Alce lentamente la cabeza con una mirada triste, sin que se vea que le tenía lástima, pena, o cualquier cosa del estilo. Tenía que poner a Daren de mi lado.—Yo... no lo sabía, lo siento mucho—Me aparte un poco simulando melancolía.
Daren me devolvió la mirada con melancolía que no se molestó en ocultar, se le veía bastante vulnerable y frágil ahora mismo siendo que me suponía que máximo 48 horas atrás es cuando habrá ocurrido todo se podía decir que es un niño fuerte mentalmente.
—No fue tu culpa, no hace falta que estés triste por mí, no nos conocemos—Dijo con bastante tristeza.
Estaba deprimido, era más que obvio pero aún así estaba siendo amable conmigo siendo él el que pasó por todo aquello.
Para ser un villano era bastante bueno de niño.
Honestamente me daba pena, pero no se lo podía demostrar. Daren, el villano, odiaba que alguien le mostrara pena o lástima.
A pesar del todo, él muy convenientemente me estaba dando hilos de los cuales tirar para hacer más creíble mi actuación.
Negué con la cabeza aún manteniendo mi mirada triste.
—Nadie en el mundo merece semejante atrocidad, no se quién te hizo pasar por todo eso, pero debería de pudrirse en el infierno...—Tome una pausa mirándolo con firmeza—Alguien así solo le hará males a los demás constantemente, es malévolo.
Daren se le abrieron los ojos de par en par, muy sorprendido, pero su expresión de sorpresa cambio rápidamente a una de incredulidad.
—Si solo supieras más estoy seguro de que no afirmarías eso.—Espeto sin querer demostrar la poca esperanza que le quedaba en los demás.
Supuse que se refería a que justo la persona que había cometido el crimen era la emperatriz y yo era una noble criada a estar a su disposición.
Negué un poco con la cabeza otra vez.
—No importa quién haya sido o el motivo, sea lo que sea, un crimen sigue siendo un crimen y por lo tanto el criminal tiene que pagarlo.—Decía yo muy confiada, con muchísima seguridad.
Daren o Ezra mejor, arqueo sus cejas dudoso, por una parte creo que sí pensaba que lo decía en serio, pero por otra parte creo que teníe miedo de que para mí, como noble la excepción de la regla sea la alta nobleza y la realeza.
—¿Y si te dijera que fue un miembro de la familia imperial?—Cuestiono poniéndome a prueba.
—Sin duda alguna debería de confrontar las consecuencias de sus actos como tal—Respondí con una decisión excepcional.
Ser actriz de primar beneficia en algunas ocasiones. Pensé
Los ojos de Ezra se abrieron muy sorprendido por mis palabras reconfortantes que miraban hacia le verdad. Abrovechando la emoción del momento me acerqué a él y le di una palmaditas en la espalda como consuelo.
Estaba dispuesta a cambiar de tema para lograr que el tiempo no se me acabara.
—Puedes venir a mi casa si quieres.—Ofrecí con un tono suave de simpatía y una sonrisa cálida.
Al pobre Ezra se le escaparon algunas lágrimas pero rápidamente las seco.
—¿Puedo?
—Sí, siempre puedes acudir a mí. Los dos hemos confrontado una situación dura antes, por lo que te ofrezco mi amistad como la más sincera lealtad.—Me pegué alto discursito cursi mientras le enseñaba mi dedo meñique como muestra de promesa.
Él ingenuamente hizo lo mismo y juntamos nuestros meñiques. Ezra sonrió genuinamente y yo esta vez sin ninguna actuación mis labios se estrecharon hacia arriba contagiandome de su sinceridad.
No estaba planeando usarlo, sino lo contrario, sabía que Ezra era alguien brillante por lo que cuando él decida usarme yo lo ayudaré con gusto e evitaré que errores de su pasado sucedan otra vez.
Quiero que él me use a mí.
Una cosa curiosa de Ezra es que no era mitad noble y mitad plebeyo, era un noble de lo más puro. Su madre era parte de la familia del vizconde Yulien por eso tenía los ojos rojos tan característicos de ellos, desafortunadamente la mujer se pensaba que el emperador quien mantenía relaciones con ella iba a convertirla en emperatriz pero paso todo lo contrario y por lo tanto ella se tuvo que echar a la fuga embarazada para evitar desgracias. Por lo que se podría decir que Ezra era el primo de Dimitri uno de los protagonistas masculinos de la novela y a su vez el primer hijo del emperador.
—No puedo llevarte conmigo de inmediato, pero te llevaré a una persona muy apreciada para mí para que te cuide y después podremos encontrarnos.—Le explique apresuradamente.
Él solo asintió sin decir mucho, sus expresiones eran muy sinceras por lo que se notaba que se conformaba con no quedarse solo y también que entendía que debía de volver.
—Como somos amigos confío en ti, por lo que lo que verás ahora será algo que no podrás revelar por el momento.—Dije.
El chico asintió obedientemente.
—Sino quieres que lo diga no lo haré.—Respondió él con sinceridad.
Usando lo que había aprendido hice que nos transportaramos a una pequeña casa cerca de un pueblo, esa era la casa de mi antigua niñera con la que me llevaba muy bien.
Hace algunos días antes de ir a por Jayden le envié una carta en la que le escribía que por favor acogiera de momento a un amigo mío en secreto. Esto me refería a Jayden porque planeaba darle una vida normal sin que conociera al príncipe, pero en su lugar tendrá que recoger a Ezra.
Lo tomé por los hombros teniendo en cuenta que me sentía débil y muy cansada, debía de volver rápido antes de que amanezca.
—Nos volveremos a ver, Ezra, pero por el momento tendrás que quedarte con ella por tu propia seguridad ¿Etiendes?
—Lo entiendo—Acepto—Aún no se tú nombre ¿Cómo te llamas?
—Soy Emilia Detli—Sonreí muy rápidamente.
#
ESTÁS LEYENDO
Manipulando el flujo de la novela [..]
FantasíaTiffany Delton es una joven actora de cine, su gran inteligencia y habilidad de fingir la llevaron a ser una persona muy adinerada y con mucha fortuna, tanta fama que podría llegará ser hasta peligrosa. después de la muerte, de Tiffany, esta misma s...