Manipulando el flujo de la novela [..]

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—Señorita, hoy estuvo muy distraída ¿Acaso está enferma?—Pregunto Anabella, la sirvienta que siempre me acompaña.

Define "enferma"

—En lo absoluto, Ana. Es solo que estoy ansiosa por ir a la academia mágica.—Mentí con una sonrisa.

Anabella me miro convencida, ya que se lo creyó.

—Señorita, usted es realmente afortunada de ser alguien realmente inteligente y maduro, escuche que su majestad esta interesado en comprometer al príncipe, quizás llegues a ser tú una candidata ¿No sería eso maravillosa?

¡Claro que lo sería! Porque como todos sabemos yo soy suicida y me encanta morir apuñalada.

—Así es. Estoy ansiosa por conocer al príncipe Alex, dicen las voces que es alguien realmente inteligente—Reí mientras me tapaba la boca elegantemente.

—Señorita, usted Apesar de tener tan temprana edad, es alguien realmente maduro e inteligente—halago Anabella, yo solo sonreía ante sus halagos. Estaba muy acostumbrada a este tipo de comentarios siempre.

Desde que "reencarné aquí" estuve analizando la situación, ya que, hoy se cumple 2 años desde que llegué. Sinceramente aquí todo y todos son raros. Me refiero, la magia existe, la gente es extremadamente tonta y nadie parece tener en cuenta que hay más cosas aparte del amor.

Es una novela cliché de romance ¿que esperabas?

Suspiré, la criada me miraba otra vez con esa mirada de estupidez pura y absoluta. Me pregunto si me comprometerán con el príncipe, esperemos que no, aún que si lo hacen tampoco es que me importaría.

(.....)

—Entonces querida ¿No has pensado en llamar al joyero aún?—Pregunto mi hermoso, sexy, y apuesto padre hacia mi madre.

—Ya mandé un vestido para Emilia—Ese es mi nombre—Pero el mío aún no lo han traído.

Estábamos sentados en el jardín tomando el té. Mis padres son muy cercanos, pero son muy corteses por lo que no están día y noche detrás de mí.

—¿Es así?—El duque detli tomo de su taza de té mientras seguía hablando con la duquesa.

—¡Padre!, ¡madre!—Escuchamos a Kyle, mi hermano mayor viniendo desde atrás.

¿No era que el tonto estaba entrenando?

Mire a mi hermano extrañada.

—Ya termine de entrenar—Aclaro dirigiéndose a nuestros padres.

—¿Oh? ¿En serio?—Exclamo madre, parecía un poco sorprendida—Tatiana, por favor prepara otra taza de té para Kyle.

La sirvienta hizo una reverencia cortes mientras se disculpaba para retirarse. Kyle se sentó a mi lado y me regalo una gran sonrisa, a la que yo también le devolví.

Después de algunos minutos de pura charla ordinaria, la sirvienta llegó con una bandeja de té y otros aperitivos más.

Ella lo acomodo todo, mientras mis padres hablaban. De repente llegó un caballero y al percatarse mis padres dejaron de hablar y lo miraron expectantes.

—Saludos a la duquesa y al duque detli—El caballero hizo una breve reverencia—Nos acaba de llegar un mensaje de su majestad.

Al escuchar aquello mis padres no parecían tan sorprendidos, y yo aún que lo estaba, fingí total naturalidad. Mientras que Kyle alias: la oveja negra de la familia, miraba al caballero con los ojos como platos.

—Habla—Ordeno mi padre con la mirada fría que tanto le caracterizaba.

—Su majestad solicita una cena familiar, pero no será sino hasta pasado mañana.—Informo el apuesto caballero.

A todo esto ¿Como se llama este bombón?

Al ser una novela de romance asiática todos sin excepción eran hermosos, y los que no lo eran, no tenían papel en la historia. Y esta apuesto caballero indudablemente era hermoso, tenía la piel extremadamente blanca y ojos profundamente negros, tenía también un cabello liso azabache.

Le doy y no consejos.

Bajo mis pensamientos yo solo estaba comiendo galletas como si nada.

—Puesdes retirarte—Ordeno mi padre.

¡No, por favor!

El joven hizo otra reverencia y se dispuso a irse, en menos de nada ya se estaba alejando.

¡Al menos si te vas llévame contigo!

Grite para mis adentros mientras por fuera fingía que todo está bien.

Después de que el joven caballero haya desaparecido, pensé un poco en por qué carajos nos había llamado a cenar su majestad. Quizás sea por qué su majestad y mi padre son primos, o yo que se. Sea lo que sea, me saldré con la mía.