Una historia paralela a Boku no Hero. Midoriya Izuku estudiante de universidad algo solitario con problemas en casa. Su madre es una jefa de una empresa exitosa y reconocida por todo el país, por lo que, permanece alejada del joven peli verde; su pa...
Definitivamente esta persona tan tierna de nombre Izuku es el correcto para mí a pesar de que sea un simple humano, la raza que tanto daño nos ha hecho a mi especie; pero, aún así, he podido llegar a comprender que es el amor. Miré a el pecoso viendo que estaba dormido balbuceando cosas que no llegaba a comprender en absoluto, su rostro simplemente me parecía el de un angel que venía a salvarme de las garras del maldito Kirishima. Me recosté un poco para estar más cómodo, quería dormir un rato más. Mi sueño se vio interrumpido por un leve ardor en mi costado que me impulsó a llevar mi mano derecha hasta la zona afectada, no sabía bien lo que ocurría por ello me levanté como pude y caminé al baño torpemente, el ardor pasó a ser una sensación como si mi piel estuviera siendo quemada. Al llegar al baño miré hacia el espejo viendo que en la dicha zona donde permanecía el dolor se formaba unas letras en cursiva como si de un tatuaje se tratase, poco a poco se podía leer "Izuku" en ellas. El dolor cesó repentinamente así que no le dí tanta importancia y me metí a la dicha para limpiar el rastro de semen y el sudor de mi cuerpo. Tras pasar unos minutos salí del baño y caminé de vuelta a la habitación, quería vestirme, pero antes de tomar si quiera de nuevo el rumbo mi vista se tornó distorsionada hasta desplomarme en el frío suelo escuchando el estruendo de mi cuerpo impactar con el suelo, había caído desmayado con el pasar de los segundos teniendo las letras aquellas con algo de sangre.
Narra Izuku.
Me desperté lentamente frotando mis ojos algo pesados, no había dormido muy bien por un leve dolor en mi trasero. Suspiré derrotado y me levanté lentamente sintiendo de golpe un inmenso dolor en las caderas, repentinamente caí a la cama soltando un quejido ahogado gracias a mi mano, no quería despertar a Shoto. Fue algo tarde cuando me di cuenta de que este estaba ausente, me pareció extraño a primeras aunque después de haberlo pensado le resté importancia, seguramente estaría en el baño dándose una ducha. Solté un suspiro, cuando más lo necesitaba no estaba, pero no me quedó de otra que mantener fuerzas y levantarme para tomar ropa limpia y vestirme lentamente soltando quejidos a la hora de ponerme la ropa interior y pantalón. ¿¡Cómo podía doler tanto?!
Me dirigí hacia la mesita de noche del lado de mi cama para tomar una pastilla. Mis acaciones se vieron totalmente interrumpidas por escuchar un grito femenino y después mi nombre en tono alarmante, era Uraraka. Apresuramente me dirigí a su dirección aguantando el dolor infernal; cuando llegué me paralice completamente estando en un estado en shock, Shoto estaba recargado en las piernas de Uraraka, sus orejas estaban bajadas totalmente, sus ojos cerrados con pequeñas lágrimas saliendo de estos, su piel se veía más pálida de lo normal y para colmo tenía una herida sangrando.
– ¿¡Uraraka, qué sucede?! – Dije al salir del trance acercandome a ambos de forma apresurada sin importarme que Shoto estuviera desnudo y en su forma humana delante de Uraraka.
– Deku. . .ya estába así cuando me lo encontré. . .– Me dijo bajando la mirada asustada.
– ¡L-llama a la ambulancia! – Grité desesperado, ella asintió y apartó suavemente la cabeza de Shoto de ella para ir al teléfono y llamar a la ambulancia, poco después estos entraron a la casa con una camilla llevándose el cuerpo frágil de Shoto al hospital.
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