Manipulando el flujo de la novela [..]

19

Después de que terminen las presentaciones me puse a buscar a mi hermano entre la multitud, pero no pude verlo, así que sin querer perder tiempo fui a ver al cartel de las nuevas clase para ver en cual estaba y quiénes serían mis nuevos compañeros.

Dirigiéndome hasta ahí vi una gran multitud mirando la carteles, que eran varios por la multitud de clases y alumnos, así que fui directamente al de mi grado, parada ahí junto a alumnos que venían e iban busque mi nombre.

Emilia detli clase 2C

Mis ojos bajaron para ver mis compañeros.

Los hermano Yulien.
Milo drutler.
.....

Bien, Melina no estaba en mi clase.

Un suspiro con un tono bastante felino se escuchó atrás mío.

Me gire para ver a Milo Drutler a mi lado mirándome con desdén.

—¿Qué?—Solté con malhumor.

—Tengo que tener mala suerte porque no puede ser que esté contigo otra vez en la misma clase—Negó con la cabeza—Aunque bueno que se le va a hacer—Otro suspiro más salió de su boca con una cara que decía "que remedio".

—¿Lo que escuchaste en el discurso de apertura dónde quedó, Milo?

—¿Cómo que donde quedó? Estoy siguiendo las normas, incluso estoy compartiendo espacio público con gente de menor rango y burgueses... creo que escuché que hay una plebeya por aquí también—puso cara de asco.

Y pensar que a mí en la novela me juzgan por acoso cuando los verdaderos acosadores y malas personas aquí son los propios intereses masculinos.

Pero como son hombres y son atractivos no pasa nada.

Milo drutler, con una apariencia tan afeminada y hermosa es uno de los personajes más malvados y retorcidos que conocía, él despreciaba a cualquiera que no sea de clase alta. Tenía ese sentimiento de superioridad, o mejor dicho simplemente era clasista, aunque no era únicamente por motivo de dinero y origines sino también por físico. La razón por la que se enamora perdidamente de Melina era porque consideraba muy hermosa, casi tanto como él. Su familia también era uno de los ducados más importantes del reino descendientes de gigantes del norte, enemigos naturales de los dragones, suponía que por esa razón inevitablemente habían ese rechazo natural entre los dos ducados.

Es irónico porque defendemos intereses en común y somos aliados políticos, pero siempre que estamos en la academia, Milo suele aprovecharse de la libertad de expresión para hablarme a mí y a Kyle informalmente.

En algún punto Milo simplemente me ignoró, saco un pequeño espejo de bolsillo para ponerse un poco de labial y mirarse fijamente ahí, sus ojos verdes estaban absortos en su reflejo mientras se apartaba un par de mechones azabaches de su cara.

Ah, y por si su personalidad molesta no fuera poco encima Milo era un gran narcisista, de hecho él cree firmemente ser la persona más bella del imperio, lo cual no puedo confirmar porque ya estoy más que acostumbrada a ver personajes atractivos, para mí todos los personajes principales tienen más o menos el mismo nivel de hermosura lo único que varía es gustos personales, o sea, si te gustan más los rubios, pelirrojas, etc, pero en general realmente da igual.

La lógica de Milo en lo que respecta al físico es como intentar debatir que personaje de un anime Harem es más atractivo, todos son iguales pero con diferentes personalidades y diferente color de pelo, realmente no hay punto alguno.

Hice una mueca con los labios de disgusto y también lo ignoré. Ya que no se podía traer sirvientes tuve que apuntar mis propias clases en una libreta, no en todas las clases tenía los mismos compañeros pero en ninguna me tocó con Melina, ya que es un año menor que nosotros. Como mucho coincidiremos en pasillos o en algún otro lugar, quizás excursiones, nada más.

Al terminar de apuntar mis clases me dirigí a los dormitorios femeninos que estaban al otro lado del campus con los dormitorios masculinos al lado. Al llegar entré al edificio y miré la hoja en la cual había apuntado mi habitación, era la número 144. Entré en la habitación con las llaves asignadas.

