Amor Imposible

Planes

Sentí unos pasos en el pasillo. Luke había llegado. Llegó hasta el marco de mi puerta y se recostó en ella.

-Chiquita.

-¿Acaso no hay nadie que me llame por mi nombre?-Le pregunté riéndome.

-¿Por qué dices eso?

-Pues.- Suspiré.- Tú me dices chiquita, Roy me dice hermosa, mamá me dice cariño, y Emmet me dice preciosa. Eso sin contar con mis amigas, quienes me llaman Eli.

-Pero, ¿qué me dices de James?

-¿James?-Dí un gran suspiro.

Luke pareció darse cuenta de que había pasado algo.

-¿Qué ha pasado con James?

-No, no. Nada.

-¿Segura?

-Si.

-Bien...

Intenté cambiar de tema.

-¿Qué tiene Roy?

-Pues, no irá a la escuela en una semana.

-¿Por qué?

-Está enfermo.

-Que pena, lo iré a visitar mañana.

-Vale.

Miré a Luke, quien seguía en el marco de la puerta y se notaba pensativo.

-¿Qué pasa Luke?

-Nada... Bueno, sí. No sé cómo mantener solo una casa. Me gusta actuar como un adulto, pero ahora que lo pienso, es mejor ser un idiota que tener responsabilidades.

Me levanté de la cama y me acerqué a Luke, para darle unas palmadas en su hombro.

-Tú eres fuerte. Tú puedes.

-No.- Agarró mis manos.-Nosotros podemos.

Sonreí.

-Bien, a sólo dos días para estar solos. ¿Ya sabes cómo se va a organizar?

-Si, he tenido varias ideas. Ya sabes, fiestas, pijamadas, videojuegos. Todo lo que un adolescente haría cuando está solo.

-Tú no cambias.- Sonreí.

-Cambiaré, el día en que me enamore.

-Hablando de enamorarse, ¿te ha gustado alguna chica?

-Pues, digamos que es una decisión dificil. Ya sabes, buscar la indicada.

-¿Ah si?- Elevé ambas cejas.

-Si, es triste saber que tengo muchas chicas detrás de mí, y aún así no aparece la indicada.

-Bueno, eso pasa por no abrir los ojos.

-¿A qué te refieres?

Suspiré, no debía decirle lo de Mia.

-Pues, presiento que está cerca, pero tú no te das cuenta.

Mi hermano frunció el ceño, sin embargo no dejaba de sonreír.

-¿Lo presientes?

Asentí levemente.