.:。✧⋆| 𝗢𝟐𝟏: Before Sunset

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❝ 𝓐𝖓𝖙𝖊𝖘 𝖉𝖊𝖑 𝖆𝖙𝖆𝖗𝖉𝖊𝖈𝖊𝖗 ❞

Adhera Grindelwald era una persona que se enojaba con bastante facilidad

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Adhera Grindelwald era una persona que se enojaba con bastante facilidad. Cuando alguien se lo recordaba, lo negaba rotundamente, pero eso también la enfurecía. No era buena controlando sus emociones y sabía que eso representaba un problema. Trataba de dominarse en un mundo donde las personas eran alfileres y ella, un globo. Detestaba hablar de eso y odiaba enojarse. La impotencia, el hueco en su estómago que le daba ganas de vomitar, podía llegar a ser insoportable.

Carismática. Divertida. Sin que su belleza pasara desapercibida en Hogwarts. Pocos sabían lo extraña que era Adhera, pero sin duda hacía honor a sus apellidos con las malas cualidades que estremecían al alumnado. Y, a pesar de todo, Cedric la quería. Se arriesgaba a amarla.

—He pasado más de dos horas castigada. DOS HORAS. Déjame ir o te haré daño —advirtió, mirando aquellos ojos verdes con el ceño fruncido.

—No  hasta que me digas por qué estás enojada conmigo —la vio cruzarse de brazos con esa mirada celeste tan desafiante que poseía, soltando un bufido lleno de rabia—. Muy bien, entonces informaré a la profesora McGonagall que tu comportamiento no ha mejorado.

Dio un manotazo en seco a la mesa y se levantó de golpe, derribando la silla en la que estaba. El joven frente a ella ni se inmutó, solo se cruzó de brazos para observarla con seriedad.

—¿Crees que por lucir esa linda placa puedes amenazarme? Anda, ve y diles a todos los putos profesores y seguiré sin decirte nada —se controlaba para no elevar la voz.

Cedric permaneció en el mismo sitio, mirándola directamente a los ojos, desesperando a Adhera. Solo esperaba con extrema paciencia a que se calmara. A ella le enfurecía que él no reaccionara, soltó un bramido y se frotó el rostro. Después de unos minutos, volvió a sentarse, ya no en la silla, sino en la diminuta mesa donde había pasado cosiendo ropa para los elfos domésticos de la cocina las últimas horas. El cielo seguía con un aspecto gris; incluso las gotas de lluvia comenzaron a caer a torrentes, como si el cielo estuviera tan triste o molesto como lo estaban Adhera y Cedric.

⋆ 𝐑𝐞𝐚𝐥𝐢𝐭𝐲 𝐒𝐭𝐚𝐫 || 𝐒.𝐎.𝐃 ⋆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora