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Salvación

Miré en mi viejo diario el siguiente paso que tenía que hacer para prevenir mi horrendo futuro.

Prepare mi ropa y mire el cielo con amargura.

La noche apenas comenzaba, pero yo me había excusado con que tenía sueño así que "me iba a dormir" o más bien me iba a los barrios bajos.

Cambie mi lujoso vestido por uno pequeño y desgastado, era lo menos caro que tenia en mi habitación, pero aún se notaba que era ropa de alguien con dinero. Por lo que tuve que ponerme una capucha negra encima.

Me mire al espejo. No quería que mi apariencia levantase sospechas así que me amarré el pelo con una cinta negra, del mismo color que mi pelo. Luego baje la capucha hasta que solamente se podía ver de mi nariz para abajo.

-Listo..-Susurre victoriosa.

Abrí la copia del grimorio Detli, para poder transportarme. El grimorio Detli era el libro mágico que se les otorgaba a los sucesores del Ducado, pero yo ya había hecho una copia de este mismo en una ocasión donde robé la llave del cuarto sagrado, ubicado debajo del mansión.

Pase las páginas del libro, hasta llegar a una titulada:"Transportación, sustitución, creación"

Leí hasta que llegue al artículo #2

Transportación a a larga distancia. Leí los pasos y los memorice tanto como pude, luego cerré el libro y lo puse lo más profundo posible debajo de mi cama.

Acto seguido me puse en medio de la gran habitación y cerré los ojos, luego tomé una respiración profunda y puse mi mano delante de mí y me imaginé una puerta negra.

Luego pronuncie las palabras: Dotch Luk Kruft. Después de pronunciar las extrañas palabras me acerque a la puerta y di toda la información del lugar al que quería llegar.

Me dirigí sin prisas hacia la puerta, luego la abrí y con eso también abrí los ojos. Ahí estaba, en los barrios bajos del éste de la capital.

Caminé en busca de Jayden, el fiel sirviente de su alteza. O más bien, el futuro fiel sirviente de su alteza. Ya que aún no lo era.

Sino recuerdo mal, en esta época él estaba en los barrios bajos merodeando. Pues el pobre niño era huérfano.

Unos gritos me hicieron parar de caminar, venían del otro lado del callejón. Me apresure estando convencida de que era Jayden.

¡Oh, magnífico! Estoy segura de que es Jayden, voy a salvarlo para que así esté en deuda conmigo. Sí, eso es lo que voy a hacer.

Encendí una llama negra que salió de mi mano. Emilia poseía magia del control del fuego, pero también tenía otras útiles habilidades mágicas, pero yo aún no sabía cómo desbloquearlas pues aún era muy nueva en esto, por lo que controlar el fuego y crearlo de la nada era lo único que podía hacer.

Me acerqué lista para dejar salir el fuego disparado hacia aquellos hombre. Hasta que..

—Por favor, ya basta—Escuché una voz suplicar.

Espera un momento, el frío y egocéntrico Jayden nunca, pero nunca suplicaría nada a nadie.

No, pues nada. No era Jayden, es una pena. Parece que me equivoqué de persona.

Me giré lista para irme, pero las súplica de ese niño no me dejaron hacerlo. Sentía cierta culpa al dejarlo solo con esos desgraciados, así que me giré.

—Maldita sea...—Maldije—¡Oigan, bastardos!—Los llame.

Los tipos al escuchar mi grito pararon de golpear al niño, y se giraron para verme, fastidiados.

—¡Cómo nos has llamado, mocosa!—Grito el de la derecha, mientras que el de la izquierda se acercaba a mí lentamente con un cuchillo.

—Amigo, está niña parece noble..—Reveló lo obvio al bastardo de la izquierda.

El de la derecha se sorprendió, ya que para cualquiera sería extraño e incluso sospechoso ver a una noble aquí y más si es una niña.

Los dos desgraciados se miraron con complicidad. El mas grande se abalanzó sobre mí, inconscientemente me aparte de su brusco agarre, pero no por mucho ya que el otro me agarró del brazo fuertemente.

Diablos, esto se me salió de control.

Frunciendo el ceño, no supe que hacer. Esto se había torcido. Y mi capucha que escondía mi identidad fue revelada.

—¡Ooooh! ¿Pero qué tenemos aquí? ¡Pero si la mocosa de los Detli!—Festejó uno mientras me miraba con una mirada lasciva, pues me habían inmovilizado.

Mierda.

Esto era lo que odiaba del prestigioso linaje Detli; sus ojos, los Detli eran la única familia en todo el mundo que poseía ojos dorados, ya que es una herencia familiar. La familia Detli heredó los ojos dorados de su más antiguo antepasado, el dragón más antiguo del mundo, por eso es que los Detli tienen mucho control en la magia.

—Estúpidos bastardos, están locos si piensan que agredir a una noble y más con mi posición os saldrá barato—Amenace tranquila.

[.....]

To be continued.. ._.Xd
Y publicare la otra parte dentro de poco, solamente tengo que editar algunos errores.

Manipulando el flujo de la novela [..]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora