Mis ojos se me aguaron. Nunca pensé que Luke me hiciera semejante cosa como ésta.
No podía creerlo. No en éste momento.
-Elizabeth.- Dijo Luke esperando respuesta alguna de mi parte.
Sentí cómo mi respiración se estaba cortando. Me estaba quedando sin aire.
Pero en estos momentos, por más lágrimas que desechaban mis ojos, todo ésta situación causaba una incontrolable risa en mis adentros.
Alcé mi mano y le dí una bofetada.
-Eres un maldito.-Lo fulminé con la mirada.
-Eli, yo...- Lo interrumpí.
-Tú nada.
Salí de la casa, no sin antes agarrar esas cajas y llevármelas.
Caminé hasta el parque que había cerca de mi casa y tiré las cajas en el basurero.
Más adelante divisé unos pequeños bancos que rodeaban el parque. Dí un largo suspiro y me senté. Busqué en mi bolsillo mi teléfono y no lo tenía. Mierda, ¿Elizabeth siempre tiene la maldita suerte del mundo?
Miré mis zapatos, resultaban interesantes en este momento.
-¿Peterson?
Miré hacia atrás.
Y allí estaba aquel que le echó leña al fuego...
-¿Qué haces aquí?
-Quise escapar de casa, respirar. ¡Que casualidad encontrarte!
-Eres un mentiroso.
-¿Por qué?
-Apuesto a que Luke te llamó para que me buscaras.
-No.- Soltó una risa.
-Bien, finjo creérte.
-Está bien, si. Luke me llamó. La verdad está preocupado. Y yo tambien.
-James, creo que ya no soy una niña, me sé cuidar sola y me puedo defender.
-Vale, entonces, si es asi, quiero estar a tu lado.
Miré a James de reojo.
-¿Por qué se fueron?
James pasó la lengua por sus labios.
-Cuando Roy entró a tu habitación, Luke se desesperó y nosotros decidimos irnos.- Soltó un suspiro.-De hecho, yo fui el primero en irme.
-¿Tú? ¿Por qué James?
-Digamos que estaba enojado, un poco.
-...Pero eso no es cierto...- Dije mirándolo a los ojos.
-Exacto.- Dijo James señalándome.
-¿Entonces?
Esperaba que me diera una respuesta.
-Prefiero quedarme callado.- Miró hacia el frente, donde se veían las nubes grises.
Ya no sabía ni qué decirle. Jugaba con mis manos, mientras que mi mente procesaba palabras para no sentirme incómoda.
Para mi mala suerte, comenzó a llover.
-Maldición.- Susurré.
-Vamos. Te acompaño a tu casa.

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Amor Imposible
Teen FictionElla era una de esas chicas que no solía enamorarse, hasta que llegó ese idiota... ¿Qué pasa si te enamoras del idiota de cara bonita? Si, ése mismo que juega con tus sentimientos. Elizabeth nunca pensó que al mudarse se enfrentaría a muchos problem...