¡No soy YO!

Capítulo 10

Addison*

-Bryce, vete- fue lo primero que dije con voz seria, estaba agradecida de que me abriera los ojos pero también estaba igualmente enojada porque lo guardó mucho tiempo y ahora forzó todo para que esto pasara.

Al parecer él lo entendió porque salió sin decir nada.

-¿Addison?- escuché a Dixie llamarme con algo de preocupación.

-Dixie- volteé en su dirección y me acerqué, tomé su rostro con ambas manos y uní nuestras frentes -déjame sola por favor- susurre, las lágrimas bajaban por mis mejillas.

-Addison, puedo explicarlo, todo...- ella también lloraba.

-Lo sé- limpiaba sus lágrimas - te sigo amando, no temas por eso- mi intento de sonrisa se pareció más a una mueca -pero tenerte aquí sabiendo lo que pasó hace que duela aún más- Dixie me miraba y en sus ojos veía su tristeza al escuchar mis palabras -necesito tiempo para sanar, por favor, si todo resulta bien quizá podamos intentarlo en un futuro, pero este no es el momento indicado para ninguna de las dos- terminé sollozando aferrándome a su camisa.

-Te daré el espacio que necesites, amor, espero que me puedas perdonar- dejó un beso en mi frente y lentamente se separó de mi para acto seguido salir de mi casa.

Cuando escuché la puerta cerrarse me tiré al sofá a llorar.

Dixie*

Addison dijo que me sigue amando a pesar de todo el mal que le he hecho y en ese momento supe que lo había jodido en grande, había tirado a la basura lo mejor de mi vida hasta ahora. Estoy decidida, le daré a Addison cualquier cosa que ella requiera y la recuperaré, lucharé por su amor, seré completamente merecedora de él.

Para cumplir esa promesa debía comenzar a encaminar de nuevo mi vida, así que agarré mi celular y marqué un número esperando a que me respondieran.

-Hola, Dixie ¿para qué me llamas, cariño?- cerré los ojos y traté de controlarme al escuchar a Noah del otro lado de la línea.

-Hola, Noah- mi voz era neutral -tenemos que terminar- dije sin más.

-¿Qué?- su voz se escuchaba diferente ya no era alegre.

-Lamento que sea injusto para ti, pero no puedo continuar mintiéndote ni a mi misma, lo nuestro no iba a funcionar porque amo a alguien más- espero que no lo tome tan mal.

-¿Es en serio?- tomé una respiración para no gritarle y desquitarme con él porque mi vida se estaba yendo al carajo.

-Si- fui cortante.

-Lo sabía- suspiró - sabía que en algún momento esto terminaría porque podía notar que nunca me amaste y yo tampoco estaba cien porciento seguro de que fuéramos el uno para el otro- me sentía un poco mal por él -no te preocupes, espero que puedas estar con quien amas y si necesitas algo aquí tienes un amigo- no esperaba esa reacción de su parte, mínimo que se enojara un poco.

-Eres muy amable, lamento hacerte esto.

-No hay problema, también he encontrado a alguien estos días que estuviste ausente, es una buena chica y creo que podría funcionar con ella- sonaba un poco más feliz.

-Me alegra por ti- dije sinceramente.

-Gracias, recuerda que puedes contar conmigo- añadió.

-Gracias a ti- fue lo último que dije para terminar la llamada.

Mientras hablaba con Noah sin darme cuenta había llegado hasta casa de mis padres, espero que esté mi hermanita porque tengo que hablar con alguien.

Addison*

Había decidido subir a mi habitación para que cuando llegara mi mamá no me viera de esta manera, me preguntaría qué me tenía así y no me sentía lista para hablar con alguien más.

Acostada en mi cama comencé a reflexionar sobre los sucesos; no culpaba a Dixie por mi accidente, quiero decir, ella no me dijo que atravesara la calle sin mirar antes, si, estaba llorando por una discusión que tuvimos, o por las palabras que me dijo, pero yo fui la que decidió no verificar a ambos lados antes de caminar por donde pasan los automóviles, así que no, no estaba triste o enojada por eso, sino por otras cosas.

Estaba triste por cómo se dieron las cosas entre nosotras, porque en ese entonces también éramos un secreto para los demás, porque me culpó por lo que nos sucedió, porque recuerdo todo lo que me dijo cuando terminamos nuestra relación y cómo fue conmigo después de nuestra ruptura, fue cruel, egoísta.

También me encontraba triste porque estaba sucediendo lo mismo de nuevo, volvió a escondernos, a usar escusas, a mentir, a solo pensar en cómo mantener nuestro noviazgo a base de engaños.

Me sentía triste porque recuerdo sus inseguridades, sus miedos, sus frustraciones y porque aún sigue perdida, no se ha recuperado a si misma, lo gritan todas sus acciones.

A su vez estoy enojada con ella por aprovecharse de mi perdida de memoria, esta vez el fin no justifica los medios, manipuló las cosas a su conveniencia; no dudo de su amor hacia mí, pero eso no es motivo suficiente para lo que hizo, prefirió engañarme a enfrentar la situación.

Y estoy enojada conmigo por haber permitido, sin yo saber, por segunda vez, que Dixie me usara de cierta manera.

Sentí como mi cuerpo comenzaba a estar cansado, el cúmulo de emociones y pensamientos me debilitaron, mis parpados pesaban y pronto me quedé dormida.