━ •Enamorado de un gato.• ━

ᴄᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ. ✧ 𝟙𝟞

𝙰𝚖𝚘𝚛 𝚏𝚎𝚕𝚒𝚗𝚘.
  ⃟ ཹ։❀──🏹───

Narra Todoroki.

– ¿Todo está listo?– Pregunté como por enésima vez en el transcurso de la mañana, estaba ligeramente preocupado por lo que podría pasar en este día. Y la preocupación resaltaba por como me miraba de vez en cuando en el espejo y la constancia de mi mirada en mi reloj de pulsera.

– Sí, no te preocupes y deja de preguntar. – Musitó aquella irritante voz femenina a un lado mío.

– No puedo evitarlo estoy nervioso. – Admití frunciendo el ceño, me enfadaba conmigo mismo por pensar en cosas irrelevantes, era una tontería pensar esas estupideces a estas alturas.

– ¿El gran Todoroki Shoto nervioso? vamos pequeño Todoroki, nunca has estado así.

– Eso lo sé y no me digas pequeño, mocosa.

Noté su mirada en mí, se notaba molesta, la miré e iniciamos una corta pelea de miradas hasta que salí victorioso. Luego, cada uno seguimos a lo nuestro por unos minutos, de nuevo fijé mi mirada a ella, más al vestido largo que portaba, rosado con algunos detalles negros y dorados.

– Estás horrible no deberías de ir. – Dije sin más con una pequeña sonrisa burlona.

– ¿¡Ah?! ¿¡Pero qué dices?! me veo bien, mejor que tú, bola de pelos.

Me callé por unos segundos, alcé mi mirada a su cabello y lo señalé. – No soy una bola de pelo tu cabello sí.

Nuevamente gané aquella pelea cuando mi contraria chasqueó la lengua y acomodó su cabello con las manos y más tarde con el cepillo, reí por ello y salí del baño. Caminé al frente de las escaleras que daban al segundo piso, donde Izuku estaba, esperaba que saliera y me salvara del nerviosismo. Gruñí bajo y volví a mirar la hora, íbamos a llegar tarde y estaba por entrar en cólera.

– ¡L-lamento la tardanza! – Se escuchó cerca mío, alcé la mirada y me fijé en aquel pequeño peliverde que bajaba las escaleras con prisa, acomodando su alborotado cabello verdoso. Vestía con un traje blanco algo ajustado, acompañado de una pequeña flor en el bolsillo del saco del color de mi traje. Simplemente le quedaba perfecto, además sus ojos y pecas se apreciaban más.

– Vale la pena esperar. – Musité asombrado de tal belleza frente a mí, gané arrebatarle un sonrojo y una risa nerviosa.

– ¿Te parece bien el color? Es que quizás es muy. . .

– Tonterías, es perfecto. – Lo interrumpí regalándole una ligera sonrisa que fue devuelta. Se acercó a mí y se quedó mírandome, esos ojos esmeraldas no dejaban de analizar cada detalle de mí.

– El color vino te queda bien, resalta tus bellos ojos. – Susurró al fin, ya empezaba a ponerme nervioso.

– ¿Eso crees? pienso que apaga más mi apariencia.

– Para nada. – Me regaló una gran sonrisa quitándome la preocupación de encima.

– Ehem. . .lamento interrumpir pero si os ponéis melosos llegaremos tarde.

Ambos nos miramos y reímos avergonzados a la vez que dábamos un asentamiento de cabeza. Tomé su mano y nos encaminamos a la salida, nos encontramos con un coche metalizado con algunos detalles como rosas que lo adornaban, y a su lado, Iida, el novio de la mocosa. Nos dirigimos una mirada y pasamos a entrar a los asientos traseros tomando con fuerza la mano de Izuku, estaba nervioso.