two: missing.

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( 9 AÑOS )

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( 9 AÑOS )

Millie estaba sentada conmigo en la clase de literatura, y en el primer puesto al lado de la mesa de la maestra se encontraba Noah.

Había pasado un año desde que él llegó y las cosas se complicaron bastante en mi vida. Resultó que Noah era un estudiante ejemplar y se llevaba de las mil maravillas con Bella haciendo los deberes y realizando los proyectos. Con Amelie las cosas eran casi iguales, lo del empujón cuando se conocieron quedó en el olvido y Noah se comportaba como el hermano mayor de mi hermana. Pero conmigo ni siquiera se atrevía a mirarme directamente a los ojos, la última vez que lo hizo fue cuando se disculpó con Amelie, desde ese día en adelante me evitaba, me dirigía la palabra solo cuando era necesario y trataba en lo posible de no estar en la misma habitación que yo.

¿Acaso olía mal? ¿Tenía alguna clase de fobia por mí? ¿O no le agradaba?

Era como vivir con un fantasma, sabía que estaba ahí pero no lo podía ver. Era un niño despreciable. Nada comparado con su madre, la mejor niñera que haya tenido, salvo por el pequeño detalle de que aún no me dejaba comer galletas después de las ocho.

Sin embargo, desde la misteriosa aparición de esas galletas frente a mi puerta, cada vez que hacía una pataleta, a la medianoche unas galletas sobre una servilleta tocaban mi puerta. Comencé a creer seriamente que el hada de las galletas con chispas de chocolate existía.

La maestra leía un aburrido poema. Puse cara de concentrada, pero en realidad estaba pensando en cómo convencer a mi madre para que me dejara ir a la casa de Millie esta tarde con Sparks. Seguramente me diría "lleva a Noah" . Antes me molestaba que me obligara a ir a todos lados con Amelie, pero misteriosamente se le metió en la cabeza que él niño castaño podía ser mi amigo. Error, él jamás lo sería.

No me gustaba la idea de que ambos mellizos fueran a la misma escuela que yo, por alguna razón que estaba fuera de mis conocimientos, mis padres le pagaban la educación a Noah y Chloe. Para Navidad les daban regalos, los dejaban comer en la misma mesa que nosotros y eran libres de reglas y listas de alergias y cosas que se debían hacer.

Eso era muy injusto.

—____, podrías decirle a la clase de qué se trataba el poema— salté en mi asiento y me aparté un mechón de cabello de cabello que caía sobre mi frente. Cuarenta pares de ojos se giraron a mirarme, recordé que la abuela siempre me decía que si no sabía algo sonriera y me echara el cabello hacia atrás con delicadeza.

Lo hice como me había enseñado, pero no pareció surgir efecto. La sonrisa era más parecida a una mueca sarcástica y cuando me iba a echar el cabello hacia atrás, se me enredaron los dedos entre éstos.

Escuché algunas risas, la más fuerte era la de Lili, que estaba sentada junto a Noah. Ella le susurró algo al oído y se rió más fuerte, pero a Noah no pareció hacerle gracia.

𝙈𝘼𝙍𝙍𝙔 𝙈𝙀 ── Noah Schnapp.Where stories live. Discover now