y me estaba dejando llevar hasta que caí en la cuenta que era mi primer beso, debía de admitir que me estaba gustando mucho por lo que puse mis manos en su cuello, rodeándole y, él en mi cintura apegando ambos cuerpos más.
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