Era una habitación bonita, grande y espaciosa con decorativos verdes y blancos, bastante refinada, en realidad la academia no se hacía subestimar; las donaciones y pagos los usaban para bien, por eso tenían tan buena reputación, como un hotel de 5 estrellas pero en la época del siglo diecinueve.

Reconocí mi maleta encima de lo que me suponía era mi cama; una grande, elegante con sábanas de color verde y un escritorio con una silla al lado. Por otro lado estaba otra cama exactamente igual pero sin ninguna maleta encima lo que me hacía pensar que quizás mi compañera de cuarto por algún motivo se retrasó en venir a la academia a tiempo, puede suceder en caso de que el alumno sea extranjero. El tiempo en viajes de carruajes a otros reinos o imperios puede ser largo y muy duro.

Quienes ponían nuestras cosas adentro eran "los encargados del alumnado" o más simple como el personal de limpieza, a ellos se les permite entrar mientras estamos afuera tomando apuntes de nuestras clases o haciendo nuestra jornada diaria, también para dejar nuestras cosas el primer día como hoy.

Algunos nobles no están acostumbrados a hacer la cama y no son capaces de arreglar algo de desorden, por eso es que "los encargados del alumnado" que es la manera más sutil para no llamarles sirvientes por la estricta dinámica de igualdad. Se ocupan de mantener el orden y la higiene en la habitación por nosotros.

Quité la maleta y la puse a un lado, luego me tumbé con cansancio esperando a mi compañera de cuarto, quería conocerla antes de bajar a la cena. Cada año puede variar de persona, pero el año pasado tuve una buena compañera así que no dudaba que este año sería igual.

La norma dentro de la academia es no ser clasista ni discriminar aún así hay gente que simplemente se rige por las clases sociales y la nobleza pensando en sus relaciones futuras, es natural. No es como si afuera de la academia el mundo fuese igual, así que supongo que es mejor intentar llevarse bien con personas de más alto rango que tú o por lo menos no caerles mal.

Perdida en mis pensamientos noté como la puerta se abría lentamente así que me levanté un poco a la expectativa de una persona desconocida de otro reino.

La puerta se abrió y una chica con pelo largo rizado, sedoso de color castaño entro tímidamente. Sus ojos eran grises como nubes en un día tormentoso y su vestimenta era humilde, en sus manos cargaba su maleta.

Por un momento me quedé en blanco con la realización de quién era, así que simplemente me quedé con una cara inexpresiva mirándola fijamente.

Ante tal silencio incómodo ella movió la boca como en un intento de decir algo.

—Eh, hola, eh, perdón por entrar sin avisar es que como vi que la puerta no estaba cerrada con llave.. yo pensé que..—Empezó a explicarme de forma nerviosa, su mirada iba de mí al suelo y así consecutivamente.—que había alguien adentro y no quería molestar por si estaba durmiendo...—en silencio la mire fijamente—eh, lo siento mucho si la he molestado, señorita—agachó la cabeza.

¿De todas las personas en la academia la que tenía que entrar era la psicópata esta?

Es imposible que sea mi compañera de dormitorio, esto es un error. En la novales Malina era la compañera de dormitorio de Rosemary Yulien y su mejor amiga. Entonces ¿Qué hace aquí?. Yo no me he equivocado desde luego esta es mi habitación.

—Levanta la cabeza, no tienes porque disculparte así.

Ella me miró a los ojos con la cabeza otra vez en alto y las mejillas rojas de lo que suponía que era una fingida vergüenza.

Serpiente astuta.

—Enseñame tu hoja de habitación. No te conozco y tenía entendido que otra persona sería mi compañera de dormitorio.—Dije inexpresiva con mi mano alzada hacia ella.

Melina dejo su maleta en el suelo y vino rápidamente.

—¡Ah, sí!—Se acerco y me tendió la hoja.

La tomé y miré lo que ponía en ella.

"MELINA GRUBER. HABITACIÓN #144 DORMITORIO 2"

Mi cara era todo un poema.

Esto no puede ser posible, no tiene sentido.

####