La humanidad siempre a estado en guerra unos contra otros, pero está guerra será muy diferente a todas las demás que se allá visto en la historia.
La humanidad descubrió la existencia de magia en el mundo y a volcado todos sus esfuerzos para volverl...
En una pequeña oficina en uno de los múltiples edificios administrativos se escuchaban los constantes tecleos de una máquina para escribir, en la oficina solamente había dos personas trabajando en diferentes ámbitos, uno estaba ocupado en terminar una gran pila de papeleo que debería terminar lo antes posible.
El otro estaba ocupado en buscar informes de los diferentes países que había en el mundo, buscaba personas excepcionales para seguir adelante con su propia agenda, aquel hombre era el ex Coronel Walfrid Von Bismarck, un soldado excepcional en el ejército alemán y héroe en el frente sur en la lucha contra Yugoslavia e Italia.
Walfrid era un hombre joven de 26 años, pese a su edad se veía aún más joven debido a su baja estatura, su cabello era negro azabache y siempre lo llevaba un poco largo aun con los protocolos militares, sus ojos tenían iris gris y su mirada era afilada, su piel era pálida debido a su poca exposición al sol, media 1.62 metros, a diferencia de otros dirigentes el no era completamente alemán, era el hijo de un noble alemán y una mujer de oriente, nunca supo de dónde provenia.
Usaba un uniforme militar de gala púrpura y negro con varios detalles dorados, la chaqueta la solía utilizar sobre sus hombros dejando sus brazos libres, su camisa blanca siempre estaba impecable, utilizaba un pañuelo en el cuello, sólia utilizar un chaleco y pantalón del mismo color que la chaqueta militar y botas hasta debajo de las rodillas.
Lo utilizaba dentro y fuera de la base militar, solamente utilizaba los uniformes que le daban cuando tenía una misión importante que hacer, el era parte de la reducida parte de la población con habilidades más allá de los humanos normales, su habilidad era tener agilidad, reflejos y fuerza mas allá de los humanos, lo mantenía en secreto debido a que aun no era oportuno ir al frente de batalla.
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Pese a que muchos no lo veían con buenos ojos el siempre mostró grandes dotes de liderazgo y logro ascender en el escalafón militar a base de esfuerzo puro y un talento innato para crear estrategias importantes para la defensa y contraataques contra diferentes enemigos.
Walfrid: ¿Ya casi terminas los informes Ralf? Dentro de media hora me reuniré con los altos líderes del ejército y necesitaré esa información —Su voz era grave e indiferente ante la tarea titánica que hacía su ayudante/amigó/consejero— después de esto te invitaré una cerveza
Ralf: ya casi está listo Herr Bismarck —Dijo con un evidente cansancio el joven militar mientras seguía tecleando en su máquina de escribir hasta terminar su trabajo y dejarlo en un portafolio para que su líder se la llevará— además de que no es justo, sabe que no tomó alcohol
Ralf Horten era un muchacho joven, apenas entraría a los veinte ya que acababa de cumplir 18 años, era hijo de una familia adinerada reconocida por diseñar aviones de ala plana a reacción, tuvo una vida sencilla, solamente tenía que estudiar y ser lo suficientemente astuto para heredar la fortuna familiar, pero desde que conoció a Walfrid tomo otro camino.