🌙Nota: Esta historia se encuentra editada y reescrita. Si leíste su primera versión te recomiendo volver a leerla y disfrutar de una mejor historia.
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❝ 𝕮𝖗𝖎𝖆𝖙𝖚𝖗𝖆𝖘 𝖒𝖆́𝖌𝖎𝖈𝖆𝖘 ❞
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Su humor no era el mejor esa mañana. Se apresuraba para llegar a su primera clase con Hagrid; tal vez la oportunidad de estar con criaturas mágicas levantara su ánimo. Bajaba las escaleras con rapidez, teniendo cuidado de que no se movieran. Empujó a una chica de Ravenclaw que estaba en su camino y no se apuraba. Necesitaba reunirse con sus amigos antes de las clases y ya iba tarde.
—¡Fíjate por dónde vas, Grindelwald! —gritó la chica. Adhera simplemente volteó, la miró con desdén y siguió su camino sin preocuparse en lo absoluto.
Después de terminar la clase de adivinación con Trelawney, quien solo había hecho presagios sobre su muerte y otras tonterías, Adhera se acercó a Hermione para decirle que abandonaría la materia junto con ella. Tras el pronóstico de muerte en su taza por un gran amor que se desataría, no pensaba volver a esa clase.
—Ridícula —murmuró Adhera mientras descendía por el césped, uniéndose a Hermione, Harry y Ron cerca de la cabaña de Hagrid.
—Lose, la adivinación es una ridiculez —Hermione compartió la opinión—. Como esas cosas del horóscopo.
—Oye, leer el horóscopo es entretenido, además está relacionado con las estrellas —Adhera mencionó, le gustaba pasar su tiempo libre en la torre de astronomía estudiando los cielos nocturnos.
—Ya sabes Hermione, cuidado con los géminis.—Se burlo Ron, pues Adhera era géminis y constantemente la oía hablar de eso.
—Chistosito —ella le arrebató el libro de las manos—. El otro día, las estrellas me dijeron que te quedarás sin un brazo en el futuro.
La sonrisa se borró del rostro pelirrojo y tanto Hermione como Adhera estallaron en risas.
—Adhera, ¿cómo que perderé un brazo? No puedes decirme eso y reírte.
—No me rio de eso, me rio de sus voces chillonas.
No era mentira lo que vio, pero nunca creyó tener el don de su familia para las premoniciones.
