Capitulo 6

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Dixie*

Conducía con dirección a mi casa cuando mi celular comenzó a sonar, dejé una mano en el volante y con la otra desbloqueé la llamada para atender a quien quiera que me buscaba a esas horas de la madrugada.

-¿Charli?- solté confundida, ¿para qué me estaba llamando mi hermana en ese momento?

-Dixie- su voz sonaba algo rara, como alterada -es sobre Addison.

-Charli, no quiero ser grosera pero no me interesa saber nada que tenga que ver con ella- fruncí el ceño, mi hermana mantenía su amistad con la castaña, nada tenía yo que ver en eso.

-¡¿Quieres dejar de ser una idiota por un momento?!- me gritó y me dejó un poco confundida.

-¡Oye ¿qué rayos te pasa?!- no iba a permitir que me tratara así.

-¡Cierra la maldita boca, Dixie, Addison está en el hospital!- lo que acababa de decir mi hermana me dejó sin palabras.

-¿Qué...?- mi voz apenas y salió.

-Addison fue arroyada por un auto al salir de la fiesta y está en el hospital- Charli trató de explicarme sin alterarse.

-No es cierto...- susurré -¡Charli! ¡DIME QUE NO ES CIERTO!- me estaba comenzando a alterar.

-Ojalá fuera mentira, Dixie, pero no lo es- está vez sonaba triste.

-¡NO, NO, NO!- comencé a golpear el volante con fuerza -dame la dirección del hospital en el que se encuentra, por favor- pedí rápidamente.

-Ahora te la envío- ni siquiera me despedí y colgué la llamada para recibir el mensaje de Charli.

En cuanto el mensaje apareció en mi bandeja de entrada y lo leí pisé el acelerador a fondo, debía llegar lo más pronto posible.

No me estacioné ni bien cuando apagué mi auto y corrí al interior del hospital, entré abruptamente llamando la atención de algunas personas, no le di importancia y busque con la mirada a alguien a quien conociera, finalmente pude ver a sus padres junto con mi hermana, Avani y como era de esperarse... Bryce.

-Suegra, disculpe, señora Sheri- corregí al darme cuenta de lo que había dicho -¿cómo está Addison?- mis ojos debían mostrar lo aterrada que estaba de que fuera algo realmente malo porque la mamá de Addison me miró con algo de pena.

-Ella está en cirugía en este momento, esperamos a un doctor que nos informe su estado- pasé saliva pesadamente al escucharla.

-Entiendo...- susurré con un pequeño asentimiento y me retiré para no causarle molestias -Charli...- la tomé del brazo para alejarnos un poco y tener algo de privacidad -¿cómo sucedió?- temía la respuesta pero debía saber.

-Bryce dijo que la vio salir llorando de la fiesta, al parecer iba tan distraída que no se percató del auto que iba hacia ella cuando cruzaba la calle- mi hermana me contó mientras era abrazada por su novia, entendía que necesitara consuelo, ella quiere mucho a Addison, es su amiga después de todo.

Miré rápidamente a donde estaba Bryce hablando con los padres de Addison y luego aparte mis ojos de esa dirección.

Me senté en una esquina de la sala de espera, no podía estar cerca de la familia de Addison porque yo era culpable de lo que le pasó a su hija, yo le dije que se fuera, yo fui quien la trató mal, por mi culpa estaba llorando, por mi culpa caminaba distraída, por mi culpa le pasó todo esto; me repetía todo esto en mi mente mientras me balanceaba un poco de atrás hacia adelante tratando de calmarme un poco y deshacerme de los pensamientos que me atormentaban.

-Dixie- me habló mi hermana -nosotras nos vamos a casa, deberías hacer lo mismo- me recomendó.

-No, me quedaré aquí hasta que Addison esté bien- me negué a abandonar el hospital.

-No hay nada que puedas hacer por ahora- trató de convencerme.

-No importa, estaré aquí el tiempo que sea necesario- mi hermana desistió de seguir intentando persuadirme y se despidió de mí para después hacerlo con los demás también.

Minutos más tarde observé a Bryce despedirse con un abrazo y marcharse del lugar también.

Yo seguía sentada en es esquina fría, no sé cuánto tiempo estuve así, en un momento un doctor se acercó a los padres de Addison y yo puse atención a lo que decía.

-Ella está estable, sufrió algunas fracturas en la mano izquierda y en la pierna derecha, tiene algunos cortes y hematomas, además de una contusión en la cabeza; por ahora está dormida, esperaremos a que despierte para revisar que no haya daños a la memoria- terminó de explicar y vi como los padres de Addison asentían y decían algo que no escuché.

Cuando terminaron de hablar con el doctor Sheri se acercó a mí.

-¿Dixie?- levanté la mirada pero no podía verla a los ojos, su hija estaba en esta situación por mí culpa.

-¿Si?

-Monty y yo iremos a casa a descansar un poco, Addison no despertará hasta mañana probablemente y no podrá recibir visitas hasta hoy después de la nueve, deberías ir a casa tú también a descansar, apenas son las cuatro de la mañana- me sorprendió que se preocupara por mí.

-Agradezco su amabilidad Sheri, aún así me quedaré, no quiero separarme de ella si usted está de acuerdo- baje la mirada, quizá ella no me quería cerca de su hija.

-Está bien, Dixie, no puedo obligarte a ir a casa, cuídala ¿bien?, cualquier cosa me llamas- me miró de manera cariñosa y dejó una leve caricia materna en mi hombro, no lo comprendía, ella debería odiarme; Monty solo se mantenía al margen sin decir nada.

-Lo haré- aseguré para después verlos marcharse.

No voy a mentir, me moría de frío en aquella sala de espera, pero nada me haría abandonar el lugar, no soy muy creyente pero agradecí a quien sea que sea el todopoderoso el que Addison ya se encontrara fuera de peligro.

Intenté dormir un poco en la incomoda posición en la que me encontraba, pero los pensamientos intrusivos y la culpa no me lo permitieron; así, en un mar de arrepentimientos, vi aparecer el amanecer a través de los ventanales del gran hospital.

¡No soy YO!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora