Manipulando el flujo de la novela [..]

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Holaaa, antes de empezar el capítulo solo quería agradecer a quienes siguen está historia, se toman el tiempo de leer, votar y comentar, eso lo aprecio mucho y me motiva a seguir actualizando así que si os gusta por favor no dudéis en cometar y votar, os amoooo♥️♥️

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El carruaje por fin llegó delante de la academia, había tráfico, así que esperamos pacientemente a que entren los demás carruajes que teníamos delante por esas gran vallas plateadas.

Usualmente nos dejarían a nosotros pasar primero, pero la academia era el único centro oficial en el que las jerarquías estaban prohibidas y eso se tenías que respetar.

Eso me recordaba a la conversación que tuve con el príncipe.

Miré por la ventana, no veía por ningún lado el carruaje imperial, probablemente este más por delante.

—¿Crees que habrán más princesas extranjeras? Unas altas, pelirrojas..—Preguntó Kyle.

Lo miré fijamente, mi cara era todo un poema.

—Espero que ese comentario no sea un indicio de que te vayas a volver un mujeriego, recuerda que tu posición como Detli es únicamente dentro del imperio, no implica otros extranjeros ya sean de más bajo rango o alto—Regañe.

Kyle me miró sorprendido por mi repentina seriedad.

—Vale, vale—Levantó las manos en señal de rendición—Solo estaba bromeando contigo, suenas como nuestro padre...—Murmuro por lo bajo.

Me limité a callarme después de ese comentario y solo mirar el suelo.

Más que nuestro padre, lo que acabo de decir me recuerda al príncipe heredero y nuestra última conversación.

¿Por qué estaba tan enfadado ese día? Nunca me ha hablado así, de hecho es la primera vez que me hablaba así, ¿Será que su frialdad se debe al comienzo de la novela? ¿Eso significa que por mucho que cambie mi relación con los personajes estos vuelven a su rol original nada más comience la novela?

Para ser honesta, eso me tranquilizaba porque eso significaba que sería capaz de saber todo lo que va a pasar de ahora a más adelante y no hay manera alguna de que pueda ser juzgada porque la excusa de la novela era muy pobre, únicamente por haber acosado a Melina enfrenté la muerte, o más bien la antigua Emilia enfrentó la muerte, aún así lo mires como lo mires fue un castigo elevado sobre todo sabiendo que en realidad Melina era una psicópata.

Aún así incluso si la historia sigue su curso y mi compromiso con su alteza se rompe, sigo teniendo una posición importante por lo que no será problema encontrar un marido para casarme, e incluso podría apoderarme del ducado, sé que Kyle aunque recibió en un principio una educación digna de un heredero del ducado, la verdad es que no creo que haga mejor trabajo que yo por nuestros vasallos, esto lo sabe él, nuestro padre y yo, seamos honestos. Obviamente no quiero echar a mi hermano del ducado y robarle su posición, lo que digo es que por el bien del ducado yo sería mejor heredera, he hecho mucho por nuestro territorio en cambio: ¿él que hizo? Nada. Le quiero mucho, pero es la verdad, sin mencionar de que puede conseguir cualquier otra posición que él quiera no es como si fuera a quedarse sin hogar, abandonado. Pensándolo mejor no creo que...

—..mana, ¡Hermana!

—¿Ah..?—Volví la vista.

—Te he estado llamado por un buen rato—Kyle levantó una ceja—ya hemos llegado.

En ese momento pude notar como ya el carruaje había dejado de moverse, removí las persianas del cristal y miré a través suyo, viendo a los nobles bajando de sus carruajes estacionados en un orden inespecífico.

A lo lejos pude ver a tres personas caminando juntos, dos cabelleras rojas y una castaña, los Yulien. Intenté buscar con la mirada a su alteza imperial, pero no vi su carruaje, o ya habían bajado hace tiempo o aún siguen entrando.

Un sirviente nos abrió la puerta, mi hermano bajo primero y justo después bajé yo. Cada año el primer día nos dirigíamos a la zona amplia del jardín de la academia ahí se hacían las presentaciones y la introducción como siempre.

Nada más bajar seguimos a los demás nobles para llegar a nuestro destino. Estando ahí formamos filas no según clase, familia o rango, sino al azar, da igual quien era el primero o el último en la fila, lo que importaba es que las hubiera, era para mantener el orden. De manera natural y simultánea cada quien tomó una posición en una fila al azar, era varias filas ya que éramos cientos de estudiantes, veía caras conocidas y otras caras nuevas, pero intenté no fijarme tanto ya que no había tiempo para saludos formales o para distracciones.

Delante nuestra en un altar simple, pero amplio hecho de madera se subieron de fila en fila los profesores, la mayoría eran conocidos menos una cara nueva, la de un hombre alto sonriente de ojos morados y cabello verde, una descripción que encajaba perfectamente con el profesor de arte Erick, uno de los protagonistas masculinos de la novela, hice una mueca de asco al evidente hecho de que era él.

Se supone que esta es una novela romántica pero el hecho de que haya un hombre que se siente atraído a su propio alumno que es mucho más joven que él es despreciable, no puedo creer que en mi vida pasada no cuestionara este personaje, supongo que no es lo mismo actuar en una serie representada de la novela que estar en la novela.

No me di cuenta que estaba mirando fijamente al señor hasta que juntamos miradas y me sonrió amistosamente.
Ni siquiera me molesté en ocultar mi expresión de asco porque está me salió al instante, el pervertido apartó la mirada rápidamente de mí.

En unos pocos segundos subió el director, Angelino Lioneli para dar su discurso de bienvenida, está era la misma de todos los años, una bienvenida acompañada de algo de historia sobre la academia y una charla sobre el respeto mutuo y la comprensión entre el alumnado y el profesorado

Después de unos minutos sentí una mirada punzante en mi nunca y a pesar de que estaba intentando evitar girarme a ver quién era, después de un largo rato no pude evitar mirar por encima del hombro por reflejo.

Mierda.

Pelo castaño largo y ondulado por la mitad, brillante y sedoso, ojos grandes grises como un cielo nublado, piel blanca como la porcelana.

Cuando chocaron nuestro ojos esta chica con un lunar debajo del ojo me sonrió amigablemente.

Está era la descripción exacta de Melina, heroína de la novela pero villana de mi historia.